PARA SER MASÓN HAY DOS CAMINOS
Uno Camino corto:
Comprar todo
tipo de pings, hebillas, anillos, transparencias etc. Y colocarlas en el
lugar del cuerpo, ropa o de nuestras pertenencias que nos parezcan más
visibles.
Un Camino largo:
Evaluarnos con honestidad cada día que concluya:
¿Cuáles son mis defectos o vicios y cuáles mis virtudes?
¿Qué vicios mostré el día de hoy?
¿Qué virtudes apliqué el día de hoy?
¿Mostré fraternidad y tolerancia el día de Hoy?
¿He cumplido mi palabra?
¿He cumplido mis deberes?
¿He aprendido algo nuevo?
¿Combatí la ignorancia, la ambición y desenmascaré al hipócrita?
¿De qué vicios me he despojado?
De las respuestas que nos demos y su debida corrección en el marco de
los valores masónicos, seremos mejores cada día para bien de nuestra
Honrosa Institución, de la humanidad y de nuestros talleres en
particular.
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