Los misterios de La última cena
¿En que día de Semana Santa se celebró la Ultima Cena?La última comida que, según la Biblia, compartió Jesucristo con sus doce apóstoles en la noche del Jueves Santo tuvo lugar en realidad un miércoles, según afirma un experto británico de la Universidad de Cambridge Reino Unido.
Colin Humphreys asegura haber resuelto uno de los grandes misterios del Nuevo testamento de la Biblia
tras descubrir que la llamada “Última Cena” tuvo lugar el miércoles 1
de abril del año 33. Los detalles de su teoría se publican en un libro
titulado The Mystery of the Last Supper ”El misterio de la última cena”.
La cena es considerada por la mayoría de los teóricos como una Cena de Pascua,
celebrada en la noche del jueves santo antes de la crucifixión el
viernes santo. Esta creencia se basa en la cronología de los evangelios,
pero la cronología del Evangelio de Juan indica que se celebró antes de Pascua (Juan 13:1, 18:28).
Las referencias en el evangelio de Juan marcan el día de la preparación para la pascua (Juan 19:14, 31, y 42), se toman por muchos para indicar que la muerte de Cristo ocurrió en el tiempo de la matanza de los corderos de la Pascua (esta cronología posterior es la aceptada por la iglesia
Ortodoxa). Sin embargo, aquellos que sitúan la última cena en la tarde
del jueves, generalmente le atribuyen a Marcos 14:12 y Lucas 22:7 las
únicas referencias explícitas en los evangelios a que en el momento de
la crucifixión de Cristo se da la matanza de corderos, y se da lugar el
Día de la Preparación en el Evangelio de Juan como una posible
referencia al Viernes de pascua durante el cual se realizan las
preparaciones para el descanso del Shabat.
Además, muchos teóricos han cuestionado
estas cronologías, y han rechazado sus afirmaciones de que los
evangelios hacen referencia a la pascua y sostienen que coinciden con
Juan, ya que existen multitud de hechos que tienen lugar tras la Última Cena,
como la traición, el arresto, interrogatorio y los posteriores juicios,
que difícilmente podrían haber tenido lugar durante una noche. Algunos grupos
minoritarios de cristianos creen que un exhaustivo examen de los
evangelios indican que la Última Cena tuvo lugar en martes, y que Jesús
fue crucificado en un miércoles.
La cena se discute a través de los cuatro evangelios de la biblia canónica. Los evangelios sinópticos afirman que en la mañana del mismo día el cordero pascual para la cena, sea sacrificado.
Sin embargo, bajo el método judío
de tiempo recogimiento, el día era considerado que empieza justo al
amanecer, por lo tanto la festividad de la pascua se contempla que
ocurra en el día posterior en que fue sacrificado. Esto implica que o
los sinópticos no están instruidos en el conocimiento del recogimiento
judío, o que ellos usaron la técnica literaria de ver los eventos que
pasaron en varios días en solo uno. Otros interpretan el lenguaje de los
Evangelios sinópticos como suficientemente permisivos para tener una
tarde sacrificando a los corderos pascuales.
En 1983 una investigación con astrofísica de Oxford,
llegan a la misma conclusión de que fuese un miércoles, puesto que
sería materialmente imposible que se produjeran en el transcurso de una
única noche todos los eventos que sucedieron antes de su ejecución:
arresto, interrogatorio, además de los juicios separados de Poncio Pilato y Herodes, que por si fuera poco tuvieron lugar en varias zonas de Jerusalén.
De acuerdo con algunas investigaciones
teologales, Jesús se ajustó a un viejo calendario judío en lugar de
basarse en el calendario lunar oficial, que estaba muy desarrollado en
los años de su muerte.
En los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas se dice que la Última Cena fue una comida pascual, mientras que en el evangelio de Juan se establece que tuvo lugar antes de la Pascua.
De este modo, los investigadores concluyen “que ambas versiones tienen razón pero se refieren a dos calendarios diferentes”, y que son compatibles con la teoría de que la Última Cena se celebró en realidad en miércoles.
Los Misterios de Leonardo Da Vinci
Entre los años 1495 y 1497, Leonardo da Vinci pintó un mural, en el convento de Santa María de Gracia, en Milán, mejor conocido como “La última cena”, obra que algunos expertos consideran la mejor del mundo dentro de la categoría pictórica.
Según cuentan, el artista italiano
necesitó cerca de una década para llevar a cabo esta obra, la cual con
los años, ha adquirido gran fama, no sólo por su espectacularidad, sino
también porque guarda una serie de secretos y mucho misticismo.
Hace no mucho se dio a conocer la
noticia de que en esta obra podrían estar ocultos datos e información
valiosa, así como también uso los rostros de algunos personajes bíblicos
y algunos históricos que al parecer, da Vinci los colocó en determinados puntos, de manera precisa y sin que nadie se percatara de ello.
Sin embargo, parece que existe un secreto más que esconde esta obra. El músico italiano Giovanni Maria Pala
es un estudioso apasionado de dicha pintura y ha invertido varias horas
de trabajo para hallar qué otras cosas quiso, Leonardo, plasmar en este
trabajo.
Según el músico, tras cuatro años de investigación, asegura que en ésta hay escondida una pieza musical, así lo indica ciudadania-espress.com. Para ello, dibujó sobre el cuadro un pentagrama,
marcó las manos de los ahí retratados y las hogazas de pan, lo cual da
origen a una partitura que si se lee de derecha a izquierda, da una
melodía cuya duración es de 40 segundos.
A este italiano le llamó mucho la atención que los personajes de “La última cena”
estuvieran agrupados de tres en tres, lo que reforzó su teoría de la
existencia oculta de una melodía que dada esta característica,
probablemente se tratara de una obra cuyo ritmo es de tres cuartos.
Giovanni Maria Pala publicó un libro titulado “La música escondida”, en donde explica cómo es que nació su inquietud, así como los métodos que utilizó para llegar a dicha conclusión.
Anteriormente, ya había escuchado por
televisión la versión de que en la pintura escondía música, ese réquiem
que asegura se trata de “un himno a Dios”.
“Es como una banda sonora que enfatiza la Pasión de Jesús”, comentó el músico y también experto en informática en una entrevista para la BBC, quien también señaló que existen otros mensajes cristianos ocultos, lo que afirma la teoría de que Leonardo da Vinci además de pintor, era músico y un teólogo “refinado y sutil”.
María Magdalena, una mujer que por el Vaticano
fue considerada como prostituta, en los evangelios apócrifos se muestra
como la mujer de Jesús, su compañera mas cercana, con la que incluso
tuvo un hijo.
Para quien no sepa que son los evangelios apócrifos son aquellos escritos sobre la vida de Jesús descartados y prohibidos por la iglesia católica.
En este cuadro DaVinci muestra a Magdalena como sustituta del apóstol Juan, ya que en la época era muy común hallar similitudes entre ambos.
Si nos fijamos bien en la mesa no aparece ni el grial, ni la santa forma, sugiriendo que Magdalena era el cáliz en sí, la portadora del hijo de cristo.
En la parte derecha del cuadro, aparecen tres apóstoles que están completamente desentendidos de lo que pasa en el lado izquierdo.
Muestran una conversación particular apartados de las palabras de Cristo. Para retratar al ultimo (apóstol Simón) se dice que utilizó como imagen un busto de Platón, y para el apóstol Judas Tadeo que aparece justo al lado de Simón, un autorretrato suyo, así quiso darle un toque de herejía al cuadro, como el siempre decía “Prefiero ser mas filosofo que cristiano”
Por ultimo en el lado derecho del cuadro, aparece el apóstol Juan con un cuchillo, que intenta ocultar tras su espalda, y con la otra mano parece hacer un gesto amenazante a Magdalena, se puede apreciar incluso como el apóstol Andrés alza las manos al sentir el puñal cerca de su cuerpo. Representando como la iglesia de Pedro amenazaba a la iglesia de María Magdalena.
Muchos estudiosos creen que el Cenáculo
–la habitación en la que tuvo lugar la Ultima Cena–, y el Santo Cáliz
eran propiedad de la familia de san Marcos, el evangelista, que hizo de
intérprete de san Pedro en Roma.
San Marcos y san Pedro vivían en relación estrecha y parece tener sentido que san Marcos diera la Santa Copa a san Pedro, por la simple razón de que era muy importante para los primeros cristianos usar reliquias en la liturgia, y Pedro era la cabeza de la Iglesia.
La tradición española afirma que san Pedro se llevó el Santo Cáliz consigo a Roma, donde lo pasó a sus sucesores hasta la persecución de Valeriano, en el año 258.
Debido al grave peligro de que la preciosa reliquia cayera en manos de los romanos, san Sixto II, sabiendo que pronto sería martirizado, confió la copa a su tesorero y diácono, san Lorenzo. Éste a su vez la dio a un soldado español pidiéndole que la llevara a Huesca, España, donde sabía que su familia se haría cargo de ella.
Esta antiquísima tradición se apoya en
muchos factores: el canon romano de la Misa, el hecho de que la copa no
se menciona en Roma hasta el siglo III, varios documentos, y la
presencia tradicional e histórica del Santo Cáliz en España.
Los hechos a menudo se mezclan con
afirmaciones falsas y material legendario, de tal manera que hacen dudar
sobre la posibilidad de llegar a saber la verdad.
Un serio rival de la tradición de san Lorenzo, al menos en la opinión popular, es la leyenda de que José de Arimatea llevó el Santo Grial a Inglaterra.
Narra que José de Arimatea recogió la sangre de Cristo en una vasija que fue usada como bandeja para el pan y el cordero pascual en la Ultima Cena, y luego la entregó al dios celta Bron
que la llevó a Occidente como un talismán de inmortalidad. No es
difícil comprender hay leyendas que solo se basan en acciones jamás
probadas y el grial en cualquier caso es una copa histórica, o más bien
una bandeja que no existió en realidad, o la sangre real de cristo que
marcan sus descendientes con Maria Magdalena. Nos encontramos ante un
ejemplo perfecto de mezcla de fantasías y realidad, literatura y leyenda que permite muchas discusiones sobre el Santo Grial.
El Santo Grial debería
interesar ante los ojos de la fe los cristianos de hoy por la misma
razón de que siempre ha sido venerado, a través de los siglos, como un
símbolo de la copa usada por Cristo durante la Eucaristía.
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos:
“Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo:
el que coma de este pan vivirá para siempre.
“Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo:
el que coma de este pan vivirá para siempre.
Y el pan que yo daré es mi carne, para la vida del mundo.
Disputaban entonces los judíos entre sí:
¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?
Entonces Jesús les dijo: Os aseguro que si no coméis
la carne del Hijo del Hombre y no bebéis su sangre,
no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre
tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.
Disputaban entonces los judíos entre sí:
¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?
Entonces Jesús les dijo: Os aseguro que si no coméis
la carne del Hijo del Hombre y no bebéis su sangre,
no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre
tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.
Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él.
El Padre que vive me ha enviado y yo vivo por el Padre;
del mismo modo, el que come vivirá por mí.
El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él.
El Padre que vive me ha enviado y yo vivo por el Padre;
del mismo modo, el que come vivirá por mí.
Éste es el pan que ha bajado del cielo:
no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron:
el que coma este pan vivirá para siempre.”
el que coma este pan vivirá para siempre.”
Juan 6, 51-58
No hay comentarios:
Publicar un comentario