martes, 11 de febrero de 2014

Estrategia de poder

El que tenga ojos que vea y el que tenga oídos que escuche.
EL AUTOR DE ESTE ARTÍCULO ES UN COLUMNISTA Y CONFERENCISTA BRASILEÑO DE RECONOCIDO PRESTIGIO EN SU PAÍS.  
Estrategia de poder ¡Cómo China dominará al mundo!
                                                               Por Luciano Pires
 
Algunos conocidos volvieron de China impresionados. Un producto  del que Brasil fabrica un millón de unidades, China, en una sola fábrica, produce 40 millones.
 
La calidad es equivalente  y la velocidad de distribución impresionante. Los chinos colocan cualquier producto en el mercado en cuestión de semanas, a precios que son una fracción de los brasileños.
 
Una de las fábricas se está trasladando al interior porque los salarios de la región en que se halla instalada son demasiado altos: 100 dólares. Un obrero brasileño gana 300 dólares mínimo, que sumados a los impuestos y otros beneficios equivalen a 600 dólares. Cuando  los comparamos con los 100 dólares que reciben los chinos sinprácticamente ningún otro beneficio… nos hallamos frente a una esclavitud amarilla y la alimentamos…
 
¿Horas extra? En China… ¡Olvídelas! La gente allí está tan agradecida por tener un empleo que trabajan horas extra a cambio de nada…
 
Detrás de esta “situación” está la gran trampa china. No se trata de una estrategia comercial sino de una estrategia de “poder” para conquistar el mercado occidental. Los chinos se están aprovechando de la actitud de los “comerciantes” occidentales, que prefieren enviar a maquilar o tercerizar la producción  quedándose sólo con lo que le agrega valor:  la marca.
 
Difícilmente podrá usted comprar en las grandes redes comerciales  de los EEUU  algún producto “made in USA”.  Todo es “made in China” con una marca estadounidense. Las empresas ganan montañas de dinero comprándole a los chinos por centavos y vendiendo luego por centenares de dólares. Sólo les interesa el lucro inmediato a cualquier precio. Aún al costo de cerrar sus fábricas y generar un brutal desempleo. Es lo que podría llamarse “la  estrategia del precio”.
 
Mientras los occidentales tercerizan sus empresas y ganan en el corto plazo, China aprovecha ese enfoque para instalar unidades productivas de alto rendimiento para dominar en el largo plazo.
 
Mientras las grandes potencias mercantiles se quedan con sus marcas, con el diseño... en sus garras, los chinos se quedan con la producción, ayudándolos, estimulándolos y contribuyendo al desmantelamiento de los escasos parques industriales occidentales.
 
Muy pronto ya no habrá más fábricas de calzado ni de zapatos deportivos en el mundo occidental.  Solo existirán en China. De modo que en el futuro próximo veremos cómo los producto chinos aumentan sus precios produciendo un “shock manufacturero” como sucedió con el shock petrolero en los años 70. Y entonces ya será demasiado tarde.
 
Entonces el mundo se dará cuenta de que levantar nuevas fábricas tendrá costos prohibitivos y deberá  rendirse al poderío chino. Se dará cuenta de que alimentó a un enorme dragón y se convirtió en su rehén. Un dragón que aumentará gradualmente sus precios, puesto que será quien dicte las nuevas leyes del mercado y será quien mande, pues tendrá el monopolio de la producción.
 
Ya que será también el dueño de las fábricas, de los inventarios, y de los empleos y regulará los precios.
 
Nosotros, nuestros hijos y nuestros nietos veremos una inversión en las reglas del juego actuales, lo que producirá en las economías occidentales el impacto de una bomba atómica… china.
 
En ese momento cuando el mundo occidental se dé cuenta será demasiado tarde.
 
Ese día los ejecutivos occidentales mirarán tristemente las ruinas de sus antiguas fábricas, sus técnicos jubilados jugando a las cartas en las plazas y llorarán sobre la chatarra de sus parques industriales destruidos. Y se acordarán entonces, con mucha nostalgia, del tiempo en que ganaban dinero comprando “toneladas de mercancías de los esclavos” y  vendiendo caras sus “marcas registradas” a sus  compatriotas.
 
Y entonces, entristecidos, abrirán sus despensas y se comerán sus marcas que ya estarán pasadas de moda y que por tanto habrán dejado de ser poderosas, porque todas habrán sido copiadas…
 
REFLEXIONEN: COMIENCEN YA A COMPRAR PRODUCTOS DE FABRICACIÓN NACIONALFOMENTANDO EL EMPLEO EN SU PAÍS, POR LA SUPERVIVENCIA DE SU AMIGO, DE SU VECINO Y HASTA DE USTED MISMO… Y, SOBRE TODO, LA DE SUS DESCENDIENTES.
Piensen además que: 
¡Estamos alimentando hoy a la cobra que nos clavará los dientes en el futuro!

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