sábado, 21 de marzo de 2015

La plomada

La Plomada

La “Enciclopedia de la Francmasonería”, de Albert Gallatin Mackey, destaca que La Plomada “Es el símbolo de la rectitud de conducta, e inculca esa integridad debida, y senda sin desvío de la rectitud moral que sólo distinguen al hombre bueno y justo”.

Hago énfasis en ésta cita porque sencillamente el Masón está en la búsqueda constante de la verdad que lo liberará de todas sus miserias. Debe romper lanzas por el bien, esgrimiendo en alto la espada de la virtud y debe estar en la búsqueda de su YO, y convertirse en centinela perenne de su evolución interior.
MacKey precisa en su obra que “Como el artesano activo erige su residencia temporal con la observancia estricta de la línea perpendicular, que no le permitirá desviarse lo ancho de un hilo a la derecha e izquierda, así es que la MasoneríaEspeculativa, guiada por los principios infalibles del derecho y verdad inculcados en las enseñanzas simbólicas del mismo implemento, permanece firme e inalterable en la persecución de la verdad, sin doblegarse ante el ceño adusto de la adversidad y sin ceder a las seducciones de la prosperidad”.
Al respecto, el Masón debe estar muy atento para luchar contra la indolencia, la pereza, el ego, y sobre todo, el deseo y la ignorancia. Además, está claro , que en nuestras mentes anida la codicia, el egoísmo, la ira, y debemos controlar esos venenos, guiados por la pureza del simbolismo de la plomada, que sinérgi-camente se complementa con otras herramientas que nos servirán para edificar nuestra catedral interior.
Hermanos, ustedes como yo, estamos en una permanente búsqueda y tenemos que aguantar con frecuencia los azotes de la incomprensión ajena, el insulto, el desprecio. Estudiando lo hermoso de nuestro simbolismo, a plenitud y conciencia, será lo que nos permitirá romper toda ligadura con esas aberraciones que se dan en el mundo profano, y llegará un día que venceremos la rueda de las reencarnaciones y encontraremos nuestra libertad infinita.
No obstante, sólo el estudio nos acerca a la sabiduría hasta lograr transformaciones positivas en nuestro ser. Y es que la jornada de la perfección es muy larga, y en ese arduo camino donde asechan las tentaciones cada uno de nosotros tendrá que llevar su propia antorcha, nadie la podrá cargar por ti. Recuerden: la gracia no se pide; se gana, se conquista, se merece. Solo a través de un intenso y continuado esfuerzo de voluntad obtendremos la mayor de las conquistas: la de nosotros mismos.
El Masón, guiado por La Plomada, es recto, justo, bondadoso, moderado, sabio y estará estrictamente apegado a la verdad.  Un Océano de sabiduría y lineamientos de rectitud moral están contenidos en La Plomada. Leerlo no basta, porque el conocimiento no es de ninguna utilidad sino se refleja en la conducta y se lleva a la práctica. El conocimiento que se aplica a la práctica es Sabiduría.
De nada sirve a un hombre conocer todos los textos masónicos si ello no forma más que saber libresco y no enriquece de manera alguna su mundo interior. Y es que, cuantos insensatos hay que no valoran la riqueza masónica que contiene la Plomada, porque en lugar de llevar a la práctica el conocimiento puro, tienen una mente voluble y llena de deseos.
Estos son los que se denominan como Masones de botón, utilizan la Masonería para fines torcidos y particulares. Ya lo dijoUnamuno“una abeja puede enseñar a otra a hacer una celda, pero jamás podrá enseñar a un zángano a fecundar una reina”. Para Mackey “los Masones zánganos son la destrucción y muerte de la fraternidad. Y es que, jamás un zángano podrá hacer uso de la plomada, yo diría que son los modernos Icaros de alas de ceras, destinados a caer repetidamente en un lugar común, jamás podrán levantar el alto vuelo de la dignidad, de la virtud y del decoro.
Es la línea recta de La Plomada la que nos permitirá perfeccionar cada detalle en nuestro actuar por la senda de la vida, y cada avance será como ver un trozo de cielo a través de una rendija. Sí, La Plomada es una herramienta valiosa que garantiza la belleza y equilibrio de la catedral interior .
Hermanos Masones, termino mi escrito destacando las sabias palabras de un Maestro hindú: “El océano no tiene la culpa si tu solo coges un cubo de agua. El te ofrece mucho más”.

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