Pronto el aliento de la
brisa del alba
esparcirá el aroma del almizcle
y el mundo envejecido será joven de nuevo.
Pronto el narciso guiñará a la anémona
y la lila escarlata ofrecerá su copa de rubí
a la blanca azucena.
El ruiseñor que soportó
la pena de la separación
durante tanto tiempo,
irrumpirá pronto en la cámara de la rosa
con su potente canto.
Si dejo la mezquita para ir a la taberna,
no me hagas reproches,
pues es largo el sermón
y pasa raudo el tiempo.
¡Oh corazón!, ¿quién te asegura
la felicidad de subsistir en Dios
si dejas para el día de mañana
las alegrías de hoy?
Es preciosa la rosa,
disfruta ahora de su compañía,
pues si llegó al jardín por un camino,
pronto se irá por otro.
¡Oh trovador!,
aquí está la asamblea de la intimidad,
entona el canto del amor,
¿por cuánto tiempo seguirás diciendo
“Igual que vino, así se marchará”?
Por Ti vino Hāfez a esta existencia,
acompáñalo un poco, pues también él
pronto se marchará.
Hāfez
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