miércoles, 5 de octubre de 2016

CONSIDERACIONES

CONSIDERACIONES
La Francmasonería no es una sociedad simple, sino una agrupación de sociedades que aceptan como base fundamental un conjunto de antiguas leyes, escritas o no escritas, que denominan “Antiguos Límites”, “Antiguos Cargos”, “Marcas”, o “Landmarks”.

Este cuerpo de ordenamientos se deriva directamente de los que regían el funcionamiento de las asociaciones de masones operativos en la Edad Media y es el resultado de una larguísima experiencia.

Los Antiguos Límites han logrado que la Francmasonería sea siempre una e indivisible, a pesar de la variedad de cuerpos que la constituyen, y que no se modifique ni prostituya su carácter esencial a través de los tiempos. Por encima de cualquier constitución o reglamento están siempre los Antiguos Límites; estos definen las normas básicas de funcionamiento de la institución, los requisitos,derechos y obligaciones de los miembros y funcionarios y la postura filosófica, social y política de la Masonería Universal. A pesar de su importancia, no son dogmáticos sino convencionales y admiten que exista una variedad casi infinita en la manera y orden con que pueden impartirse las enseñanzas, en el estilo de la decoración de los “Templos”, en las liturgias y en muchos otros aspectos. A ellos se debe la diversidad de los RITOS MASONICOS que son aceptados como “Regulares”.

Se llama Rito, en Masonería, al conjunto de reglas o preceptos de conformidad con los cuáles se practican las ceremonias y se comunican las instrucciones de los grados.

Pasan de cien los ritos que han sido fundados, en diversos tiempos, dentro de la Masonería, y que se han considerado como “RECONOCIDOS”. Muchos de ellos tuvieron una vida efímera pero otros han subsistido hasta nuestros tiempos. El pertenecer a un rito determinado, sin embargo, no es obstáculo para que los Masones se traten entre si como miembros de una misma gran familia y se visiten mutuamente.

De todos los ritos, son considerados como los principales el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, el Rito Inglés de York o Rito del Real Arco. Sin embargo, en algunos países han existido ritos nacionales que han demostrado gran actividad, como el Rito Moderno Francés, del que surgió la Revolución Francesa; el Rito del Celeste Imperio, que se practica en Turquía; el Rito Sueco, el Tien-Foe-Whe, de la China; elBenemérito Rito Nacional Mexicano, de gloriosa memoria en nuestro país, y muchos más.

Los masones se congregan en pequeños grupos formados con algunas decenas de miembros, que denominan “Logias” y se reúnen una vez por semana en un local adecuado que recibe el nombre de “Taller”, dando a entender con ello que se congregan para trabajar.

El valor e importancia de los trabajos que se desarrollan en las logias no depende del estilo o fastuosidad de su decoración. Muchas de ellas procuran limitar al mínimo estos adornos para que no se distraiga la atención y se desvíe del trabajo principal, que es de orden intelectual. Se puede trabajar masónicamente a campo raso y bajo la bóveda celeste, o en una choza de paja, sin que nadie pueda alegar que se demeritan en algo las bellas ceremonias en que se van revelando las enseñanzas y secretos de la Masonería.

En cada población de regular importancia existe, por lo menos, una logia masónica que imparte los tres grados fundamentales del Simbolismo, o Masonería Azul: Aprendiz, Compañero y Maestro.

Cada una de estas logias está incorporada a una Gran Logia, cuyos límites de jurisdicción corresponden generalmente a los del Estado en que se encuentra. Los funcionarios de estas Grandes Logias son electos democráticamente entre los maestros de todas las logias simbólicas de la jurisdicción y toca a ellos gobernar en los asuntos que incumben a la agrupación. Finalmente, existe dentro de cada país un organismo o Confederación de Grandes Logias y, en el plano internacional, otros organismos que preparan y realizan congresos regionales y mundiales para el estudio y resolución de los problemas generales de la Orden; Estos súper organismos que preparan y realizan congresos regionales y mundiales para el estudio y resolución de los problemas generales de la Orden; solamente pueden formular recomendaciones a las Grandes Logias.

Es la Masonería Azul, o sea las Logias Simbólicas, la que constituye el grueso del pueblo masónico, y aunque existen otros cuerpos superiores que imparten los grados Capitulares, Filosóficos y Administrativos, hasta el último grado del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, que es el 33º, existe una independencia completa entre la Masonería Azul y estos otros niveles de la Masonería, por lo cuál los grados que otorgan no tienen preponderancia alguna en las Logias Simbólicas, en donde no se reconoce otra categoría superior a la del Grado de Maestro.

Igual independencia existe con relación a otros organismos o instituciones “colaterales”, como son de diversas órdenes de Caballería(Templarios, Cruz de Constantino, Shriners, etc.) Ordenes juveniles (Asociación de Jóvenes Esperanza de la Fraternidad, A.J.E.F. de Molay, Etc.) y Femeninas (Arco Iris, Estrella de Oriente), y otras como los Odd Fellows, Caballeros de la Luz, La Orden Rosacruz, etc, todas ellas también representadas en Cuba. Estos organismos no son parte de la Orden Masónica, aunque algunos de ellos fijen como requisito para ser admitido la posesión de ciertos grados masónicos; Pero le son complementarios en aspectos sociales, benéficos, educativos y de acción externa.

Las logias simbólicas se rigen a sí mismas en todos los asuntos internos, empleando para sus deliberaciones el orden parlamentario y tomando sus acuerdos en votaciones democráticas. Eligen periódicamente a sus funcionarios y otorgan a los nuevos miembros los diversos grados, a medida que los van mereciendo. Establecen sus reglamentos internos y le imprimen a los trabajos y estudios el curso que consideran más conveniente, procurando no salirse de los principios generales de la orden.

En resumen, es la Logia Simbólica la unidad orgánica de la Institución Masónica. Estas Logias se encuentran congregadas en Grandes Logias y pertenecen a algún Rito reconocido, subsistiendo por encima de estas divisiones de carácter administrativo la absoluta unidad de todos los masones del mundo entero, que se reconocen fraternalmente, se ayudan y trabajan de común acuerdo hacia las metas de progreso y bienestar de la humanidad, que constituyen el deber cotidiano que todo masón se ha impuesto voluntariamente.

Obligaciones y derechos.

Toda sociedad tiene derecho de exigir de sus miembros el cumplimiento de ciertas obligaciones y, a la vez, le hace participe de los beneficios que ofrece. La Masonería no es una excepción, por lo que es justo y necesario que antes de contraer las obligaciones de la masonería, sepa cuáles son las obligaciones y los derechos de un masón.

La primera de las obligaciones consiste en guardar un silencio absoluto de los asuntos tratados en las reuniones o “tenidas” (como se les designa masónicamente). La Masonería no es propiamente, una sociedad secreta, pero si es discreta. En los varios siglos de actuación que lleva recorridos ha podido probar que sólo con reserva, sigilo y discreción se puede estar a salvo de los ataques que nacen de la incomprensión, del fanatismo y de la envidia. A los que comentan que: “¡Algo de malo habrá en ello, puesto que se esconden para hacerlo!”, Les contestaremos que nunca las nuevas ideas han encontrado el camino sembrado de comprensión, buena voluntad y aliento. Por el contrario, recordemos a Sócrates acusado de pervertir a la juventud, a Galileo torturado por blasfemo, a Spinoza excomulgado por ateo, y tantos otros que han seguido igual o peor suerte.
Y si hay quien diga que esos tiempos ya pasaron y que en los tiempos actuales hay libertad de expresión y respeto hacia las nuevas ideas, les diremos que están en su derecho para creerlo así; pero que la Masonería está estructurada de modo tal que pueda seguir funcionando aunque impere un régimen de opresión política y económica y de coartación de la libertad. Por tanto, no necesita justificar su exigencia de que los miembros guarden cuidadosamente sus secretos, puesto que ello es parte de su naturaleza, y la sabiduría de este proceder ha sido constatada en tiempos buenos y malos.
La segunda de las obligaciones de un buen Masón es la de trabajar intensamente en pro de su propia perfección interna. Deberá corregir sus propios defectos, combatir sus pasiones y prodigarse en el servicio para con los demás. En esto consiste el trabajo masónico, que es, como se dijo antes un trabajo personal de evolución y labrado de la personalidad. No es buen masón quien solamente se dedica a reunir abundantes conocimientos sobre filosofía, historia, ciencia litúrgica, psicología, sociología, etc., si esta ilustración no va acompañada de un auténtico espíritu fraternal que le impulse a correr en auxilio de todo hombre que necesite de sus servicios.
Tampoco podrá calificarse de masónica labor de quien está animado de grandes deseos de hacer el bien, pero que carezca de la ilustración y capacidad suficiente para reconocer la forma más eficaz y provechosa de hacerlo. El verdadero Masón cohonesta sus conocimientos con un comportamiento altruista y virtuoso, y pone en juego ambas cualidades en trabajo infatigable, para que sus buenos deseos se transformen en realidades palpables.
La tercera obligación es la de cumplir con los Estatutos Generales de la Orden, las Constituciones de la Gran Logia a que pertenezca y los Reglamentos particulares de su logia. Aunque no sería posible dar a conocer en esta obra este cuerpo de disposiciones legales, bastará explicar que su objetivo único es el de fijar las normas de gobierno y funcionamiento interno de logias, y que todo masón sabe que estas órdenes tienen como mira el bien común y jamás pueden contravenir los principios del honor y virtud que proclama la Orden.
Huelga decir que entre las obligaciones que se desprenden de los Reglamentos particulares de las logias están incluidos los de asistir puntualmente a la “tenidas” semanales, estar al corriente en los pagos de las cuotas personales, o “capitas”, y conducirse siempre con decoro y orden.
En primer lugar, ofrece su conjunto de enseñanzas sistematizadas, las cuales va impartiendo a cada quien, según los méritos alcanzados por su esfuerzo personal. Otorga a todos sus miembros el derecho de recibir ayuda y amor fraternal en cualquier lugar del mundo en que se encuentren. El masón tiene amigos en todas partes, siempre dispuestos a correr en su auxilio en el momento en que los llame. Sin importar las diferencias de rito que practique ni la jurisdicción a que pertenezca, cada masón se considera hermanado con todos los demás masonesdel mundo. En la mayoría de las organizaciones masónicas existen, además, otras ventajas de orden mutualista, como por ejemplo: el seguro de vida, bolsa de trabajo, fondo asistencial, etc. Debemos hacer notar, sin embargo, que no es en estos servicios asistenciales donde radican los beneficios de la Masonería, sino en la oportunidad que brinda a sus miembros para estudiarse a sí mismos y ponerse a prueba dentro de los trabajos de la logia, alcanzando un mejoramiento constante, gracias a las sabias normas y disciplinas de la Orden.
Finalmente, la Masonería brinda a quienes evolucionan dentro de ella, la oportunidad de ampliar su campo de acción en el mundo externo y desarrollar una actividad de mayores alcances y trascendencia. Esto se logra como resultado de la cohesión que se establece entre los masones y que después trasciende a los diversos campos de acción en que se encuentran profesionalmente. No es esto el producto de un plan de acción premeditado por la Institución Masónica y que aconseje colocar a fulano aquí y a zutano allá, como piezas de un ajedrez en que se juegue alguna trascendental partida política; es más bien la polarización espontánea de todos los hombres en quienes se ha sublimado el amor a la libertad, a la justicia social y al progreso, cuando con ocasión de un acontecimiento que viola los derechos del hombre y obstaculiza la marcha ascendente de la humanidad, convergen al unísono, impelidos por sus ideales de Libertad, Igualdad y Fraternidad.
Para coordinar la actividad externa social, educativa, benéfica y política de los masones existen asociaciones civiles, en cuyo seno se reúnen los masones de todos los ritos, jurisdicciones y obediencias, para aunar sus esfuerzos y luchar hacia las nobles metas que en los talleres masónicos se enseñan. Estas asociaciones representan, para la masonería, lo que el brazo es para el cerebro: un órgano ejecutivo para la realización de los ideales masónicos.
Fuera de estas obligaciones y derechos de un masón no hay otros. Cada Masón lo es por su libre y espontánea voluntad, y tiene derecho a retirarse, como caballero, de la Masonería, cuando lo desee, si que por ello sufra persecuciones, amenazas o ataques. Sólo se le pide, bajo su palabra de honor que no revele los secretos de la institución, y si no lo cumple, el único que se perjudica es él mismo y no la Masonería, ya que el verdadero y más preciado secreto masónico es inviolable por su naturaleza.


lunes, 3 de octubre de 2016

¿Qué Ofrece la Masonería a los que se Inician en Ella?

¿Qué Ofrece la Masonería a los que se Inician en Ella?

 Por Federico Landaeta

“La Masonería no ofrece nada a quienes osan tocar a sus puertas y logran ingresar, pero si le exige todo a quién entra en ella…” así dice una de las consejas más arraigadas que impera dentro de la Orden Masónica, no sólo aquí en Venezuela, sino, en la Masonería Universal.

Y aún cuando nada ofrece a los que buscan ingresar a ella, una vez cruzado el umbral, los masones encuentran mucho más de lo que pudieron haber pensado que conseguirían antes de franquear sus puertas y encontrase dentro del Templo. Realmente, lo que se consigue es una vida diferente, una vida total y absolutamente distinta a la que llevaba como un caballero profano, ya que después de haber pasado por la Iniciación Masónica, el hermano se ve obligado a cambiar totalmente su forma de ver y vivir la vida, pero esto es por conciencia, por necesidad propia, no por imposición externa.
Porque siendo él un Iniciado, es por consiguiente un “Hombre Libre y de Buenas Costumbres”, y ya que, la Masonería es “El estudio de las Ciencias y la práctica de las Virtudes…”, y habiéndose comprometido a cumplir fielmente los Principios Masónicos; el nuevo hermano tiene que cumplir con la practica constante de los más altos valores morales y éticos, y cumplir con los demás requisitos que harán de él un verdadero Masón. Tiene el deber de estudiarse a si mismo, y ha de practicar las virtudes, porque solamente con esa combinación le hará libre de las cadenas que le imponen los vicios y las pasiones al resto de la humanidad. Solamente así podrá ser reconocido como un digno Masón, y un Iniciado Real.
La Masonería, como escuela iniciática y medio de perfeccionamiento, no ofrece nada a nadie, pero aquel que llegue a poner en práctica sus nobles principios, verá, repentinamente, que se encuentra en un oasis ubicado en medio del caos de la vida actual, de las ambiciones personales, del egoísmo, de la violencia inclemente. Porque eso es lo que ofrece la Masonería a todo aquel que llegue a ella con un corazón abierto y en actitud receptiva: “…una grata y refrescante sombra en medio del sol abrazante de los deseos materiales y animales…
Por qué motivo la Masonería le exige todo a sus miembros..? Pues porque para poder alcanzar la meta mas elevada es imprescindible darlo todo, es inevitable que exista una entrega total. El precio que debemos de pagar por cualquier cosa que deseemos adquirir, tiene que ir de acuerdo al bien que estamos adquiriendo, y como lo que buscamos en la Masonería es el bien más elevado, el pago tendrá que ser el pago máximo.
Hay que hacer el mayor esfuerzo, y cuando mayor sea este, mayores han de ser los frutos que hemos de cosechar. Es nuestra acción la que determine la cuantía y el valor de los que hemos de recibir, aunque no estemos esperando nada a cambio, en la Masonería el hombre consigue lo que no consigue en ninguna otra parte: Elevarse por encima de las supersticiones, los vicios, el fanatismo y la ciega obediencia a los dogmas que tanto daño le han hecho a la Humanidad.

Francmasonería, ética humanista de la Libertad

Francmasonería, ética humanista de la Libertad

 El Aprendiz no sabe leer ni escribir pero va percibiendo a lo largo de su vida en la Orden (bonus vir semper tiro) que está llamado a la lectura. A la lectura de textos masónicos, ciertamente, pero, sobre todo, a la lectura inteligente de cuanto se ha escrito desde la Antigüedad en la dirección del Saber y del Admirar, es decir, al servicio de la búsqueda del conocimiento y de la belleza.
El Arte del Francmasón no se encierra entre cuatro paredes, sino que se abre al mundo que le rodea; no se halla constreñido por un Libro, aunque el Libro pueda servirle como cauce hacia todos los libros; y, de alguna forma hace suyo el lema de la antigua y secular Royal Society, claustro materno de la Francmasonería especulativa, alrededor de Isaac Newton, nullius in verba, que es una sintética proclamación de la libertad de la Ciencia y de la desobediencia ante cualquier autoridad dogmática, aun la de quien pretenda ser el Maestro. Los Francmasones desaconsejamos adoptar esta actitud, al manifestar rotundamente que todos los apriorismos están destinados a ser destruidos y que comete un grave error quien pretenda hallar todas las respuestas de un solo enunciado del problema. El mismo error en que incurriría una sociedad que pretendiera imponer respuestas definitivas a todas las cuestiones. El Francmasón debe huir de la perennidad que no sea una manifestación de vida. Durar en un sistema de existencia que hubiera excluido la sorpresa, la fantasía o lo imprevisible sería el horror absoluto. Contra este horror la Francmasonería se comporta como un río que no avanza en línea recta sino que lo hace a través de la sinuosidad de sus meandros y que no se alimenta de una sola fuente sino de varias, de distinta intensidad y calidad.
El Arte del Francmasón es, pues, el camino interminable desde el Caos hasta el Orden, el combate por la transformación del pesimismo en optimismo y la utilización de los símbolos como herramientas al servicio del pensamiento libre, de tal manera que una cierta intuición sobre la posibilidad de la coherencia en el caos permite ensayar el cumplimiento de la misión de reunir lo que está disperso.
El conocimiento de la esencia de la Francmasonería conviene que no pierda de vista el aprendizaje, siempre incompleto, del espíritu de geometría, aquél que se desprendía de la proposición de Karl Popper, según la cual la lógica del descubrimiento científico exige que cualquier proposición sea refutable. Las falsas ciencias, sorprendentemente en boga en el inicio del siglo XXI, tratan de imponer visiones generales del mundo, cosmovisiones cerradas, donde se vende el remedio de todos los males –l’elisir d’amore de Gaetano Donizetti sobre un libreto de Felice Romani nacido de Le phitre de Eugène Scribe, ópera estrenada en Milán el 12 de mayo de 1832-, consistente en la aceptación incondicional de algunas afirmaciones presentadas como dogmas y transmitidas ordinariamente por charlatanes, como el arquetipo de Dulcamara, el vendedor de productos milagrosos.
Muy al contrario, resulta pacífica la teoría de que la Francmasonería ha ejercido y aún ejerce como una escuela de formación de ciudadanos: en las logias el francmasón aprende a ejercer el derecho de sufragio, a exponer sus ideas mediante discursos medidos bajo el deseo de que convenzan sin herir, a respetar las diferencias y a aprender de ellas, a actuar conforme a sus ideas en un marco constitucional sometido a la Ley de la mayoría y no a la imposición del príncipe, a reconocer la equidignidad de la mujer en la vida privada y en la vida pública y a rechazar cualquier ideología que no respete al ser humano libre como eje sagrado de la construcción de la vida colectiva. No hay ninguna logia en el mundo digna de tal nombre que no realice los esfuerzos necesarios para que sus miembros compartan, practiquen y difundan los elementos recién citados como irrenunciable aspiración al mantenimiento y desarrollo de una sociedad buena.
En el terreno de la Ética, que es el propio de la Francmasonería, precisamente por su búsqueda del espíritu de geometría, nos interrogamos sobre nuestra conformidad con nosotros mismos, mediante el desbastamiento de la piedra bruta, un imperativo, y huimos de cualquier idea de culpabilidad, porque la culpabilidad es siempre el resultado del enjuiciamiento de otro. La Ética humanista –que es la misma moral científica que defendía desde la cárcel Francisco Ferrer Guardia- rechaza que el juez de nuestra conducta sea otro que el propio actor. Así, el Francmasón se esfuerza por desaprender el hábito de ser juzgado para aprender a juzgarse a sí mismo. Este empeño, en cierto sentido inalcanzable, nos conduce a transitar permanentemente por la búsqueda del conocimiento que nos permita a cada uno de nosotros substituir al juez exterior. Nuestro devenir hacia lo que somos parte del esfuerzo por dejar de permitir que otros nos juzguen, lo que abre, en mi opinión, sencillamente, la puerta al ejercicio más crucial del ser humano tras la Reforma y, sobre todo, tras la Ilustración, el libre examen.
Me parece especialmente relevante la advertencia que conduce hacia la negativa a ser juzgado, porque, precisamente, las nuevas cosmogonías, como las nacidas de las llamadasconstelaciones familiares de Bert Hellinger, por poner un ejemplo, recuperan el vigor de la heteronomía moral como instrumento de dominación. Volviendo a l’elisir d’amore, losDulcamaras de la postmodernidad hablan, exclusivamente, en clave de imposición, reparten órdenes a diestro y siniestro sobre lo que los otros deben hacer y concitan adhesiones de cuantos ingenuos Nemorinos caen en sus garras. Que muchos de estosNemorinos pertenezcan hoy al mundo de los directivos empresariales o de las profesiones liberales es la combinación entre el vacío generado por la envidia pecuniae llevada al extremo y la voracidad recaudatoria de los Dulcamaras reciclados.
La Ética masónica se halla tan alejada de un código de prohibiciones como del grito nihilista de “¡todo está permitido!”. Ya en la leyenda de Adán y Eva se hallaba un anhelo nobilísimo de amor al saber (al comer del árbol de la ciencia) que siguió, no por casualidad, al non serviam de Jeremías, II, 20. El hombre quiere ser dios para ser verdaderamente hombre y no esclavo. Y cuando deviene humano, halla en el interior de sí mismo el sentido del deber.

sábado, 1 de octubre de 2016

MASONERÍA SECRETA.

MASONERÍA SECRETA.

Para los historiadores, la masonería nació en 1717 gracias a los pastores protestantes ingleses James Anderson y J. T. Desaguliers, pero es lógico que sus ritos y creencias estuvieran inspiradas en creencias muy anteriores cuyos orígenes siguen en disputa ¿Proceden acaso de los Antiguos Misterios Paganos, del templo del Rey Salomón, de los Templarios o de los Masones Operativos de la Edad Media?

En el Museo Británico se conservan dos de los documentos masónicos más antiguos que se conocen. Parecen remontarse a 1390 y 1450 respectivamente. El primero recibe el nombre de Manuscrito Regius, y el segundo es llamado Manuscrito Matthew Cooke. Tiene dos partes, conocidas como “la Historia” y “los Cargos Antiguos”, que formaban parte de las Regulaciones generales masónicas compiladas en 1720, y que James Anderson utilizó también como material de referencia en sus Constituciones tres años antes. En el mejor de los casos, entonces, las primeras menciones masónicas datan del siglo XIV. ¿Es esa la antigüedad de la poderosa sociedad o existe un origen anterior, mítico y misterioso?

Estética salomónica

El ocultista pionero Eliphas Levi nos recuerda una leyenda masónica que relaciona los orígenes de esta institución con un manuscrito del siglo VIII sobre la construcción del templo de Salomón y su arquitecto Hiram Abiff.
El mítico templo era un auténtico tratado de geometría que reproducía en sus estructuras simbólicas los diferentes planos o niveles del cosmos. Su verdadera importancia es más bien alegórica. Así, esta construcción no sería más que una reproducción de la bóveda celeste donde el Sol es el rey y el altar apuntaría a la constelación de Aries. Algo que queda patente en la Epístola a los hebreos (9,24) cuando dice que “no entró Cristo en un santuario hecho por la mano del hombre, imagen del verdadero, sino en el cielo mismo”.
Aún hoy, la decoración de las logias masónicas representa en su techo la bóveda celeste y, a su alrededor están los signos del zodiaco. LaBiblia dice que para la construcción del templo de Jerusalén fueron necesarios 153.300 trabajadores, divididos jerárquicamente en tres grados: 70.000 aprendices, 80.000 oficiales o compañeros y 3.300 maestros. Asegura la leyenda que se reconocían entre sí por medio de palabras secretas, señales y toques, diferentes para cada categoría. Según la tradición masónica, Hiram completó la construcción del templo en siete años y, después, fue asesinado a golpes. “Cuando la construcción del templo de Salomón llegaba a su fin (explica a AÑO/CERO el erudito masónico Mario Pérez Ruiz), tres compañeros desearon conocer los secretos de los maestros y así disfrutar de ese grado y al no conocer la palabra secreta asesinaron a golpes a Hiram Abiff”.
Los asesinos enterraron el cadáver lejos de Jerusalén y Salomón ordenó que nueve maestros lo buscaran. Y lo hallaron. Para reconocer el lugar donde fue sepultado plantaron allí una rama de acacia.
El relato de la muerte de Hiram guarda relación simbólica con Osiris. El arquitecto del templo de los judíos fue asesinado en la puertaoccidental del templo, que es donde se pone el Sol. En la mitología egipcia los Salones del Amenti, regidos por el dios de la muerte y la reencarnación, están situados, también, en Occidente. Osiris se levanta de entre los muertos en el norte, que en la mitología egipcia está regida por Leo. Hiram Abiff es levantado de entre los muertos mediante un estrechamiento de manos masónico denominado la presa del león. Y, finalmente, tanto en los misterios masónicos como en los egipcios el “dios” que ha resucitado es enterrado en una colina y señalizado con un árbol.
La entrada al templo de Salomón estaba flanqueada por dos columnas conocidas con los nombres de Jachim y Boaz, a la guisa de los obeliscos que hacían lo propio en los templos egipcios. Las inscripciones que se hallan, por ejemplo, en el obelisco egipcio situado en el Central Park de Nueva York, mostrarían símbolos masónicos de tiempos de Tutmosis III. Lawrence Gardner asegura que Hiram Abiff retomó la costumbre egipcia de situar pilares a la entrada de los templos cuando situó Jachin y Boaz en el Templo de Salomón. Su interior era hueco y estaba pensado así para salvaguardar los archivos y los textos de las normas de los constructores.
Para los historiadores masónicos no es coincidencia: “Toda luz viene de Oriente; toda iniciación de Egipto“, dejó escrito Cagliostro, fundador del Rito de la masonería egipcia. Hoy, el recuerdo de la luz de Egipto sigue fascinando a muchos masones, que no dejan de soñar con el esplendor y la perfección de las pirámides o los templos de la civilización faraónica.

Sufíes, sabeos y templarios

No obstante (nos recuerda Gérard Galtier) para la mayoría de francmasones, la Tierra Santa es la de Jerusalén y lo que convendría reconstruir es el templo de esa ciudad. Y es que, en efecto, Salomón guarda la llave que permite abrir los secretos de la moderna francmasonería. Ya desde el siglo XVIII, varios autores sugirieron que el origen de la masonería había que buscarlo en los templarios. Según las teorías de estos estudiosos, esta fraternidad de monjes-guerreros fundada en 1118 habría permanecido encerrada nueve años en el templo de los judíos y tras una rápida expansión por Europa habría sido responsable de la financiación de buena parte de las catedrales góticas. ¿Acaso el movimiento masónico tomó su iniciativa de los templarios?
El célebre escritor Robert Graves deduce que la masonería fue introducida en Europa, y concretamente en Escocia, bajo la apariencia de un gremio de artesanos gracias a los templarios. Esta Orden habría recuperado en Tierra Santa abundante documentación islámica y judía, de ahí que algunos especialistas perciban en las enseñanzas masónicas cierta influencia sufí.
El traductor de las Mil y una noches, Sir Richard Burton, definió al sufismo como el pariente oriental de la masonería. Más lejos llega Idries Shah al concluir que “Boaz” y Salomón no fueron israelitas sino arquitectos sufíes. De hecho, Salomón es venerado por el Islam como un profeta. Pero Jorge Blaschke y Santiago Río aclaran que los sufíes no son su origen primigenio. Las raíces de sus enseñanzas radicarían en los sabeos, una secta de artesanos y comerciantes que profesaban una doctrina helenística atribuida a Hermes y que se concentraron en la Alta Mesopotamia y al noroeste de Alepo entre los siglos IX y XI. Practicaban un comunismo iniciático que propagaba un ritual de compañerismo, un entendimiento entre cuerpos de un mismo oficio. En su opinión, la reforma de la masonería en Londres, a principios del siglo XVIII, cometió un grave error, ya que confundió con hebreos los términos sarracenos, desvirtuando la antigua tradición sufí.

Constructores de catedrales

Pero la mayoría de historiadores coincide en que los inicios de la masonería radican en las corporaciones de oficios y constructores medievales. Hablamos de hombres que interpretaban en un sentido muy sutil esa pedagogía de masas que la Iglesia pone en marcha en función de lapiedra, ese arte ilustrativo que trataba de transmitirle al pueblo lo que no podía leer porque no sabía, explica Eduardo R. Callaey. “Cuando ves un pórtico románico es un libro que trata de transmitir cosas. A lo largo de la historia de la humanidad construir siempre ha tenido una connotación sagrada porque lo que se erigían eran templos. Lo demás no ha perdurado. Lo que ha llegado hasta nosotros es la piedra de los zigurats, las pirámides, los grandes templos de Oriente. Por lo tanto, siempre hubo una connotación sagrada en el oficio de construir”. En su opinión, esa responsabilidad recayó durante el Medievo en las órdenes monásticas y, en especial, en la benedictina (ver entrevista). En efecto, bajo la dirección de los grandes abades aparecerán las primeras expresiones de una arquitectura renovada que mostrará sus posibilidades en el arte románico y estallará con toda su potencia en el gótico. Bajo su protección encontraremos también las primeras evidencias de una masonería primitiva, fruto de la renovación del conocimiento y las técnicas de la construcción.
Los benedictinos primero y más tarde los cistercienses, dominarán la construcción. Cada convento es una colonia donde, además de dedicarse a la práctica de la piedad, se estudian las lenguas, la teología y la filosofía, se ocupan activamente de la agricultura y se ejercitan y enseñan todos los oficios. Los abades trazan los planos y dirigen su construcción, estableciendo de este modo una corriente de inteligencia entre los conventos.
Si Callaey está en lo cierto, la espiritualidad de Occidente subyace en las raíces del esoterismo judeocristiano y el trabajo iniciático de refinar la “piedra bruta” “símbolo central de la doctrina masónica” encuentra un antecedente directo en la acción de “cuadrar la piedra”, planteada por los grandes maestros benedictinos como alegoría de la construcción del “hombre espiritual”, apto para la tarea de erigir sobre la Tierra el reflejo de la Ciudad Sagrada, la mítica Jerusalén Celeste. Esto no deja de ser una tremenda ironía a la luz de la actitud combativa que siempre ha demostrado la Iglesia frente a la masonería.
Para demostrarlo, el historiador argentino esgrime fuentes de época y escritos históricos, como un manuscrito de Wilhelm de Hirsau, uno de los más grandes abades constructores de la Orden Benedictina en el siglo XI, en el que se hace referencia al mandil y a su profunda significación.
Xavier Casinos asegura que los masones gozaban además de privilegios que no tenían otros artesanos, como la libertad o franquicia de trasladarse de un lugar a otro para realizar su trabajo. Por eso se les llamaba también francmasones o freemasons (albañiles libres). Esa movilidad, en cualquier caso, dio lugar a los signos secretos, con objeto de reconocerse entre sí cuando acudían a una nueva construcción.
Durante el siglo XVII tuvo lugar el proceso de transición que llevó a los gremios de constructores a convertirse en la masonería tal y como la conocemos en la actualidad. Es decir, abandonó su operatividad para transformarse en una sociedad filosófica que mantenía buena parte de la simbología medieval, como el compás, la escuadra, el mandil y la plomada. Con el nacimiento de esta masonería especulativa sus miembros ya no deberán construir una catedral, sino una humanidad mejor a partir del templo interior de cada masón.
El caballero Ramsay introdujo la “hipótesis templaria”, más adecuada para la nobleza del siglo XVIII que el carácter burgués de las Corporaciones de Oficio, y dio nacimiento al sistema conocido hoy como Rito Escocés Antiguo y Aceptado. A partir de entonces, se introdujo un nuevo elemento de controversia entre quienes abrazaron el origen templario de la institución como fundamento histórico de la Orden y quienes intentaron sostener su origen en los constructores de catedrales.

Rosslyn y el secreto de los masones escoceses

Esta discusión, que ya lleva más de dos siglos, se ha visto incentivada en los últimos años con la aparición de numerosos libros, tanto históricos como debidos a los defensores de este origen templario de la Masonería. Muchos creen haber encontrado en la capilla de Rosslyn el nexo definitivo que uniría el destino de la Orden del Temple y los maestros canteros.
Según los escritores británicos Christopher Knight y Robert Lomas, el punto de partida de la francmasonería hay que buscarlo aquí, porque los miembros de la familia Saint Clair de Rosslyn se convirtieron en los Grandes Maestres hereditarios de las Artes, Gremios y órdenes de Escocia y ostentaron el cargo de Maestre de los Masones de escocia hasta finales del siglo XVIII.
La capilla de Rosslyn se halla a 16 Km de Edimburgo. Fue erigida entre 1440 y 1490 por William Saint Clair y sus paredes y columnas parecen esconder un conocimiento ancestral transmitido a través de generaciones. La relación entre los templarios y Rosslyn se remontaría a los tiempos de la primera cruzada. Henry Saint Clair participó en ella junto al fundador del Temple Hugues de Payns, casado con su sobrina Catherine. A su regreso recibirá el título de barón. Aunque su nombre no figura entre los nueve fundadores de la Orden del Temple, es evidente que ambos mantenían estrechos vínculos.
La hipótesis de Knight y Lomas plantea que William Saint Clair, conocedor de que los manuscritos supuestamente recuperados por los templarios en el Templo de Salomón habían sido guardados en Escocia, construyó Rosslyn para custodiarlos y establecer una Nueva Jerusalén. Esto, naturalmente, supone admitir que los templarios no viajaron a Tierra Santa para defender a los peregrinos sino con un propósito más bien arqueológico. Por esa razón, nueve hombres (como los que hallaron el cuerpo de Hiram) permanecieron nueve años encerrados entre sus muros. Muchos expertos han reparado en la persistencia de esta clave numérica: el 9. Resulta que la novena letra del alfabeto hebreo es la Tav (la Tau griega). Esta letra, representada por el noveno sefiroth cabalístico (Yesod o Fundación) se relaciona con la serpiente y el secreto de la sabiduría. Pero es que, además, la marca de la tau era la que los cainitas llevaban sobre la frente cuando Moisés se encontró con ellos. En la capilla de Rosslyn, curiosamente, los catorce pilares han sido dispuestos de tal manera que los ocho del lado este trazan la forma de una triple Tau. Sospecho que Hugues de Payns y sus ocho freires fundadores ignoraban los códigos y el significado de lo hallado en el Templo y, por ello, tuvieron que recurrir a la ayuda de cabalistas judíos y sabios islámicos, a través de su protector san Bernardo de Claraval, el reformador del Císter.
Dos siglos después la simbología había sido desvelada y puesto a salvo en la capilla de Rosslyn. Este santuario sería por tanto una evocación del templo de Salomón, con torres y un enorme techo central de forma curva sostenido por arcos. Una reconstrucción del templo que estaría adornada con simbolismo nazareo (secta religiosa contemporánea a Jesús cuya etimología viene de Custodio o Conservador) y templario encaminado a dar cobijo al “secreto”.
Cuando las logias escocesas decidieron elegir una Gran Logia para su administración, convinieron que sir William Sinclair (descendiente directo por línea paterna del constructor de la capilla) ocupara el cargo vitalicio de gran maestre.

El retorno de la Antigua Alianza

En seguida surgieron desacuerdos en el seno de la masonería inglesa. Tras el establecimiento de la Gran Logia de Londres se formaron dosgrupos: los “antiguos” y los “modernos”. A estos últimos les preocupaba que los antiguos hubieran decidido preservar el patrimonio jacobita (Partidario del derecho divino de los monarcas. Ver próximo artículo) y la amenaza que ello suponía para la casa Hannover, de corte protestante.
Los jacobitas veían en la leyenda de Hiram, en el tercer grado de su rito, una alegoría sobre el asesinato de Carlos I Estuardo, como si los símbolos hubieran sido tomados de la conjura que tramaron los partidarios de este rey para vengar su muerte y colocar en el trono a su hijo. Aunque, según refiere Gerard de Nerval, una versión muy similar de la leyenda de la muerte de Hiram se escuchaba en los cafés de Estambul en forma de cuentos.
Esto abre un serio interrogante acerca del origen de la ceremonia más importante de la francmasonería, aunque tal vez la fuente original del grado de maestro resida en las abadías pues, como nos aclaró Callaey, existe una llamativa semejanza entre esta ceremonia de exaltación y los votos del monje benedictino en su última etapa de ordenación. Esto significaría un retorno a la Antigua Alianza con los católicos jacobitas, quienes introdujeron muchos elementos centrales de los rituales con base templaria y explicaría la abundante presencia de eclesiásticos en la francmasonería del siglo XVIII.

domingo, 21 de agosto de 2016

Código de las Doce Tablas Masónicas

Código de las Doce Tablas Masónicas
Primero: La Francmasonería no sólo es la continuadora de aquellas “Corporaciones de Arquitectos” que en la Edad Media sirvieron de refugio a las expansiones del pensamiento, sino continuadoras, a través de los tiempos, de todo el Misticismo oriental, kabalístico, hermético, órfico, pitagórico, platónico, gnóstico, templario, alquimista, rosacruciano y teosófico, sin el cual como se consigna en las Transations de la Logia inglesa de los Quator Coronati nº 2076, en la Ortodoxie Masonique de Ragón y en la Royal Masonic Cyclopedia, de Mackensie , los augustos simbolismos y emblemas masónicos jamás podrán ser correctamente interpretados y rectamente explicados a la vida.
Segundo: El Dogma único de la Francmasonería es el de la Fraternidad Universal, sin restricción alguna, dogma desarrollado en la mente del hermano francmasón por las sucesivas y graduales iniciaciones de los diversos Ritos Francmasónicos. Por eso ella está por encima de todos los dogmas religiosos y todas las maquinaciones necromantes del jesuitismo.
Por eso también trabaja constantemente para que sean reconocidos por todos y respetados doquiera los derechos que el hombre tiene a su triple perfeccionamiento físico, intelectual y moral, mejorando en él a la Humanidad entera de la que forma parte.
Tercero: La Francmasonería, consciente de su excepcional misión en la historia y en la vida, afirma:
a) El alcance indefinido de la Inteligencia humana basado en el “nosce te ipsum” (conócete a ti mismo) socrático, porque el verdadero francmasón, labrando la “piedra bruta” de su Mente, como Arquitecto que es de sí mismo, acaba viendo reflejado en sí al Gran Arquitecto del Universo, o “Logos” de las escuelas griegas y del iniciado Pablo, con arreglo a la “Clave hermética” o Ley de Analogía de “como es arriba, es abajo”.
b) El lazo indisoluble del Amor, que liga entre sí a todos los seres del Cosmos, en la más sublime de las concepciones teleológicas: el “¡todo conspira!” de los filósofos griegos.
c) El mágico influjo de la Imaginación Creadora, alma de las artes y de las ciencias y nota diferencial entre el hombre y los seres inferiores.
d) El incontrastable poder de la Voluntad, pero no de la voluntad animal del terco, sino la resultante natural y activa del Pensamiento, esclarecido por el estudio, y del Sentimiento movido por el amor, ponderando así, dentro del más alto ideal, las dos tendencias, siempre antagónicas, del corazón y del cerebro.
e) La Ley de la Evolución.
f) La Ley de la Solidaridad.
g) La Ley de la Justicia Distributiva.
Cuarto: Para la investigación de la verdad, la busca del bien y la realización de la belleza y la conquista del orden, la Francmasonería proclama que no existe autoridad alguna por encima de la Autoridad de nuestra Razón, y que, en su consecuencia, todos los convencimientos han de forjarse en el propio y libre examen, sin el cual el hombre es todavía a la manera de las bestias.
Quinto: Por virtud de las más axiomáticas consideraciones de seriación, organización y síntesis, reconoce la Francmasonería que existe un Principio Sintético y regulado en el Cosmos, al cual llaman El Gran Arquitecto del Universo y que no es, a su vez, sino la Emanación temporal de la Divinidad Abstracta e Incognoscible, océano insondable y sin límites de donde todo surge y a donde todo vuelve reabsorbido una vez cerrado el Ciclo de Manifestación al que llamamos Vida.
Sexto: En consecuencia con los principios anteriores, la Francmasonería respeta por igual a todas las Religiones y Sistemas filosóficos como pobres facetas que son unas y otros de una Verdad Primitiva perdida o “Templo Sepultado”, que el francmasón está llamado a reconstruir con el cuádruple esfuerzo de su razón, su imaginación, su voluntad y su sentimiento, estimando que hay que alcanzar aquella elevada altura moral y cultural capaz de alzar el velo que sobre aquella Verdad o “Palabra Perdida”, han ido echando los demás y representaciones de todos los credos. De aquí también el que no se avenga a que ninguna religión exotérica reclame para sí prerrogativas ni exenciones.
Séptimo: La Francmasonería tiene claves secretas, claves que van dando al afiliado mediante sucesivos grados e iniciaciones para todos los misterios de la Vida y la Muerte, con arreglo a su excelso entronque con las diversas Iniciaciones a las que se alude en el principio Primero, y a otras muchas del Pasado sabio, Cábala, tradición.
Octavo: Dentro de los infinitos grados evolutivos en que se encuentran los hombres, la Francmasonería, para hacer posible la convivencia social, establece la tolerancia, y no sólo en el orden religioso, donde significa la paz de las conciencias, sino ante cualquiera opinión, para examinar serenamente y enriquecer y dilatar el pensamiento propio con cuanto haya de bueno en el ejercicio, constituyendo la virtud masónica por excelencia. Por eso el que no se sienta con amplitud de espíritu suficiente para ser tolerante en todo y sobre todo, respecto de creencias honradamente profesadas y sinceramente expuestas, no debe ser francmasón.
Noveno: La Francmasonería proclama que los hombres, cualesquiera que sean sus talentos y su posición en la vida, han nacido con los mismos derechos, y que los deberes aumentan progresivamente al tenor del desarrollo intelectual y moral de aquellos. Recordando siempre esta verdad tan frecuentemente olvidada, se esfuerza en procurar entre sus afiliados primero y en los demás hombres después, que reinen sentimientos de fraternidad, libre e igualitaria, y por virtud de la firmeza [o tolerancia?] que así establece entre la libertad de conciencia de todos y el ideal de cada cual, juzga como un atentado a sus principios cualquier traba que se pretenda imponer al hombre consciente, regenerado y libre o al que anhele ser tal, abominando de toda persecución religiosa, política o de cualquiera otra índole, que vaya contra los inalienables Derechos del Hombre y de la sociedad.
Décimo: Los medios principales que emplea la Francmasonería para la realización de sus heroicos fines, redentores y altruistas, son:
a) El uso del simbolismo, fábulas y emblemas, tomados de las mismas Artes liberales de Arquitectura, Escultura, Pintura, Música, Poesía, Declamación, Oratoria, Parábola y Arte gráfico (danzas simbólicas y litúrgicas según la manera arcaica).
b) El cultivo de las diversas ciencias en su más elaborado aspecto matemático, filológico y simbólico;
c) La enseñanza de la verdadera Historia, como maestra de la vida, espejo del pasado y luz para el Porvenir;
d) El perfeccionamiento de sus afiliados por el cumplimiento de los deberes sociales, por el buen ejemplo personal y ciudadano y por el ejercicio de la beneficencia.
Undécimo: La Francmasonería establece entre todos sus afiliados, sin distinción de castas, pueblos, etc., una estrecha alianza de hermanos, a base de los tres principios del Derecho romano de “vivir honestamente, no odiando a nada ni a nadie, y dar a cada uno lo que es suyo”, aunque tiene también diversos Ritos, su “plancha … trazar” o posibilidades de estudio y de acción, “está siempre expedita para nuevas construcciones.”
Duodécimo: La Francmasonería estima, en fin, que solamente por virtud de estos sus Principios fundamentales, exaltación de la personalidad humana hasta el mundo de los héroes o de los superhombres, podrán echarse las bases para un mañana mejor sobre la Tierra. Por eso se esfuerza continuamente porque triunfen ellos, mediante la instrucción adecuada de todas las clases sociales combatiendo sin tregua por la Tolerancia, el Progreso y el Amor…
II) Los francmasones se reúnen en Logias: “Templos” donde se rinde culto a sus doctrinas; altas “Escuelas” de perfeccionamiento y “Talleres” donde se practica y teóricamente se trabaja por el bien de la Humanidad.

sábado, 13 de agosto de 2016

7 letras dobles.

De las 22 letras del fundamento, que configuran el alfabeto hebreo; señala el Sefer Yetsirah que, siete de ellas son las letras dobles (Bet-Bhet(ב); Gimel-Ghimel(ג); Dalet-Daleth(ד); Kaf-Khaf(כ); Peh-Pheh(פ); Resh-Rhesh(ר); Tav-Thav(ת)).

Se rigen a sí mismas con dos modos de lenguaje, siendo así modelos de lo blando y lo duro, lo fuerte y lo débil y en general de la dualidad y la batalla permanente que significa esta dualidad, establecida por la posibilidad de decidir. Reposan y reinan sobre la sabiduría y su contrario, la locura, la riqueza y la miseria, la semilla y la desolación, la vida y la muerte, el dominio y la esclavitud, la paz y la guerra, y la Gracia o belleza y la fealdad.
Definen la espacialidad, señalando lo cardinal, arriba y abajo, oeste y este, norte y sur, y el centro como sostén de todas ellas. Siete planetas en el universo (Saturno, Jupiter, Marte y Venus, el Sol y la Luna, Mercurio), siete días en el año, los siete días de la semana (Rishon-Domingo o 1er. Día, Sheni-Lunes o 2do. Día, Shlishi-Martes o 3er. día, Rebii-Miercoles o 4to. Día, Jamishi-Jueves o 5to. Día, Shishi-Viernes o 6to. Día, Shabat-Sabado o 7mo. Día) y siete puertas en el alma (dos ojos, dos orejas, dos fosas nasales y una boca).

La primera letra doble es Bet-Beth(ב), que se ubica entre Chokmah y Chesed, reina sobre la sabiduría y su opuesta la locura, la Luna en el universo, el domingo-Rishon o 1er. día en el año, el ojo derecho en el alma.

La segunda letra doble es Gimel-Ghimel(ג), que se ubica entre Binah y Geburah, reina sobre la riqueza y la miseria, Marte en el universo, lunes-Sheni o 2do. día en el año, la oreja derecha en el alma.

La tercera letra doble es Dalet-Daleth(ד), que se ubica entre Keter y Tiferet, reina sobre la semilla y la desolación, el Sol en el universo, martes-Shlishi o 3er. día en el año, la fosa nasal derecha en el alma.

La cuarta letra doble es Kaf-Khaf(כ), ubicada entre Chesed y Netzach, reina sobre la vida y la muerte, Venus en el universo, miércoles-Rebii o 4to. día en el año, el ojo izquierdo en el alma.

La quinta letra doble es Peh-Pheh(פ), que se ubica entre Geburah y Hod, reina sobre el dominio y la esclavitud, Mercurio en el universo, el jueves-Jamishi o 5to. día en el año, la oreja izquierda en el alma.

La sexta letra doble es Resh-Rhesh(ר), ubicada entre Tiferet y Yesod, reina sobre la paz y la guerra, Saturno en el universo, el viernes-Shishi o 6to. día en el año, fosa nasal izquierda en el alma.

La séptima y última letra doble es Tav-Thav(ת), que además es la última letra del alefato, se ubica entre Yesod y Malkuth, reina sobre la gracia o belleza y la fealdad, Júpiter en el universo, el sábado-Shabat o 7mo. día en el año, la boca en el alma.

Como ya el lector puede comprobar; así como las tres letras madres configuran los tres caminos horizontales en el árbol de la vida, las siete letras dobles, cubren los caminos verticales del árbol, estructuran la septena tan importante en la kabalah contándose en ciclos de 7 mucho de lo manifestado, así 7 son los colores del arcoíris, 7 las notas musicales, 7 los días que prevalece cada fase lunar, además de los descritos anteriormente, sobre los siete planetas y los siete días de la semana. Interesante también es notar que son 7 los periodos del hombre en general, descritos así: de 0 a 7 años, la infancia, de 7 a 14 la niñez, de 14 a 21 la adolescencia, 21 a 28 la juventud, 28 a 35 adultez, 35 a 42 la consolidación, de 42 a 49 la madurez, que a su vez es el 7mo. ciclo de 7 años y así sucesivamente podemos identificar en el hombre, periodos de 7 años, desde su nacimiento hasta su muerte.
Estas letras son llamadas dobles porque reinan sobre dos aspectos duales en el hombre, y su dualidad es opuesta, tal como el blanco y el negro lo son. Son dobles también porque conectan dos sefira en la misma columna del árbol siempre.
Pueden agruparse según la columna del árbol que las determina, asi: Bet-Bhet(ב) y Kaf-Khaf(כ) se ubican en la columna derecha o columna masculina y gobiernan ambos ojos en el alma; Dalet-Daleth(ד), Resh-Rhesh(ר) y Tav-Thav(ת) en la columna central o del equilibrio, gobernando ambas fosas nasales y la boca en el alma; así mismo, Gimel-Ghimel(ג) y Peh-Pheh(פ) en la columna de la izquierda o columna femenina, gobernando ambas orejas en el alma. De esto concluimos que los ojos son propios de la masculinidad y las orejas de la feminidad, lo cual se corresponde con la realidad en el sentido de que, si somos acuciosos, el hombre es atrapado por la vista , mientras que la mujer sucumbe a las palabras por el oído, parece muy interesante aquí observar que la nariz y en todo caso el olfato y en particular los olores nos elevan, de allí el uso de los perfumes y del incienso y la boca y las palabras que por ella salen pueden llegar a ser nuestro castigo.
Con lo dicho, las letras dobles, son una construcción que claramente conecta al ser humano con el mundo manifestado que está aparentemente separado de este. Por ello, de los cinco sentidos humanos, que son nuestra posibilidad de percibir el mundo, cuatro son gobernados por estas. Y además son los cuatro sentidos que estimulan la inferencia en el ser humano y por tanto las ideas que, siendo más acucioso, son las que en última instancia definen la dualidad, pues ellas nos incitan a la decisión y con ello a tomar partido entre el blanco y el negro.
Ahora bien, resulta interesante la exclusión del tacto, ya que es innegable que el tacto es el sentido que más fuertemente nos hace aparentemente consientes de la separación, pues aunque este se activa por la unión, irremediablemente nos hace concluir que lo que tocamos es distinto de nosotros, ya que nos hace creer que lo hemos unido a través del acercamiento y el contacto. Por otro lado, el tacto nos ahorra la necesidad de decidir, pues hace mínima la inferencia. Cuando tocamos, decididamente concluimos que lo que tocamos es y esta.
Observe el lector que por ser las columnas verticales podemos también decir que delimitan el mundo manifestado, pues entre ellas todo y mas allá de ellas nada. Interesante es ver cómo entre ellas se encuentran también las letras madres y por tanto los elementos necesarios para la creación y por ende para la manifestación, conectándose con el reino o Malkut a través deTav-Thav(ת) que a su vez es la ultima letra del alefato, sin temor a equivocarnos, las siente letras dobles, definen los límites del universo manifestado, lo que se puede hacer o crear, lo factible.
En el Sefer Yetsirah, el capitulo relacionado con las letras dobles, termina con un misterioso párrafo que hace una suerte de manifestación numerológica, que por supuesto no entrare a analizar por declararme incapaz para ello, sin embargo, lo transcribo tal como esta para que el lector disponga del a su gusto.

“Dos piedras construyen dos casas. Tres piedras construyen seis casas. Cuatro piedras construyen veinticuatro casas. Cinco piedras construyen seiscientas veinte casas. Siete piedras construyen cinco mil cuarenta casas. A partir de aquí está lo que la boca no puede expresar y lo que el oído no puede oír.”

Dejando de lado un poco el Sefer Yetsirah y revisando un poco el Génesis bíblico, vemos que a partir del versículo 10 del primer capítulo del Génesis, aparece por primera vez la frase “…Y vio Dios que era bueno”, desde allí, hasta la aparición de la intención de hacer al hombre, todas las acciones de Dios, se cierran por esta expresión, lo cual implica la dualidad, pues así como es bueno, puede no serlo y se abre el compas para esta característica propia de las letras dobles, que gobiernan sobre los opuestos. De esta manera, el Génesis describe, después de la separación y ordenamiento de los elementos, la creación de todo lo contenido en el mundo humano, valga decir, el mundo manifestado, de la misma forma que lo plasman las siente letras dobles, al contener entre ellas todo y nada fuera de ellas.
Este grupo de versículos bíblicos describen lo acontecido en los días siguientes hasta el séptimo, en el cual descansa de su obra, pero antes de ello, y para el final del sexto día, específicamente en el versículo 31 del primer capítulo del Génesis dice:

“Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana del día sexto. “

Los primeros tres versículos del capítulo 2 del Génesis señalan que una vez terminada la obra, Dios descansa, no sin antes santificar el día séptimo porque en él, reposó de toda su obra, tal como lo representa el árbol de la vida que todo está apoyado en Malkut y el camino que transcurre entre Yesod y Malkut es justamente Tav-Thav(ת) la última de las siete letras dobles y ultima del alefato, que a su vez, en la simbología del árbol, representa al tallo que soporta todo el árbol sobre si.
También es importante acotar que toda la creación, o mundo manifestado está en la cabeza, pues las letras dobles gobiernan en esta y en concordancia astrológica con el signo de Aries, que es representado con la cabeza del carnero, en vista de que toda creación nace en la cabeza. Es por ello, que las siente letras dobles, que enmarcan todo lo que es posible hacer o es factible, están representadas en la cabeza y sus sentidos relacionados. Pues es a través de estos, que el hombre se contacta y puede corroborar la aparición del mundo. Son sus sentidos, las puertas que lo contactan con la materia de la que el mundo está constituido.

miércoles, 3 de agosto de 2016

Masonería de bienestar.

Toda organización posee un componente psicosocial que abarca el comportamiento de las personas como tales y de los grupos que éstas conforman. Atender este componente es una responsabilidad ineludible de los líderes, pues el bienestar se encuentra asociado directamente con la producción, el manejo de conflictos, la satisfacción y el logro de eficiencia organizacional.

En virtud de lo anterior es menester nuestro considerar que encontrar la medida justa entre la vida personal, la profesional y la masónica es clave para mantener la productividad, la satisfacción y la eficiencia en las facetas de la vida arriba mencionadas.
Existe de hecho cierta tendencia en las organizaciones (sean privadas, publicas, sin ánimo de lucro, comerciales, culturales, fraternales, humanistas, mercantiles, etc.) de concientizarse sobre la importancia de la calidad de vida de sus miembros con miras a su florecimiento a través de programas de bienestar organizacional.
Esta tendencia surgió como consecuencia del pesimismo, la depresión y el estrés que se maneja día a día al interior de las organizaciones cuando el bienestar es atacado por circunstancias exógenas, lo que repercute directamente en la felicidad y florecimiento de sus miembros.

El propósito de liderar y organizar con bienestar puede resumirse mediante los siguientes principios de la administración:

• Principio de la unidad de objetivo. Una organización es efectiva si facilita la contribución de los individuos al logro de los objetivos de la institución.
• Principio de la eficiencia. Una organización es eficiente si está estructurada para ayudar al logro de los objetivos de la institución, con el mínimo de consecuencias o costes adicionales (trabajo).
Ambos principios implican la existencia de objetivos o metas de la institución que son formulados y comprendidos, pero también implican un nexo causal entre el bienestar de los miembros de la organización y la efectividad y eficacia de la misma. Por tanto, se deben considerar aunados los conceptos de efectividad y eficiencia.

En la masonería el oficial responsable del bienestar de los hermanos y hermanas es el Hermano Hospitalario.

De acuerdo al Diccionario AKAL de la Francmasonería. 1997. Pag. 195. El hospitalario “es el oficial de la Logia responsable de todas las acciones de beneficencia y socorro. Por ello recoge y administra los recursos destinados a dichas funciones (independientes de los que administra el Tesorero) y cuyos fondos no pueden utilizarse para otra cosa que no sea el alivio y socorro de algún necesitado.
El hospitalario representa el principio y objeto de la fraternidad de la Orden, por lo que deberá obrar con su conducta, pensamientos y palabras, con arreglo al “sacerdocio fraternal” que desarrolla, y contribuir con su ejemplo y enseñanzas a la instrucción de los hermanos en los principios de amor y fraternidad.
Para el hermano necesitado, el Hospitalario debe ser el hombre humanitario que sufre con él, que le escucha, consuela y visita frecuentemente; y si llegara el caso, estar con el hermano que muere, ayudándole a hacerlo en paz. Para el extranjero o hermanos visitantes debe reparar en todas sus necesidades (facilitándoles alojamiento, información sobre lugares de su interés, etc…) recibiéndolos a su llegada y despidiéndoles a su partida.”
Empero, las funciones y el quehacer del Querido Hermano Hospitalario parecen diluirse en un mar turbulento, un tsunami que ha destruido el bienestar de muchos masones en gran parte del mundo, además poco podrá hacer el Hermano Hospitalario si no existe una política de bienestar institucional, un proyecto común a seguir que vincule a todos los Hospitalarios de todas las logias, al Gran Hospitalario y al Gran Maestro.

Actualmente el peor de los males que atenta contra el bienestar de los miembros de una obediencia es el desempleo.

De acuerdo a Subgerencia Cultural del Banco de la República de Colombia. (2015). El desempleo es uno de los problemas que más genera preocupación en la sociedad actual. Las personas desempleadas o aquellas que no tienen empleo u ocupación, deben enfrentarse a situaciones difíciles por no tener ingresos con los cuales sostenerse a sí mismos y a sus familias. Cuando el número de personas desempleadas crece por encima de niveles que se podrían considerar como “normales”, una gran preocupación aparece en toda la sociedad.
La definición precedente nos lleva a reflexionar que desde hace varios años lo “normal” para la mayoría de países de Latinoamérica y Europa es la crisis misma, un flagelo que socaba el macrocosmos social y el microcosmos logial.
Según McConnell, Campbell R. y Brue, Stanley L., Economía, McGraw-Hill, 1997. El desempleo se define como la situación del grupo de personas en edad de trabajar que en la actualidad no tienen empleo aun cuando se encuentran disponibles para trabajar (no tienen limitaciones físicas o mentales para ello) y han buscado trabajo durante un periodo determinado.
Como las logias son un microcosmos de la sociedad en que trabajan, debería ser es sencillo para las organizaciones masónicas verificar que en todas o casi todas las logias hay masones desempleados. Hermanos nuestros que pese a todos sus deseos y potencialidades se encuentran sufriendo el paro.
De acuerdo a María Lourdes Dávila en artículo publicado en el diario colombiano El Heraldo 02.07.2013 “muchas de las personas que llevan algún tiempo desempleados, están expuestos constantemente a situaciones y hechos negativos; a diversos escenarios que generan estrés y que reactivan la sensación de descontrol e indefinición.
La sensación de indefensión sumada a la desmotivación producida por constantes negativas de parte de empresas o instituciones laborales, genera en la persona sentimientos de desesperanza y de inutilidad. Muchas de las personas desempleadas, sienten que no sirven para nada, y, que por más que se esfuercen en brindar un buen proceso de entrevista, y, de contar con una Buena hoja de vida, no obtendrán lo que tanto desean.

A medida que pasa el tiempo, el sentimiento aumenta, y, la persona aprende a vivir con dicho estado; los síntomas depresivos y ansiosos, se hacen más fuertes, y, la persona evita volver a pasar por un proceso de evaluación en donde la respuesta pueda ser negativa.

La pérdida de la esperanza y la disfunción de la autoestima, llevan al individuo que se encuentra desempleado a la adopción de conductas pasivas; dicho comportamiento pasivo, se rehúsa a tomar una posición activa en cuanto a la búsqueda de una solución ante su situación laboral, y, a la posición inmóvil y sedante en donde simplemente se espera que algo pase.”
Las razones del desempleo son muchas, el sistema económico del capitalismo salvaje instaurado en el mundo desde hace ya mucho tiempo se ha especializado en crear crisis cíclicas, propiciando lo de siempre: el enriquecimiento de pocos, la pobreza de muchos.
Y de esa clase trabajadora empobrecida muchos son nuestros hermanos masones.
Según la web especializada datosmacro.com observamos la siguiente estadística mundial:
estadistica masoneria
La masonería no puede hacer mucho para aliviar la situación mundial, pero algo puede hacer, si puede trabajar para ayudar al bienestar de los masones y masonas que sufren el desempleo.

Desde los espacios inter-obedienciales, desde las federaciones de obediencias y de cuerpos de Altos Grados se pueden impulsar ciertas políticas de bienestar para los masones.

Las federaciones de obediencias y de cuerpos de Altos Grados, además que proseguir el buen trabajo que vienen haciendo a favor del laicismo, la libertad de conciencia, el decrecimiento sostenible y la declaración del derecho humano a la paz, pueden también promover estrategias de bienestar para los masones.
Las obediencias federadas podrían encuestar a sus miembros para conocer su estado laboral, sus capacidades, profesión u oficio; o si es el caso su calidad de empresario o directivo de empresa, sector en el que se desempeña la empresa y los cargos disponibles u oportunidades de acción.
Así se podrían construir bases de datos que cruzándose en los dos continentes pudieran generar oportunidades para quienes sufren el desempleo, lográndose de esta manera bienestar para los miembros de la Orden.
Lo anterior constituye un simple ejemplo de otras cosas que se pudieran hacen en pro de paliar el sufrimiento de los hermanos en paro, nuestros dirigentes pueden perfectamente liderar políticas de bienestar masónico mientras siguen haciendo su trabajo: crear espacios de laicidad y masonería en sociedades como la europea y latinoamericana que generalmente muestran resistencia a la Orden masónica.

Si nuestros dirigentes permanecen indiferentes a los flagelos que amenazan el bienestar masónico, acusarán una conducta antimasónica que contradice los postulados de la solidaridad que debe ejercerse entre los masones.

Ahora bien, con lo anterior no pretendo en lo más mínimo reducir a la masonería en una agencia de contactos, lo cual sería imperdonable, pero también sería imperdonable para una institución iniciática y fraternal como la masónica no preocuparse ni propender por el bienestar de los hermanos miembros y sus circunstancias.
Si el apreciado lector desea conocer sobre los logros de masones más preponderantes para la humanidad basados en la solidaridad, puede adquirir el libro: Los masones en el mundo. Geopolítica masónica. Editorial Almuzara. 2016.
Recordando al gran filósofo y masón argentino José Ingenieros: “La solidaridad crece en razón directa de la justicia. Quien dice que ella es una quimera irrealizable, conspira contra el porvenir. Antes fue solidario el hombre en su familia; después lo fue en su tribu; más tarde en su provincia política, en su comunión religiosa, en su grupo étnico. Hoy la solidaridad puede extenderse a todos los componentes de cada nación, cuya unidad espiritual debe fincar en la convergencia moral de cuantos piensan y trabajan bajo un mismo cielo. Y mirando más lejos: ¿por qué la solidaridad no estrechará algún día en un solo haz fraternal a todos los pueblos?
Ensueño … como tantas realidades actuales que en otro tiempo se dijeron ensueños. No neguemos a los corazones optimistas el hermoso privilegio de augurar el advenimiento de la paz y el amor entre los hombres; puede que en su ilusión haya una posibilidad, entre mil, de que llegue a realizarse. ¿Por qué cortaríamos esas únicas alas, que le impiden caer, a la más bella esperanza de la humanidad?
Difundamos, entretanto, una nueva educación moral que desenvuelva sentimientos propicios. La solidaridad convertirá en derechos todo lo que la caridad otorga como favores, y mucho más que ella no puede otorgar; pero también impondrá a todos la aceptación de los deberes indispensables para que desaparezca el odio entre los hombres, preparando el advenimiento de nuevos equilibrios sociales, incompatibles con la violencia y la injusticia.”

Entonces es justo concluir que la solidaridad comienza en la casa. El progreso de la sociedad fundamentado en la solidaridad humana será alcanzable cuando lo prioricemos desde la familia, desde las logias, desde las provincias, en los pueblos, en las naciones y en el mundo.

martes, 2 de agosto de 2016

Origen y significado del mandil masónico

Origen y significado del mandil masónico

  Hace mas de 3000 años, en las iniciaciones Esenias, Griegas y Egipcias se ha utilizado el Mandil blanco de una u otra forma y ha pasado de la Masonería Operativa donde se utilizaba durante la construcción de edificios, monumentos, templos y demás construcciones de arte en materia de arquitectura a la Especulativa debido a la importancia de su simbolismo (PERSEVERANCIA, CONSTANCIA y FIRMEZA).
Las leyes por las cuales se rige la creación, son las mismas leyes que deben influenciar el diseño de la venerada prenda. “Como es arriba es abajo”
De acuerdo a algunos autores la Masonería Simbólica tradicionalmente sólo admite, un ribete de color azul celeste sobre el contorno del mandil (representa al infinito y a la confraternidad universal), no el color rojo, el blanco y otros; la cinta que lo sujeta por la parte superior debe ser del mismo color azul, (el círculo que forma alrededor de la cintura del Iniciado representa al área universal, dentro de cuyo límite sólo puede el hombre ejercer su poder intelectual, en relación con todas las obras de la Naturaleza), y en cuanto a las figuras que se observan al centro del cuadrado y del triángulo de la solapa, sobre el primero sólo se acepta a la letra “B” bordada en oro (valor), misma que simboliza a la fuerza de voluntad del Iniciado para demostrar que sabe hacer frente a los obstáculos y problemas que para su resolución se le presentan durante su vida, y en segundo lugar, al centro del triángulo de la solapa del Aprendiz Masón se ve el escudo del Primer Grado, o sea el Martillo y la Regla en forma de aspa, instrumentos que simbolizan a la perfección del trabajo que ejecuta el Iniciado al labrar la piedra bruta.
El mandil debe ser cuadrado, de babeta triangular y con una cinta azul que le permita ir suspendido a la cintura del Masón; sus dimensiones pueden varian entre doce a catorce pulgadas de altura, por catorce a dieciséis pulgadas de largo, y la babeta con una caída de cinco a seis pulgadas; de acuerdo a la complexión física de la persona que lo use, la cinta azul que sostiene al mandil por la parte superior, debe ser lo suficientemente larga, para ceñirlo a la cintura del Iniciado.
El simbolismo y la filosofía moral que contienen las lecciones que se atribuyen al mandil, varían según el grado y la forma de usarlo en Logia.
En el caso del aprendiz masón debe llevar el mandil durante los trabajos, con la Babeta levantada, es decir que el Triángulo que la forma se vea con el vértice hacia arriba, formando un pentágono, figura geométrica de 5 lados, quedando así el cuadrado en un símbolo más elevado, cuya forma afecta al plano de una de las caras de la Piedra Cúbica de Punta, lo que indica claramente, cuál es el trabajo Moral, Material e Intelectual que los aprendices deben principiar a ejecutar durante su misión en la lucha por dominar sus pasiones y sus malos hábitos.
También se puede apreciar al triángulo (BxA/2), el cual representa la inteligencia, del espíritu y del instinto humano, que son los que representan cada uno de sus tres lados; luego tenemos al cuadrado (BxA) o la suma de dos triángulos; es por eso que representa a la logia, a la materia y a la naturaleza, por lo mismo, eso nos demuestra que es la acción de la inteligencia, del espíritu y del instinto que obran sobre todo cuanto existe en el mundo objetivo; y si buscamos la raíz del cuadrado, nos produce el cubo (símbolo del logos, universo o el mundo); enseguida tenemos al círculo que forma la cinta que rodea la cintura del Iniciado, el cual representa al área que circunda al infinito y lo desconocido, en cuyo mar de dudas e incertidumbres se encuentra el hombre dispuesto a luchar por arrancarle sus profundos misterios.

El simbolismo y la Filosofía del mandil nos dice que:

  • La Fuerza que representa el Triángulo de la Solapa
  • La Belleza que nos manifiesta la Naturaleza y que nos define al Cuadrado
  • El Candor, la Sencillez o la Pureza a que se refiere la estructura del ribete azul que circunda el contorno de dicha prenda.
  • El Círculo que forma la cinta alrededor de la cintura del Masón, es representativo de la Unidad Masónica en relación con sus Deberes y sus Derechos.

La interpretación moral del mandil:

  • El Triángulo es alegórico del Espíritu Humano
  • El Cuadrado, representa a la Materia o al Cuerpo del Iniciado
  • El Círculo que forma la cinta alrededor de la cintura del Aprendiz es emblemático de la Pureza y la Sencillez de las acciones del hombre en relación a sus actos.
La forma en que llevan el mandil los aprendices, se puede apreciar el reflejo de una de las caras de la Piedra Cúbica de Punta, lo que nos indica también al modelo que le sirve de base a los neófitos, para desarrollar el trabajo material de “labrar la piedra bruta”, de la misma manera, esto nos enseña moralmente a educar nuestra inteligencia, a modelar nuestro espíritu y a dominar nuestras pasiones, por todos estos motivos, el Masón está obligado irremisiblemente a combatir por todos los medios a su alcance, los defectos propios de sus malos instintos, cosa que siempre le permitirá vivir en armonía, dentro del seno de la familia, de la sociedad y de la patria, para bien de todos sus semejantes.

Otras de las interpretaciones que pueden atribuirse a los tres triángulos que forman el mandil, son las que se relacionan con la vida del hombre, y consisten en:

  • El primer triángulo o sea el que figura a la solapa es emblemático de la inteligencia, como un don exclusivo que la Naturaleza prodiga a los seres racionales.
  • El segundo simboliza al instinto, como el agente conservador de la vida animal.
  • El tercero es alegórico del espíritu, como la esencia mística que dirige a la conciencia humana, con el fin de apreciar la existencia de la divinidad, y en cuanto al círculo que forma la cinta alrededor de la cintura del Masón, es representativa de la unidad universal, o sea al hombre en su calidad de Iniciado con su personalidad de protector de la humanidad.

No obstante, adicionalmente se tiene otras interpretaciones para los tres triángulos del mandil:

  • El primer triángulo, simboliza a la vida en cuyo caso representa a todos los seres que la poseen y que han sido creados por la Naturaleza
  • El segundo triángulo, es alegórico al cuerpo humano y a todas las cosa materiales animadas e inanimadas
  • El tercer triángulo, es emblemático del alma y representa también a todos los agentes de locomoción, que ponen en actividad a todos los Seres a quienes la Naturaleza ha dotado de vida
El círculo que forma la cinta que sostiene al mandil por la parte superior, simboliza a la fuente inagotable de efectos y causas, dentro de cuya acción viven y mueren todos los organismos que por su condición de seres, tienen la misión de mantener la existencia de todo lo creado para ser inmortal.
Otra de las enseñanzas más sublimes que proporciona el mandil, se refiere a que se no debe manchar jamás la conciencia, por medio de falsas apreciaciones ni por torcidos conceptos, que puedan lesionar los derechos de los demás, este hecho en realidad, es lo que significa el trabajo material de darle forma geométrica a la piedra bruta, lo que una vez logrado puede comprobar que todas nuestras acciones, por insignificantes que parezcan, deben tener como base a los más sanos dictados de nuestra conciencia y a los más puros razonamientos, para el fin de que puedan estar ajustadas a la más absoluta equidad, puesto que únicamente de esa manera podremos llegar a hacer la verdadera justicia que tanto reclaman los hombres que anhelan su bienestar y el de los suyos.
Con respecto a la interpretación simbólica de la letra “B”, que se observa al centro del cuadrado del mandil del aprendiz Masón, es alegórica de la Fuerza y a eso se refiere su simbolismo, pero en el presente caso podemos asegurar que tiene tres acepciones:
El mandil se puede subdividir en 3 triángulos, mismos que representa a la fuerza intelectual, a la fuerza espiritual y a la fuerza material, es por eso que la palabra Sagrada del Aprendiz Masón indica al Iniciado la forma de aplicar esos tres factores de que la Naturaleza lo dotó, para conseguir dominar a la materia, hacer uso fiel de su voluntad y ocurrir a su espiritualismo, hasta lograr el perfeccionamiento de sus conceptos, sobre todo lo que estudia e investiga, es así también la forma más adecuada para lograr el mejoramiento en sus acciones, su progreso intelectual que le permita modelar y fortalecer su espíritu, haciéndolo llegar hasta el infinito por medio de sus investigaciones, que le permiten penetrar hasta lo desconocido, y en ese caso podremos asegurar que cumplimos con nuestro deber para con la divinidad, para con nuestros semejantes y para consigo mismo.
La unidad Masónica, o la representación individual del Iniciado en su Primer Grado, aunque también simboliza al origen de las causas y los efectos que producen a esas dos fuerzas que mantienen en constante armonía al Universo o sean la centrífuga y la centrípeta, puesto que dentro del simbolismo masónico se acepta que, sin los referidos factores armónicos que neutralizan a esas dos potencias, se provocaría el desquiciamiento universal, estas mismas enseñanzas le marcan al Masón su ineludible deber de mantener siempre latente el espíritu de armonía y de fraternidad individual y colectiva entre sus hermanos, dentro y fuera del Taller para bien de la humanidad.
El Escudo del Primer Grado (la Regla y el Martillo) que en forma de aspa aparece al centro del triángulo que forma la solapa del mandil, ya sabemos que son los instrumentos de trabajo en la Primera Cámara y simbolizan la Labor a que se dedican los Aprendices, durante sus actividades masónicas, la Regla le señala la línea recta del deber y del derecho, y el Martillo representa el poder intelectual del hombre, bajo cuyo influjo trata de dominar a toda la creación.
La cinta que sostiene al mandil por la parte superior, rodea la cintura del Iniciado formando un círculo, mismo que le marca el límite de sus derechos, con relación a los de sus semejantes, es decir que se justifica el hecho de que se refiere claramente a la sabia máxima del respeto al derecho ajeno, puesto que el Masón se encuentra encerrado dentro de ese círculo para recordarle que únicamente debe hacer uso de los derechos que justamente le corresponden, los que no sólo debe hacer respetar, sino hacer que se respeten los de los demás, y si posible es, defenderlos en contra de quienes traten de arrebatarlos.
En el sentido Moral, el círculo de referencia, nos marca el espacio culminante en que debemos desarrollar todas nuestras actividades en bien propio y de nuestros semejantes, puesto que también representa a la Órbita del Universo como fuente de todo lo que existe; en consecuencia, es también la personificación de la unidad Masónica porque representa al iniciado, para quien simboliza también, el grado sumo de la inteligencia humana, de esa chispa misteriosa y de profunda filosofía de que nos dotó el Gran Arquitecto del Universo, y por medio de la cual podemos ESTUDIAR, COMPRENDER y DESCUBRIR los secretos que en su seno encierra la Naturaleza, a la vez que nos permite penetrar hasta lo desconocido traspasando los misterios que se cree existen sobre la verdadera vida; o en otras palabras, ese círculo nos indica que contiene la clave de la inteligencia que el hombre aplica para llegar hasta el descubrimiento de la verdad a que se refiere el busca y encontrarás.
El simbolismo del reverso del mandil del Aprendiz Masón, generalmente deben estar forradas de seda o raso color negro, debido a la representación de las tinieblas, la ignorancia y el misterio, al centro del cuadrado se observa un cráneo humano, sobre dos huesos en aspa, mismo que representa a la muerte, al luto y a la desolación, además de de 7 lágrimas que bañan dicho símbolo, las que personifican al dolor, la aflicción, el pesar, el sufrimiento, la tristeza, la angustia y la pena; y en cuanto al ribete Azul Celeste que circunda al mandil por el reverso, es la imagen del infinito y por lo mismo, indica que así como en la vida, los Masones siempre estarán unidos en la eternidad.
Si tomamos en consideración todos los argumentos anteriores, resulta que el aspecto del Mandil en atención a sus dos caras, anverso y reverso, también se le dan dos interpretaciones simbólicas o sean: el Día y la Noche, la Luz y la Oscuridad, el Trabajo y el Reposo, la Sabiduría y la Ignorancia, la Alegría y el Dolor, los Bienes y los Males, la Vida y la Muerte, etc
Al Aprendiz Masón se le permite usar el mandil por el reverso, únicamente durante los trabajos de la Logia Fúnebre, en cuyo caso es emblemático de la muerte, del reposo y del luto (vease el Oriente Eterno). También recibe el nombre de Logia de Dolor.

La Geometría y el Mandil

Con la finalidad de comprobar esta teoría, se presenta el estudio basado en la incidencia de los rayos solares en el planeta tierra, en dos fechas muy importantes para los masones: Los solsticios:

Asumiendo que la figura presentada es la tierra y colocando los puntos cardinales (Norte, Sur, East = Este y West = Oeste).
Fig02
Se traza dos ángulos de 23°27′ teniendo como centro el punto de intersección de las coordenadas Norte-Sur y Este-Oeste, uno hacia el hemisferio Norte y el otro hacia el hemisferio Sur. Los cuales al interceptar la línea que representa la circunferencia, dan origen a la ubicación del Trópico de Cáncer y del Trópico de Capricornio al Sur. Estos ángulos representan la incidencia de los rayos del Sol sobre los dos hemisferios en los puntos mas extremos de su recorrido. Es decir, el Sol a través del año hace un recorrido desde el punto máximo en el hemisferio Sur (Solsticio de Invierno), a su punto máximo en el hemisferio Norte (Solsticio de Verano) repitiéndose el ciclo indefinidamente. Tengamos en cuenta que el recorrido Solar al cual nos referimos es un recorrido relativo a nosotros, en la Tierra, puesto que es el planeta quien hace el recorrido alrededor del Sol, afectado por la inclinación de su eje.
Fig04
Ahora bien, si tomamos en consideración que la Tierra es achatada en los polos, es decir, es una elipse; esto introduce un error de aproximadamente 40′ (menos de 1°). Entonces encontramos que el ángulo real de la incidencia del Sol durante los solsticios es de 24°13′. A su vez , el punto de convergencia de estas dos líneas deja de ser el centro de la Tierra.
Al haber establecido el ángulo real de la incidencia de los rayos solares sobre la tierra durante los solsticios, se expondrá la razón por la cual las mismas leyes naturales que rigen fenómenos como los solsticios, deben ser a su vez partícipes del diseño del mandil.
Fig04
Se tomarán como referencia, los puntos de incidencia de los rayos del Sol en la corteza terrestre en los solsticios. En estos puntos se trazarán dos tangentes respectivamente, las cuales se llamaran niveles de la tierra, que serán perpendiculares a los ángulos de 24°13′. En la misma figura se puede apreciar líneas de puntos que representan la incidencia del Sol en el hemisferio contrario.
Se colocan medidas a los ángulos que describen dichas líneas.
La línea sólida que representa el solsticio de verano tiene 90° con respecto a la tangente o Nivel de Tierra. Entre esta línea y la línea de puntos que representa el solsticio de invierno sobre este mismo punto, tenemos 48°26′ y entre esta y el Nivel de Tierra 41°34′ completando así los 180°
Fig06
Se toman los puntos de intersección con la corteza terrestre (los trópicos) como pivote y se rotarán las líneas de los niveles de Tierra junto con las líneas solsticiales (respetando los ángulos entre ellas), hasta que la línea, Nivel de Tierra, esté en posición perpendicular con el Ecuador. Como se puede apreciar en el hemisferio Sur.
Fig07
Se realiza la misma rotación en el hemisferio norte, formándose así un triángulo isósceles.
Fig08
Se toma la dimensión de la base del triángulo para crear un cuadrado. El centro del cuadrado se encuentra trazando líneas diagonales.
Fig09
Utilizando el compás del Aprendiz se crea el círculo inscrito en el cuadrado, dentro del cual se puede circunscribir las pasiones hacia la humanidad y en especial con un hermano masón.
Fig10
Es así como se ha obtenido, un cuadrado que representa el Cuerpo o Materia, un Triángulo que simboliza el Alma o Espíritu y un Círculo o expansión de un punto que señala la divinidad.
Fig11
Es importante notar que, la superficie del cuadrado, es igual a la superficie del triángulo mas la superficie de la circunferencia. Maister Eckart dijo: “El Círculo (Dios) se hace vehículo en el Triángulo (Alma) para manifestarse en el Cuadrado (Cuerpo). Representando en el Mandil del Masón, como el camino que debe seguir de regreso a la manifestación del Ser Divino, que llevamos dentro”.

Fig13
Cuadrado de L=20, área de 400
Triángulo de base 20 y altura de 8.6, área de 86
Círculo de diámetro 20, área de 314
Área del Cuadrado = Área del Triángulo + Área del Círculo
400 = 86 + 314
Finalmente es importante señalar que: El Círculo tiene relación con el Cuadrado y el Triángulo a través del número PI (3.14…) y está relacionado con el Eje de la Tierra y su incidencia Solar en los Solsticios.
El Mandil es, entonces un símbolo que señala ese Orden y que la Masonería debería reflejar a través de sus obras y es lógico que sus miembros estén adecuadamente vestidos en sus talleres. Las medidas apropiadas serían 20″ x 20″ en el cuadrado, en el Triángulo debe ser 20″ de Base y 8.6″ de Altura y en el Círculo, su Diámetro debe ser de 20″.