Carta de valores del Gran Oriente de Francia
Los Francmasones del Gran Oriente de Francia ratifican el vínculo íntimo de la divisa republicana LIBERTAD – IGUALDAD – FRATERNIDAD con la identidad masónica.
Fieles a sus valores, vigilantes defensores del ideal republicano, los Francmasones del Gran Oriente de Francia han decidido, en vísperas de grandes acontecimientos, recordar sus compromisos:
Democracia
El Gran Oriente de Francia, históricamente ligado a los principios de la democracia representativa y de la República, considera que no deben ser desviados de su sentido por nadie, trátese de personas o de grupos.
Laicismo
El Gran Oriente de Francia concede una importancia fundamental al Laicismo, apostando decididamente por la ley de separación entre Iglesia y Estado.
Respetando las creencias de cada uno, condena toda injerencia religiosa en la dirección de los asuntos del Estado, sea por parte de las autoridades religiosas o de los representantes del Estado.
Pretendemos recordar sobre todo que la revisión de las leyes de bioética, así como los textos que reivindicamos sobre el derecho a morir dignamente, deben llevarse a cabo respetando este principio de laicismo.
Solidaridad social
En el terreno social y humano, las dramáticas consecuencias de la crisis financiera para la vida económica nos impulsan a construir nuevas solidaridades. El Gran Oriente de Francia estará atento a esto y hará todo lo que le corresponda.
Del mismo modo, reivindica el apoyo a un sistema de solidaridad definida por el Estado, excluyendo el recurso a la seguridad privada, y la ayuda a la autonomía definida por la ayuda a la dependencia.
Ciudadanía
La ciudadanía se nutre de los valores de Libertad, Igualdad y Fraternidad.
El Gran Oriente de Francia preconiza la ética, el civismo, la responsabilidad y la solidaridad. Recuerda sus compromisos fundamentales con el respeto a los otros, la tolerancia mutua y la libertad de conciencia, que constituyen las claves del “vivir juntos”.
Medioambiente
El medioambiente es el bien común de la humanidad. El ser humano es su componente y su mayor actor. Le corresponde, mediante su reflexión y su acción, preservarlo y transmitirlo a las generaciones futuras. Hay que pensar otros estilos de vida que permitan respetar la naturaleza.
Dignidad humana
El Gran Oriente de Francia recuerda que el Estado democrático tiene el deber constitucional de permitir al ciudadano alimentarse, alojarse, cuidarse. “La primera ley social es, pues, aquella que garantiza medios de vida para todos”.
Derechos humanos
Tal como fueron definidos por la Declaración Universal de los Derechos del Hombre en diciembre de 1948, son consustanciales a la democracia. El Gran Oriente de Francia considera que constituyen el presente y el futuro de la humanidad.
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