PAVIMENTO MOSAICO

Mosaico es el enlozado o alfombrado que decora el pavimento o piso de un templo masónico, son dos baldosas alternadas de color negro y blanco, representando el bien y el mal en el mundo, pero también el instinto al bien y el instinto al mal latente dentro de cada francmasón.

Dice el Manual del Aprendiz de Lavagnini, página 126 que: El pavimento mosaico es un hermoso emblema de la multiplicidad engendrada por la dualidad, constituida por los pares de opuestos que se encuentran constantemente el uno cerca del otro.
También podemos ver en el enlozado blanco a la magia blanca o benéfica, mientras que en el enlozado negro veremos a la magia negra o maléfica, son pares de opuestos: El bien – libre de egoísmo, de anhelo de poder, de ambición, de lucro, y que tiende únicamente a hacer el bien a la humanidad en general y al prójimo en particular, y, El mal – hechicería, necromancia o evocación de los muertos, y otros abusos egoístas o interesados en poderes anormales. El pavimento mosaico representa la polaridad que existe entre los dioses lunares y los dioses solares. Los dioses lunares simbolizan las tinieblas, la noche; mientras que los dioses solares simbolizan la luz, el día; las tinieblas proceden a la luz en cada renacimiento periódico o creación. Lo importante de los pares de opuestos o de la polaridad del pavimento mosaico para nosotros los Francmasones Rosacruces Gnósticos está en que tanto el enlozado negro como el enlozado blanco; hacen parte del edificio social, es decir, cumplen un propósito específico dentro de nuestro trabajo consciente de desbaste, cincelamiento y pulimento de nuestra piedra bruta interior y eso encaja dentro del plan de la Divinidad. Por lo tanto al cubicar nuestra piedra bruta interior estaremos perfeccionando nuestro vehículo físico – emocional – y – mental. No esta de más el recordar que somos almas inmortales y como tales a la eterna resurrección, en la cual es preciso “morir”, “morir y podrirse” para volver a “nacer” en el eterno ciclo cósmico.
El enlozado blanco del pavimento mosaico representa la piedra blanca, la soberanía espiritual; mientras que el enlozado negro del pavimento mosaico representa la piedra negra, el reinado material. Transmutad pues el reinado material en la soberanía espiritual, entonces pediremos “Luz más Luz” – Como grito en análogo trance Goethe, no pidiendo, por supuesto, “Luz” en sus mortuorias tinieblas, sino asombrándose de la creciente y celeste “Luz” con que en el nuevo mundo de los muertos le amanecía (Hermano Teósofo Don Mario Rozo de Luna, en el Oriente Eterno – Capítulo XXX, Página 310, Renglón 19, “la muerte de la muerte” operada por la filosofía, Instituto Cultural de Antropología Gnóstica, México, D. F.)
OPINIÓN MASÓNICA DE LA PLANCHA: Cuando desbastamos, cincelamos y pulimos de nuestra personalidad profana todas las aristas y salientes (ENLOZADO NEGRO), hemos liberado un pequeño porcentaje de Esencia de eso que conocemos como Piedra Bruta Interior. Esa Piedra Bruta Interior deberá ser transmutada en Piedra Pulida o Piedra Cúbica para que a través de un trabajo continuo y sucesivo llegue a convertirse en Piedra Cúbica en Punta o Piedra Angular (ENLOZADO BLANCO).
De acuerdo al Ilustre y Muy Respetable Hermano Masón Rosacruz Gnóstico Don René Guénon el pavimento mosaico blanco y negro representa la luz y las tinieblas, el día y la noche, el bien y el mal y todos los pares de opuestos. También representa la vida y la muerte, lo profano y lo masónico. Nos indica que como masones debemos y tenemos que trascender los pares de opuestos y por lo tanto nos permite percibir la verdad oculta bajo aparentes contradicciones.
OPINIÓN PERSONAL DE LA PLANCHA: El bien y el mal en el mundo no hay que buscarlos exteriormente pues nunca serán hallados; el bien y el mal en el mundo, hay que buscarlos interiormente aquí y ahora; pues es allí en nuestro interior donde mora nuestro Real Ser o Maestro Interior. Nosotros los Francmasones Rosacruces Gnósticos seguimos un principio hermético: “TAL COMO ES AFUERA ASÍ ES ADENTRO”.
El mosaico es una fiel representación externa de una situación interna. La humana personalidad (ENLOZADO NEGRO) es tan sólo una marioneta, controlada por hilos invisibles y somos como el (ENLOZADO NEGRO) controlados por el vaivén de las pasiones; que al hacer la transmutación alquímica en el pulimento de nuestra Piedra Bruta Interior se convertirá en el (ENLOZADO BLANCO) de nuestro Real Ser. Estos pares de opuestos nos permiten ver y completar la obra alquímica de la transmutación interior, de la polaridad a la unidad. También podemos ver en el pavimento mosaico el yin y el yang de los chinos, los principios activo y pasivo del universo. Correspondiendo al yin lo masculino, lo celeste, la paternidad, el bien, la grandeza, la vida, el amor, y al yang, lo femenino, lo terrenal, lo filial, el mal, la pequeñez, la muerte, el odio. Su juego alternado es el fundamento de todas las modificaciones de la realidad de todos los órdenes. Yin Yang constituyó el principio explicativo del universo en las antiguas concepciones chinas y también en las escuelas del confucianismo y en el taoísmo.
RESUMEN DE LA PLANCHA: Los pares de opuestos en “La Obra Alquímica” de “La Transmutación Interior”: Enlozado Negro Transmutado en Enlozado Blanco – Instinto al Mal Transmutado en Instinto al Bien. El pavimento mosaico nos enseña el trabajo que nosotros tenemos que ejecutar con nuestras herramientas, en el grado en que nos encontremos en ese momento, es una transmutación alquímica. El enlozado negro representa: al ojo perverso, al temperamento orgulloso y al espíritu soberbio; mientras que el enlozado blanco representa: al ojo bondadoso, al temperamento modesto y al espíritu humilde. Haciendo una transmutación alquímica interior de pulimento de nuestra piedra bruta, es decir, aplicando la putrefacción del nigredo tendremos que: la semilla de la inteligencia que tenemos interiormente se ha ido desarrollando, pero todavía le falta mucho para que el espíritu (compás) domine sobre la materia (escuadra). Todavía tendremos que seguir desbastando, cincelando y puliendo nuestra piedra bruta interior, durante esta y muchas encarnaciones por venir, para que alcancemos la estatura del hombre perfecto u hombre dios “Homo Est Deus – Homo Est Elohim”.·.