martes, 26 de noviembre de 2013

Logia

LOGIA
La palabra “logia” es de origen sánscrito y, en diversas formas derivadas, común a casi todas las lenguas indoeuropeas. El recinto de la logia masónica es rectangular y se ingresa en él por su lado Oeste, siguiendo el modelo de los tiempos clásicos y a diferencia del templo de Salomón, cuyo acceso se situaba al Este. La entrada “este”, en recuerdo de la de aquel Templo, está representada en las logias por la abertura central de la balaustrada que decora el espacio llamado “Oriente”, tras la que se encuentra el sitial del Venerable Maestro de Logia.
La orientación Este- Oeste de los templos, independientemente de dónde se emplace el acceso a los mismos, remonta su origen al culto solar.
El Sol, nuestra fuente de vida, ha simbolizado siempre un aspecto de la inteligencia cósmica, acumulada en los fotones de su masa. Su “divinización” por las civilizaciones clásicas de todo el planeta no tiene otra interpretación de fondo, por más que las teogonías religiosas, elaboradas sobre tan elocuente simbolismo, hayan podido sofisticar el tema. La luz solar, entrando por el Este al amanecer, iluminaba el Devir o Santuario del templo salomónico, subrayando así el significado universal del mensaje contenido en el Arca de la Alianza, en intención de los inspiradores de aquella religión. El acceso por el Oeste simboliza, en los demás casos, la marcha “hacia la Luz” que penetraba por las aberturas o ventanales que solían practicarse en el muro Este de los Templos. Tal es el valor simbólico retenido por las Logias. La Logia es el “locus” latino que designaba un “lugar” del bosque, un espacio cubierto por ramajes, considerado sagrado y en el que igualmente se desarrollaban ceremonias rituales. Las logias masónicas dispuestas para el trabajo de los aprendices, compañeros y maestros masones solían tener sus muros pintados de color azul. La Masonería Simbólica recibe por ello el nombre de “Masonería Azul”. Sin embargo, los rituales Escocistas consideran el color rojo como el propio del Simbolismo Masónico. Los aprendices ocupan sus puestos a lo largo del muro Norte de la logia, simbolizándose con ello su provisional distanciamiento del calor y luz solares, que concentran su mayor intensidad en el “Sur”, donde se sitúan los compañeros y maestros (éstos opcionalmente). La “germinación” iniciática hará pasar al Aprendiz a los bancos del “Sur” tras su período preparatorio, ayudados por la energía que sobre ellos proyecten aquéllos. Las logias “azules” son también llamadas “de San Juan , en recuerdo de la solemnización ritual de la llegada de los solsticios de verano e invierno que acostumbraban a celebrar los masones operativos.
Ambos Solsticios coinciden, aproximadamente, con las festividades cristianas de San Juan Bautista y San Juan Evangelista (junio y diciembre) que las cofradías masónicas festejaban, dentro del ambiente social en que se hallaban insertas. De ello deriva también la costumbre de colocar sobre el altar de la logia una Biblia abierta en cada Tenida. Los diferentes símbolos que decoran la Logia merecen un detenido estudio, pues cada uno de ellos encierra una gran riqueza de analogías potenciales.
Probablemente existan algunas otras versiones de la palabra LOGIA, pero en general ésta es la acepción más generalizada; ojala podamos seguir estudiando de más fondo los cimientos de este término, por lo pronto esta es una humilde colaboración que espero sirva de motivación para investigar y analizar el origen de este término.


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