JESUCRISTO:
¿HOMBRE, DIOS, MITO O FRANCMASÒN?
OTRO NACIMIENTO VIRGEN.
Si
la versión de la Iglesia acerca de los sucesos que rodearon al hombre
que llamamos Jesucristo no fuera exacta en el contexto histórico, sería
de esperarse la publicación de un buen número de escritos contemporáneos
en conflicto con la historia oficial. Muy pronto nos dimos cuenta de
que éste era el caso, ya que tanto los manuscritos de Nag Hammadi como
los Rollos del Mar Muerto ofrecían una perspectiva muy distinta de la
interpretación que se da en el Nuevo Testamento.
Una
dificultad fundamental para la Iglesia radica en el hecho de que el
mito cristiano central es anterior a Jesucristo. Las características
generales de la historia de Cristo son tan antiguas como el hombre,
desde el nacimiento virgen en alrededores humildes hasta la muerte de
sacrificio que salvó a su gente: todo ha sido escrito, una y otra vez,
por figuras religiosas en muchas culturas. No es cuestión de
similitudes; nos referimos a que son por completo intercambiables. La
historia de Mitra, otro culto popular en el Imperio Romano, se acercaba
tanto a la de Jesucristo, que los jerarcas de la Iglesia la
identificaron como un trabajo del diablo cuyo propósito era imitarla en
forma deliberada. El hecho de que el culto de Mitra existiera mucho
antes de que el mesías cristiano naciera no desconcertaba a estos
ingeniosos individuos; simplemente aseguraban que el diablo, un viejo
zorro astuto, regresó en el tiempo para plantar a un hombre que
desacreditaría la obvia originalidad de la historia de Cristo. Las
siguientes son sólo algunas de las figuras que se consideraban dioses y
que son anteriores a Jesucristo:
ü Gautama Buda: nació de la virgen Maya alrededor de 600 a.C.
ü Dionisio: dios griego, nació de la virgen en un establo, convertía el agua en vino.
ü Quirrnus:
antiguo salvador romano, nació de una virgen. Attis: nació de la virgen
Ñama en Frigia alrededor de 200 a.C. Indra: nació de una virgen en el
Tibet alrededor de 700 a.C. Adonis: dios babilónico, nació de la virgen
Ishtar.
ü Krishna: deidad hindú, nació de la virgen Devaki alrededor de 1200 a.C.
ü Zoroastro: nació de una virgen entre 1500 y 1200 a.C.
ü Mitra: nació de una virgen en un establo un 25 de diciembre circa 600 a.C. Su resurrección se celebraba en Semana Santa.
PARECE QUE ATRAVÈS DE LOS SIGLOS MUCHAS MUJERES JÒVENES E INOCENTES HAN DADO A LUZ A LOS HIJOS DE LOS DIOSES.
El
culto de Mitra es particularmente delicado para los cristianos que no
aceptan la satánica teoría del viaje en el tiempo. El mitraismo es un
vástago sirio del aún más antiguo culto persa de Zoroastro, que se
introdujo en el Imperio Romano alrededor del año 67 a.C. Sus doctrinas
incluían el bautismo, el alimento sacramental, la creencia en la
inmortalidad, un dios salvador que murió y se levantó de nuevo para
hacer de mediador entre el hombre y Dios, una resurrección, el juicio
final y el cielo y el infierno. Es interesante que en sus ceremonias se
usen velas, incienso y campanas. Sus devotos reconocían la divinidad del
emperador y no tenían problemas en coexistir al lado de otros cultos,
pero acabaron por ser absorbidos por los cristianos que eran mucho menos
tolerantes. Como mostraremos más adelante, la verdadera secta de
Jesús, la Iglesia de Jerusalén, carecía de la mayoría de los adornos
paganos, que fueron adiciones romanas posteriores para crear una
teología híbrida que satisficiera las necesidades del más amplio número
posible de ciudadanos. Con el tiempo los romanos razonaron que si los
plebeyos iban a tener sus supersticiones, ¿por qué no tener una
controlada por el estado?
Si
no fuera por un ligero giro del destino en los últimos años del imperio
romano, ahora veríamos a las familias dirigiéndose a la misa del
domingo con estampas de "Mitra te ama" en las ventanas de sus
automóviles. Otro problema esencial es el verdadero nombre de Cristo.
La mayoría de la gente sabe que el nombre de Jesucristo es una
denominación griega posterior, pero muchas veces no se molestan en
tratar de averiguar cuál fue el verdadero nombre de este hombre-dios El
nombre con el que nació no se conoce a ciencia cierta, pero es posible
que durante toda su vida se le haya conocido como Yehoshua, que quiere
decir "Jehová entrega", y es equivalente en términos modernos a
algo como "aquel que traerá victoria". Su forma actual sería Josué, que
es el mismo nombre del hombre que, según el Antiguo Testamento, le
trajo la victoria a su gente en la batalla de Jericó, cuando se supone
que las murallas de tal ciudad se derrumbaron por los ruidos sonoros de
las trompetas. El nombre de Jesús es tan sólo una interpretación griega
del nombre hebreo de Yehoshua, pero la adición del término Cristo es
bastante más preocupante. Es una traducción griega del término judío de
mesías, al que se le había dado el significado de aquel que trae la
salvación mediante la redención de los pecados, pese a que el vocablo
hebreo/arameo simplemente significaba una persona que se convertirá en
el legítimo rey de los judíos. La tradición judía dice que a los reyes
de Israel también se les asociaba con los mesías. Para ellos la palabra
quería decir el que será rey o un rey a la espera de serlo. Estos
significados eran directos y prácticos: podemos estar seguros de que el
concepto judío de un mesías y su reino por venir no tenía ninguna
connotación sobrenatural.1
Es
de sorprender que la palabra mesías sólo aparezca dos veces en la
Versión Autorizada del Antiguo Testamento, y está ausente por completo
en el Nuevo Testamento. Sin embargo, ya en los tiempos de Jesús era un
concepto popular entre los judíos, quienes tenían la esperanza de que
llegara el tiempo en el que se autogobernaran de nuevo, en vez de estar
bajo el control de ocupadores (kittim, como los llamaban), como
los sirios, los babilonios, o en particular, los romanos. Para estos
judíos nacionalistas de los primeros siglos antes y después de Cristo,
una vez que una persona legítima tomara el trono de Israel, se
convertiría en rey y el título en futuro de mesías dejaría de aplicarse.
La
única explicación de que la palabra mesías no se use para nada en el
Nuevo Testamento es que los traductores hayan utilizado la palabra
griega christos cada vez que la palabra hebrea mesías aparecía
en los textos anteriores. Con el tiempo, la palabra Cristo se ha
vuelto un sinónimo de Jesucristo en lugar de significar cualquier otro
mesías, o Cristo, aunque el término estaba lejos de ser único, y no se
limitaba a un solo individuo.
Para
los gentiles que luego serían los usurpadores de las creencias
tribales de los judíos, el uso hebreo de la palabra mesías era demasiado
pasivo, ajeno y se basaba en el mundo real de las aspiraciones
políticas judías; como consecuencia, en la traducción griega, la
palabra tomó la connotación de un misterioso culto helénico con el poder
de salvar almas y redimir al mundo entero. Norman Cohén describió la
situación de manera sucinta cuando dijo lo siguiente del mesías judío:
Será,
a lo más, un gran líder militar y un sabio y justo gobernante, guiado
por Jehová y elegido por él para gobernar a su pueblo en Judá La noción
de un salvador trascendental en forma humana, tan importante en el
zoroastrismo y tan central para el cristianismo, es por completo
desconocida para la Biblia hebrea 2
El
que los cristianos demanden autoridad por sus creencias del Antiguo
Testamento debe ser muy irritante para los académicos judíos modernos,
quienes pueden ver que su herencia ha sido utilizada para darle crédito a
un culto de misterio romano que en gran parte tiene un antiguo origen
persa. Este despojo de los veintidós textos judíos que constituye el
fundamento del Antiguo Testamento se extendió tan pronto como dio
inicio el siglo II, cuando los cristianos buscaban referencias que
apoyaran la creencia en su bisoño culto.
Los
miembros de la Iglesia primitiva se consideraban a sí mismos judíos, y
hasta el final del Siglo I d.C todos veían a los cristianos como una
secta judía. Sin embargo, al comenzar el siglo II, la gran mayoría de
los cristianos eran gentiles conversos de todo el imperio romano que ya
no se consideraban a sí mismos judíos en absoluto. Estos saqueadores
culturales casi no tenían en cuenta el contexto o la interpretación
aceptada, y se sentían libres de citar a capricho los textos judíos que
sus dueños no reconocían como escritura.
El
Antiguo Testamento se tradujo al griego en el Siglo III a.C, y fue
conocido como la versión de los Setenta (por lo general aparece como
LXX). Los cristianos le añadieron nuevos pasajes y libros enteros, y
después tuvieron la osadía de acusar a los judíos de haber borrado esas
secciones de sus propias escrituras. Esta creencia llegó a ser venerada
por el pensamiento cristiano y dio como resultado muchos actos de
vandalismo, como una ocasión en París, en 1242, cuando veinticuatro
carretadas de escrituras judías fueron saqueadas de las sinagogas y
luego quemadas, y veinte años más tarde, cuando el rey Jaime I de Aragón
ordenó que todos los libros judíos fueran destruidos.
Algunos
antiguos estudiosos cristianos sostenían que el Antiguo Testamento era
ajeno a su nueva religión, pero la mayoría leía con imaginación entre
líneas para encontrar obvias referencias a su Salvador. Los veintidós
libros de la sagrada escritura se alargaron de manera conveniente para
hacer abundante el Antiguo Testamento.
Entre
los agregados por parte de escritores cristianos se incluyen los de
Esdras, Judit,Tobías, Macabeos, Libro de la Sabiduría, Eclesiástico,
Baruc, la Plegaria de Manases y, dentro del libro de Daniel, la Canción
de los Tres Santos Niños, la historia de Susana, y Bel y el dragón.
Durante un tiempo los cristianos se conformaron con su "nuevo" Antiguo Testamento
pero, conforme estudiosos más serios, como Orígenes de Alejandría en
el siglo III, empezaron a estudiar los textos, se despertaron dudas
verídicas que los hicieron darse cuenta de que la versión judía
original era la única correcta. Se sugirió que debían destruirse todas
las nuevas escrituras de las iglesias cristianas, pero estos argumentos
pronto fueron enterrados por el deseo general de los cristianos de ser
la única religión con una escritura diferenciada.
Pero,
en tanto la Iglesia principal se fue por la opción fácil, el debate no
terminó y muchos pensadores cristianos no se convencieron. En el siglo
IV, Cirilo de Jerusalén prohibió la lectura de estos libros extraños,
incluso en privado, y hasta el siglo XVIII algunos de los principales
pensadores cristianos, como San Juan Damasceno, afirmaban que los
veintidós textos judíos eran los únicos componentes de la verdadera
escritura
La
misma gente altiva que alteró el Antiguo Testamento armó el nuevo. Para
tener una visión correcta de los acontecimientos que condujeron a la
creación de este relativamente instantáneo bloque de escrituras nuevas,
es esencial entender algo de la visión judía del mundo en este momento
crucial
En
la actualidad, casi toda la gente de occidente aprecia la línea
divisoria entre la política y la religión, pero es un error suponer que
en otros países o en otras épocas de la historia las cosas se veían de
la misma manera. El Irán moderno, por ejemplo, no reconoce ninguna
diferencia entre los dos aspectos, y los habitantes de Judea y Galilea,
hace dos mil años, tildarían de loco a quien pensara que la relación
con su dios era distinta en alguna forma de su lucha nacional. La
política en los tiempos de Jesús era un asunto teológico serio; la
estabilidad de la nación dependía de la opinión que Dios tuviera de su
valor. Si probaban que lo merecían, los judíos tendrían su propio rey y
destruirían a sus enemigos en la batalla. Por cientos de años
demostraron lo contrario, por lo que Dios los había abandonado a merced
de sus enemigos; pero en cuanto los devotos judíos empezaron a vivir
una vida más austera, comenzaron a esperar la llegada de un mesías que
diera principio al proceso de regresar a su propio gobierno.
Aquí
hay un punto fundamental que no puede pasarse por alto: en ninguna
parte del Antiguo Testamento se anticipa la llegada de un salvador del
mundo. Los judíos esperaban que surgiera un líder que fuera un rey
terrenal a la medida de David y, les guste o no a los cristianos, Jesús
no era el mesías de la línea de David (el Cristo), porque no logró
convertirse en el rey indiscutible de Israel. Para los judíos de
aquellos tiempos, incluyendo al mismo Jesús, no había otro significado
para la palabra; no es una cuestión de fe, es un hecho histórico más
allá del debate teológico. La Iglesia está muy bien enterada de este
malentendido y puede alegar que su interpretación espiritual de la
palabra es cierta y válida, a pesar de que los judíos la usaran de
forma muy distinta. Sin embargo, una vez que la Iglesia admite que los
usos cristiano y judío del término mesías no tienen nada en común,
resulta obvio que la Iglesia no tiene derecho de usar el Antiguo
Testamento como fuente de evidencia con respecto a la llegada de su
Cristo Hacerlo es un cínico fraude. Hacemos hincapié en que los judíos
no esperaban un dios o un salvador del mundo, sino un líder político con
credenciales que se extendieran hasta su primer rey, David 3s
Otro problema para la corriente principal del cristianismo es la creencia de que Jesús era el hijo de un apareamiento mágico entre Jehová y María Como
hemos visto, esta unión de un dios y una mujer es un requisito
ancestral para la paternidad de todos los que serían hombres-dioses en
las culturas del Medio Oriente. La justificación de esta afirmación
entre los cristianos se deriva del título que el mismo Jesús se
asignaba: el hijo de Dios, que era un antiguo título para cualquiera que
reclamara el reinado. Todos los dioses de tiempos anteriores a los
faraones y en adelante han establecido su derecho de gobernar mediante
su descendencia de los dioses.
Mientras
investigábamos bien la compleja cuestión del papel que se esperaba del
mesías, dimos con un aspecto sorprendente y muy extraño que, hasta
donde sabemos, nadie había considerado el nombre del asesino que fue
liberado en lugar de Cristo durante su juicio: Barrabás Un nombre
bíblico más, pensarán, y que parece estar rodeado de una aureola de
maldad "Barrabás, el malvado asesino a quien los igualmente malvados
judíos decidieron liberar en vez de nuestro Salvador" Los gritos de la
multitud para crucificar al Cristo y no al criminal común es una de las
piezas de evidencia con respecto a la pretendida naturaleza despiadada
de los judíos que ha derivado en dos mil años de antisemitismo.
Sin
embargo, sólo se requiere un conocimiento rudimentario de la lengua de
aquellos tiempos para entender que Barrabás no es un nombre, sino un
título que significa, precisamente, hijo de Dios. Bar quiere decir hijo de y la traducción literal de Abba es padre,
pero, en general, se usaba, y se sigue usando, como una referencia a El
Padre, es decir, a Dios. Esto nos intrigó y confundió, pero quedamos
perplejos cuando más adelante descubrimos que en los manuscritos
anteriores de Mateo, en el versículo , la denominación de este hombre se
usa en su forma completa: Jesús Barrabás.
Así
que al individuo que fue liberado y no crucificado a pede la multitud
se le conocía como Jesús, el hijo de Dios, y así lo registra de forma
indiscutible el Evangelio. La primera parte del nombre fue borrada del
Evangelio de Mateo en una fecha bastante posterior, por aquellos que
buscaban que los hechos encajaran con sus creencias gentiles. Semejante
selectividad es lo que hoy llamaríamos de manera eufemística
economía de la verdad, pero resulta poco más que un engaño para evitar
preguntas difíciles que la Iglesia no contestaría, o que, más bien, no
podría contestar.
Ciertamente
la trama se estaba complicando. Los Evangelios sostienen que a este
otro Jesús, hijo de Dios, se le acusaba de ser un judío rebelde que
había matado a dos personas durante el estallido de una insurrección.
Así que Barrabás no era un criminal sino un judío fanático que se
enfrentaba a una acusación similar a la presentada en contra de Jesús.
Cuando
se consideran estos hechos más concretos, todas las instancias del
juicio de Jesús se complican. Dos hombres e1 mismo nombre, que demandan
lo mismo, y acusados prácticamente de lo mismo; ¿cómo podemos saber cuál
fue liberado?. Con certeza, muchas de las sectas cristianas más
antiguas creen que Jesús no murió en la cruz porque otro murió en su
lugar. Hoy día, los musulmanes tienen a Jesucristo en muy alta estima
como un profeta al que se ordenó crucificar pero cuyo lugar fue tomado
por otro. El simbolismo del Cristo crucificado es absolutamente esencial
para la corriente principal del cristianismo, pero,
aun así, muchos grupos, tanto contemporáneos del suceso como modernos,
sostienen que no murió de esa manera, ¿Podrían tener razón?.
La
evidencia que hallamos no pertenecía a alguno de los Evangelios
Gnósticos tan disputados, sino al Nuevo Testamento, por lo que nuestros
inevitables críticos por parte de la Iglesia debieron haber tenido
muchas dificultades para esconder esta verdad debajo de la alfombra. Es
seguro que algunos pretenderán argumentar que no lo leyeron o que es
alguna clase de error que puede justificarse mediante el proceso
tradicional de hablar en círculos.
Libres
de los requerimientos del dogma de la fe ciega, habíamos aceptado que
la leyenda de Jesucristo es una amalgama de cuentos chinos
sobrenaturales importados de otras religiones de misterio. Dados
nuestros descubrimientos, empezamos a preguntarnos si incluso los
detalles más generales de la vida de Jesús pudieron ser la mezcla de las
historias de dos hombres, casi de la misma forma en que se cree que la
historia de Robin Hood se originó en los cuentos que se narraban
sobre varios nobles anglosajones que operaban fuera de la ley de los
gobernantes normandos.
¿Es
que las autoridades romanas, amenazadas por el surgimiento del
nacionalismo en Judea, se habían movilizado de una vez por todas contra
todos los alborotadores conocidos? Los judíos representaban una espina
pequeña pero permanente para el emperador, y la difundida expectación
con respecto a la llegada de un nuevo mesías para deshacerse de los
romanos estaba enardeciendo demasiado a la población local. Los
sicarios, fanáticos zelotes levantados en armas, estaban asesinando
judíos que eran amigos de Roma y la población en general iba adquiriendo
confianza acerca de la posibilidad de lograr la independencia Hubiera
sido muy normal por parte de las autoridades romanas eliminar el
problema antes de que se les saliera de las manos Sólo podríamos
especular con respecto a qué pudo haber pasado para que se creara la
extraña situación que se registra en el Nuevo Testamento.
Nuestro
primer escenario era aquel en el que dos mesías competidores surgieron
de las filas de dos grupos diferentes en Judea, ya que está documentado
que en los siglos I y II hubo muchos que exigían el título de mesías. ¿Y si
dos de estos mesías alcanzaron la cima de la popularidad al mismo
tiempo? Ambos hubieran sido llamados Jesús por sus seguidores, porque es
una descripción que se le da al salvador del pueblo judío, su
proveedor de victoria y futura prosperidad. Al momento de este arresto
preventivo, es posible que a una de las figuras mesiánicas se le
conociera más como Jesús, rey de los judíos, y a la otra como Jesús, el
hijo de Dios. Cuando se exhibió en público a estos criminales, Poncio
Pilato se percató de que la situación se estaba volviendo explosiva y,
temiendo un baño de sangre del cual él podría resultar una víctima,
ofreció poner en libertad a uno de los dos mesías cautivos. La multitud
tuvo que escoger entre su mesías real o su mesías sacerdotal, y
escogieron al segundo.
A
este escenario le llamamos la Teoría del Gato de Schródinger acerca del
mesías (por el famoso experimento de lógica que demostró que en el
extraño mundo de la mecánica cuántica pueden coexistir dos resultados
que se excluyen mutuamente), porque es imposible afirmar si el
crucificado fue o no el verdadero Jesús de la fe cristiana. Las
historias de ambos hombres están ahora tan mezcladas que las sectas
cristianas que dicen que nunca lo crucificaron están en lo correcto,
como también lo está la corriente principal de la Iglesia, que afirma
lo contrario.
Nuestro
segundo escenario se basaba en el conocimiento de que había un
requisito tradicional de que hubiera dos mesías, que trabajarían mano a
mano para lograr la victoria final de Jehová y Su pueblo elegido. Un
mesias real de la tribu de Judá, la línea real de David, se uniría a un
mesias sacerdotal de la tribu de Levi. Se esperaba esto debido a que, de
acuerdo con la tradición, los sacerdotes judíos tenían que ser levitas.
Esta teoría presupone que en el momento del juicio se arrestó a ambos
mesias y se les acusó de provocar la insurrección civil. El Jesús de la
línea real de Judá fue retenido y murió en la cruz, en tanto que el
Jesús de la línea sacerdotal de Levi fue liberado.
¿Quién era cuál?
El Jesús nacido de María demandaba ser un mesías porque descendía de la
línea real de David y se supone nació en la ciudad de David, Belén. No
obstante, como puede leerse en los primeros versículos del Nuevo
Testamento, esta descendencia, a través de una hilera de procreadores,
se basa en la genealogía del esposo de María, José, que no era, según la
creencia cristiana, el padre de Jesús. Un cruel giro de fría lógica: si
era el hijo de Dios, no podía ser el mesías real.
En
términos prácticos, el Jesús que nació de María no podía ser dicho
mesías real, pero sí la versión sacerdotal: se sabe que su madre tenía
relación con Juan el Bautista, que era levita, por lo que el mismo Jesús
debe haber tenido sangre levita. Si este Jesús hubiera utilizado este
argumento, quedaría claro que no fue él quien murió en la cruz.
Con
el asunto del Jesús doble nos topamos con una falla obvia en la
historia cristiana del mesías, pero, además de discutir estos
escenarios como posibles soluciones, no podíamos ahondar más. No fue
hasta que desciframos un acertijo masónico que la solución real se hizo
evidente, y de ello hablaremos más adelante.
LOS PRINCIPALES GRUPOS DE JERUSALÈN
Los
tres principales grupos pobladores de Judea durante el siglo eran los
fariseos, los saduceos y los esenios. Los dos primeros se definen en
las notas al pie de página de la Biblia Douai como sigue:
Fariseos
y saduceos. Eran las dos sectas entre los judíos de los cuales los
primeros eran en su mayoría notorios hipócritas; los últimos, una
especie de librepensadores en materia de religión.
Para ser una pieza de información tan pequeña, es notable el grado de inexactitud.
Los
saduceos eran, por derecho establecido, la burocracia sacerdotal y
aristocrática de Jerusalén. Eran muy conservadores en sus opiniones
religiosas, no creían en ninguna existencia más allá de la tumba y sin
duda consideraban las complejas perspectivas y acciones de los fariseos
como la obra de unos tontos supersticiosos. En la mayoría de los
aspectos, dirigían al país de acuerdo con los requerimientos romanos más
que con los judíos; eran lo que ahora llamamos traidores. Sostenían
que el individuo era libre para construir su propio destino y, a
diferencia de los fariseos, creían que la historia tomaba su propio
curso en vez de ser parte de algún plan divino. Si bien eran ricos y con
una posición social alta, eran groseros, rudos y duros en extremo con
cualquiera que rompiera la ley o interfiriera con su administración. No
eran hombres de ideas o de ideales pero mantenían al país funcionando
en tanto buscaban el status quo, el cual operaba para su
beneficio. Si vamos a ser justos, es probable que no fueran muy
distintos de las clases gobernantes en la mayoría de los países antes y
después, pero llamarlos librepensadores en materia de religión es lo
más lejano posible a la verdad.
Los
fariseos, por otro lado, no eran, estrictamente hablando, sacerdotes,
pero sí devotos de la Ley, que con constancia trataban de aplicar en
cualquier aspecto de la vida. Para ayudarse en esta búsqueda de
cumplimiento de la Ley, desarrollaron una tradición de interpretación
mediante la cual todas las acciones estaban reglamentadas con
minuciosidad. Establecieron altos estándares que se convirtieron en las
señales del judaísmo ortodoxo moderno, y, comparta uno sus
creencias o no, eran impresionantemente sinceros. Por tradición, toda
adoración a Jehová estaba restringida y sólo debía ocurrir en Su Divina
Presencia en el Templo de Jerusalén bajo el control del sumo sacerdote,
pero los fariseos crearon la oportunidad para la evolución eventual de
la estructura del rabino y la sinagoga, como una base para que los
judíos de todas partes tuvieran acceso a Dios.
En
la actualidad, los temores y esperanzas de los fariseos perduran en el
judaísmo ortodoxo. En todo el mundo ortodoxo, durante el sabat los
judíos no hacen negocios, y tampoco manejan un auto de motor, usan el
transporte público, empujan una carreta ó la, cosen o zurcen, ven
televisión, cocinan o exprimen una esponja, tocan un timbre o usan un
elevador. Recientemente, el gerente judío de un hotel kosher en
Bournemouth, centro vacacional al sur de Inglaterra, fue despedido por
activar el interruptor eléctrico para encender el sistema de
calefacción central la mañana de un sábado. El hecho de que sus
huéspedes pudieron haber muerto a causa de la hipotermia no fue excusa
para esta desconsiderada desobediencia de la Ley, que se deriva del
hecho de que el Tora, el libro de la ley judía, prohíbe encender fuegos
durante el sabat.
Los esenios fueron un grupo menos comprendido hasta 1947, cuando se descubrieron los Rollos del Mar Muerto en Qumran, cerca de Jerusalén.
Los pergaminos nos dicen mucho de estos extraños hombres que vivieron
en un valle seco y rocoso desde alrededor de la mitad del siglo II a.C.
hasta el año 68 d.C. Hay evidencia de que las cuevas fueron ocupadas más
tarde por un número más pequeño de personas hasta el año 136 d.C. (el
tiempo del levantamiento final de los judíos bajo otro Jesús), pero no
se sabe a ciencia cierta si estos habitantes eran esenios o no.
Que
las observaciones religiosas de los esenios hicieran ver a los fariseos
como hedonistas descuidados, nos da la medida del rigor de su
mentalidad. Aunque hoy día muchos académicos aceptan que los esenios y
la Iglesia primitiva tienen muchos rasgos en común, la Iglesia de Roma
siempre ha negado cualquier conexión entre los dos. Uno de los vínculos
más obvios es la singular expectación apocalíptica que comparten. Ambos
esperan que su mundo existente termine de manera abrupta e inminente.
El
principal factor que distingue a los esenios de los saduceos y los
fariseos es que para ser esenio sólo se requiere hacer una elección
adulta e individual, y no es por virtud de nacimiento. Los esenios de
Qumran se pensaban los únicos custodios de las verdaderas enseñanzas de
Israel y creían que a través de su fundador sacerdotal, conocido en los
Rollos como el Maestro de la Rectitud, habían establecido una nueva
alianza, la forma última y esencial de la perfecta alianza entre
el pueblo de Israel y su Dios. Este arreglo estaba reservado de manera
exclusiva para los miembros de la comunidad esenia, debido a su respeto
infalible de cada uno de los seiscientos trece mandamientos de la Ley y
su absoluta creencia en la profundidad de su propia indignidad. Como los
fariseos, adoptaron la idea de dioses menores conocidos como ángeles.
Está
más allá de toda duda que los autores de los Rollos del Mar Muerto, que
ahora llamamos qumranos o comunidad qumrana, fueron esenios, y después
se nos aclararía que este pueblo era el nazareno (o nasoreano) o la
Iglesia original de Jerusalén. Hay mucha evidencia de que estos grupos
eran en esencia uno solo y el mismo, y el argumento de la Iglesia acerca
de que están separados parece ser un intento por proteger lo especial
de Jesús, cuando los Rollos del Mar Muerto cuentan una historia
similar sin hacer referencia a él. Si ahora la Iglesia aceptara
que el pueblo de Qumran era la Iglesia de Jerusalén, tendría que
explicar por qué su dios principal no era el líder de su comunidad.
Los Rollos del Mar Muerto describen a un grupo con una visión del mundo
idéntica, la misma peculiar terminología y precisamente las mismas
creencias escatológicas que la Iglesia de Jerusalén. Expertos como el
profesor Robert Eisenman han demostrado que el líder de los qumranos
alrededor de la cuarta y quinta décadas del siglo I d.C. fue Santiago el
Justo, hermano de Jesús, que la Iglesia acepta como el primer Obispo de
Jerusalén. (Esto se confirmó más tarde en una conversación privada con
el profesor Phillip Davies.)
¿Cómo
dividía su tiempo Santiago el Justo, entre los dos grupos? ¿Tal vez en
días alternados, o mañanas y tardes? Difícilmente. La respuesta
obligada es que ambos eran la misma cosa. Durante las últimas tres
décadas de su existencia, la comunidad qumrana era la Iglesia de
Jerusalén.
En
espíritu, los esenios eran judíos ultraconservadores, pero en cierta
forma eran progresistas y creativos sin medida. El vocabulario qumrano
está presente en la literatura cristiana y los malentendidos con
respecto a su significado original ayudaron a aquellos que sostendrían a
dioses gentiles mediante la valiosa moneda del judaismo. El nuevo
vocabulario qumrano comenzó a formar parte de la cultura teológica judía
en el Siglo I d.C, cuando la literatura targúmica era un lugar común.
Se trataba de la traducción de la Biblia hebrea al arameo, la lengua de
los judíos en los tiempos del Cristo Jesús. Como los servicios se
realizaban en hebreo, que se entendía poco, se traducían libremente de
manera simultánea al arameo para beneficio de los fieles en general. Los
traductores usaban términos y frases que se entendieran en vista de
las circunstancias del momento, de tal forma que los términos qumranos
incluidos en el ritual cristiano, como "vénganos tu reino","el reino del
Señor","el reino de Dios" y "el reino de la Casa de David", se referían
todos al mismo objetivo político. George Wesley Buchanan comenta:
Cuando
se informó que Jesús dijo" Mi Reino no es de este mundo'' (Jn 18:36),
no quería decir que estaba en el Cielo. En el Evangelio de Juan se
divide a toda la gente en dos grupos (1) aquellos del mundo y (2)
aquellos que no son del mundo Los que no son del mundo incluían a Jesús y
a sus seguidores, quienes vivían en la tierra. No estaban en el cielo,
pero tampoco eran paganos. Pertenecían a "la iglesia" y no a "el mundo" El mundo incluía a todos los paganos y a aquellos que se rehusaban a creer en él.5
Podemos
ver que los términos usados en esos tiempos eran simples afirmaciones
políticas. Si seguías el movimiento de independencia, estabas en el
Reino de Dios y si no, pertenecías al mundo ordinario. En Lucas 17:20-21
un fariseo le preguntó a Jesús cuándo vendría el Reino de Dios y
recibió la siguiente respuesta:
El reino de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: "Helo aquí, o helo allí"; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros.
Los
términos "el reino del cielo' y "el reino de Dios" tenían un
significado simple y claro para quienes los usaron en un inicio, pero,
al ser adoptados y utilizados por los cristianos gentiles, sus nuevos
dueños pensaban con cariño en un paraíso al que la gente buena se iba
una vez que sus vidas terminaban, y en el que era posible reunirse en un
éxtasis sin tiempo con los seres amados perdidos. Todo esto está muy
lejos de ser lo que cualquier Jesús (es decir, cualquier traedor de
victoria) haya enseñado en el siglo I. La palabra aramea que se tradujo
al griego como reino se ha malentendido en este contexto, ya que
también significa gobierno o mandato, y cuando se considera el uso
completo del término, éste quiere decir que la tierra de Israel sea
gobernada de acuerdo con la ley mosaica. En efecto, cuando Jesús y sus
contemporáneos se referían a la venida del reino del cielo, tan sólo
querían decir: "cuando muy pronto llegue el tiempo en que saquemos
de Judea a los ocupadores extranjeros y a sus títeres, y establezcamos
algunos acatamientos de la línea dura de las reglas judías". Entre
ellos, los más religiosos pensaban que sus problemas eran resultado de
que Jehová los había abandonado debido a que vivían en el pecado por no
acatar la ley de Moisés con la suficiente fuerza. El único remedio para
todos los problemas que los asolaban eran la pureza y la rectitud;
tenían que seguir la ley de Dios al pie de la letra.
LA SÒLIDA EVIDENCIA DE LOS ROLLOS DEL MAR MUERTO.
Como
hemos mostrado, los vínculos entre los términos utilizados en el Nuevo
Testamento y en los Rollos del Mar Muerto son obvios, pero desde sus
orígenes la Iglesia Católica ha tratado de aminorar su importancia. La
interpretación de los pergaminos fue dirigida por un grupo católico del
que formaron parte los sacerdotes de Vaux, Milik, Skehan, Puech y
Benoit. Otras figuras independientes involucradas se quejaron en aquel
momento de que no se les daba acceso abierto a muchos de los pergaminos,
y tanto John Allegro como Edmund Wilson declararon que había una
política deliberada para distanciar a la comunidad qumran de los inicios
del cristianismo, a pesar de la creciente evidencia de que tenían algo
en común.6
El
padre de Voux declaró con firmeza que los qumranos diferían por
completo de los primeros cristianos; también observó que, debido a que
Juan el Bautista estaba tan cerca de las enseñanzas de dicha comunidad,
no podía considerársele cristiano sino tan sólo un precursor del
cristianismo. Como está claro en el Nuevo Testamento que Juan el
Bautista fue fundamental en el establecimiento del ministerio de Jesús,
es difícil ignorar semejante conexión. De Vaux ignoró también el hecho
de que ambos grupos utilizaban el bautismo, compartían sus posesiones en
comunidad, tenían un consejo de doce personalidades líderes y estaban
interesados en las figuras mesiánicas y la inminente llegada del reino
de Dios. El 16 de septiembre de 1956, John Allegro le escribió al padre
de Vaux diciéndole:
...
usted es incapaz de tratar el cristianismo bajo una luz más objetiva.
.. Persiste en hablar alegremente de los que los primeros
judíos-cristianos pensaban en Jerusalén, y nadie adivinaría que su
única evidencia real, si se le puede llamar así, es el Nuevo
Testamento.7
El
padre de Vaux y su equipo no pudieron evitar examinar los nuevos
pergaminos bajo la luz de sus creencias ya existentes y, de manera
consciente o inconsciente, cambiaron los hechos para demostrar que los
qumranos y los nazarenos de la Iglesia de Jerusalén no estaban
relacionados.
Esa excusa se acabó.
A
nosotros nos parece incuestionable que el hombre que fue Jesucristo fue
una figura líder de Qumran durante los años cruciales de la tercera y
cuarta décadas del siglo I. En aquellos tiempos los miembros de la
comunidad eran pocos, tal vez no más de doscientas personas, y quizá
había poco más de cuatro mil esenios en total. Era un grupo de gente con
mentalidades similares que veían la salvación inminente de sus
problemas mediante la santidad y, aunque no eran sacerdotes por
herencia, llevaban una vida monástica. Esto implicaba una sociedad en
extremo jerárquica, del Guardián o el Gran Maestro hacia abajo, hasta
seres tan inferiores como los hombres casados o, aun peor, las mujeres,
especialmente aquellas que menstruaban. Las mujeres que se encontraban
en ese momento de su ciclo corporal debían retirarse de todo contacto
con los hombres, incluyendo el contacto visual. La reproducción era una
necesidad desafortunada de la vida, pero que aquellos que elegían
entregarse a los placeres de la carne, debían pasar por un proceso
considerable de purificación antes de regresar a la comunidad.
Había
varios niveles de membresía, desde un amplio grupo externo hasta uno
interno santo. La iniciación a los más altos escalones requería de votos
de secreto bajo amenaza de terribles castigos si se revelaban los
secretos de su hermandad al mundo exterior. Esto parece similar a la
práctica masónica, pero una de las diferencias es que los qumranos no
consideraban tales amenazas como señales o pruebas; para ellos, eran
literales.
El pueblo de Qumran nos interesó mucho: usaban batas blancas, hacían votos de pobreza, juraban guardar el secreto bajo amenaza, de
terribles castigos y afirmaban que poseían conocimientos secretos.
Estábamos reconstruyendo la imagen de un grupo judío revolucionario que
pudo haber incluido a Jesús, y que fue fundamental en la revuelta judía
que con el tiempo condujo una vez más a la destrucción de Jerusalén y
su templo.
Habíamos
establecido, más allá de toda duda razonable, que los templarios
excavaron las ruinas del Templo de Herodes, y cualquier cosa que hayan
encontrado debe haber sido escondido entre los primeros años del siglo
I, cuando el templo estaba en sus primeros años de construcción, y el año 70 d.C,
cuando fue destruido. Esto significaba un periodo no mayor de setenta
años durante el cual pudo haberse escondido el material. El Rollo de
Cobre —llamado así por estar en efecto grabado en hojas de cobre—,
encontrado en Qumran (véase figura 17), habla de cómo los qumranos
escondieron sus secretos y escrituras bajo el templo poco antes del año
70 d.C, por lo que no tuvimos la necesidad de especular sobre los dueños
de los pergaminos que los templarios encontraron. Y, si estábamos en lo
correcto, y la comunidad qumrana y la Iglesia de Jerusalén eran una
sola y la misma cosa, resulta claro que los templarios poseían los
documentos cristianos más puros posibles, mucho más importantes que los
Evangelios Sinópticos.
Por
mucho, el vínculo más importante entre los esenios qumranos, los
Caballeros Templarios y la francmasonería es el hecho de que los tres se
centran en la reconstrucción física y mística del Templo del Rey
Salomón. Es improbable que se trate de una coincidencia y no podría ser
una asociación fraudulenta en lo que respecta a la francmasonería, ya
que la Gran Logia de Inglaterra y sus enseñanzas acerca de la
construcción de un templo espiritual son anteriores al descubrimiento
de los Rollos del Mar Muerto por más de doscientos años.
Cuando
estudiamos el cristianismo gnóstico encontramos que había un vínculo
entre éste, el Nuevo Testamento y la francmasonería, en cuanto a que los
tres hacían referencia a piedras angulares. Encontramos las mismas
referencias en los textos de Qumran. Eisenman y Wise comentan al
respecto entre otras observaciones acerca de vínculos entre los
pergaminos y el cristianismo:
Los
lectores que estén familiarizados con el Nuevo Testamento reconocerán
aquí los términos comunidad y templo como alusiones básicamente
paralelas, ya que Jesús está representado como el Templo en los
Evangelios, y en Pablo, la Regla de la Comunidad, usando imaginería del
espiritualizado templo paralelo en VIII 5-6 y ix 6, describe al Consejo
de la comunidad qumrana como el "Santo de Santos para Aarón y un Templo para Israel".
Esta imaginería, como veremos, estaba difundida en Qumran, incluyendo
las alusiones paralelas al sacrificio, la agradable fragancia, la
Piedra Angular y la Fundación que conlleva.8
El uso de la idea de fundación fue algo que también nos llamó la atención.
LA FAMILIA DE JESÙS.
Un
elemento significativo que la Iglesia se niega a discutir es la
evidencia de que Jesús tenía hermanos, y es probable que también
hermanas En una amplia variedad de documentos de los siglos I y II,
incluso en el mismo Nuevo Testamento, se encuentren referencias a dichos
hermanos de Jesús. Tener hermanos es normal, pero, cuando se supone que
eres el hijo de Dios, surge una pregunta: ¿quién es el padre de los
demás? Por fortuna, hay evidencia que indica que Jesús era el mayor, por
lo que su nacimiento de una virgen no se descarta al instante. Esta
cuestión de los hermanos se reconoció hace mucho, y se han expuesto tres
principales teorías para explicar la situación.
Los
debates iniciales sobre el cristianismo llevaban el nombre de su
teólogo líder. La visión de Helvidio acepta que en efecto existieron
hermanos de Cristo; el argumento de Epifanio propone que se trataba
hijos de José de un matrimonio anterior; y la desesperada explicación de
Jerónimo es que el término hermano en realidad quería decir primo. A
pesar de que la Biblia se refiere con claridad a los hermanos de Jesús
en varias ocasiones, en notas al margen, la Biblia Católica Romana Douai
indica sin lugar a dudas su opción preferida:
.. Helvidio y otros herejes, de la manera más impía, sugieren que la bendecida Virgen María tuvo otros hijos además de Cristo.
Lo anterior contradice a Mateo 13:55-56,quien asegura:
¿No
es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus
hermanos, Santiago, José, Simón y Judas? ¿No están todas sus hermanas
con nosotros?
La respuesta de los editores de la Biblia Douai es creativa, ya que no convincente para el lector crítico:
Éstos
eran los hijos de María la hermana de nuestra Señora Bendecida y, por
lo tanto, de acuerdo con el estilo usado en las escrituras, se les
llamaba hermanos, es decir, parientes cercanos de nuestro Salvador
Si
hubiera un fragmento de verdad en esta extraña explicación, tendría que
observarse que no era muy imaginativo por parte de los abuelos maternos
de Jesús tener dos hijas y poner a ambas el nombre de María. Sin
embargo, ahora se acepta de manera casi universal que Jesús tenía
hermanos y hermanas. Su hermano menor, Ya'acov (Jacob, en inglés o
Santiago en las versiones griegas de la Biblia) lo sobrevivió durante al
menos treinta años y, como mostraremos más adelante, fue responsable de
preservar sus verdaderas enseñanzas para que por fin pudieran
triunfar contra todo.
EL NACIMIENTO DE UNA NUEVA RELIGIÒN
Ahora
conocíamos la gran diferencia entre la Iglesia original de Jerusalén y
la organización posterior que les robó las ropas después de que se les
exterminara en la guerra con los romanos. Al examinar los escritos de
quienes la Iglesia Romana llama "los padres de la primera Iglesia"
y posteriores líderes de la Iglesia, titubeamos ante la confusión, los
malentendidos y el embrollado pensamiento que han existido a lo largo
de los años. También nos topamos con algunas muestras de una
sorprendente honestidad; se registra que el Papa Leo X (el mismo que
llamó al Rey Enrique VIII el defensor de la fe) dijo:
Nos ha servido bien, este mito de Cristo
Desde
la caída de Jerusalén en el año 70 d.C, la fe llamada cristianismo
empezó a distanciarse de sus orígenes judíos y pronto el recuerdo del
héroe conocido como Josué se perdió en mitos y leyendas ajenos. Se
fueron apilando viejas historias paganas sobre la historia del hombre
que intentó ser el rey salvador de su gente. De Roma se contó de nuevo
la leyenda de Rómulo y Remo, con dos nuevos dioses menores, los grandes
santos Pedro y Pablo. La fecha de nacimiento del dios Sol era el 25 de
diciembre y se pensó que también sería adecuada para el nacimiento de
Jesús, ya que así podría celebrarse a ambos el mismo día. El sabat se
cambió del sábado al día del dios sol, el domingo, y el símbolo del sol
encontró su lugar detrás de las cabezas de los divinos y los santos en
la forma de halo.
Para
los ciudadanos del Imperio Romano, la nueva religión les resultó
familiar y a la vez reafirmante: quizá no les iba muy bien en esta vida,
pero obtendrían algo mejor en la próxima. Igual que la mayoría de la
gente a lo largo de la historia, no usaban mucho la lógica, preferían
disfrutar la emoción que todo les producía, le pedían ayuda a su Dios
(ahora sólo uno) cuando la necesitaban y le oraban cuando las cosas iban
bien El cristianismo se volvió un culto de rituales más que de ideas, y
la teología pasó a segundo término ante el control político
El
Imperio Romano había sido una fuente política de gran éxito, pero, a
pesar de sus despiadados métodos para mantener el poder, éste no podía
ser permanente Empezó a derrumbarse como fuerza cultural pero se dio
cuenta de que controlar las mentes de la gente era mucho más eficaz que
sólo controlar sus cuerpos. El cristianismo dio a Roma el mecanismo para
establecer un poder político sin paralelo, basado en ofrecer a las
masas poco sofisticadas una mejor vida después de la muerte, si seguían
los ordenamientos de la Iglesia .Thomas Bobees, filósofo y pensador
político del Siglo xvII, expresó la situación con claridad:
El papado no es otra cosa que el fantasma del difunto Imperio Romano, sentado con su corona sobre su tumba desde entonces 9
Es
probable que el acontecimiento más importante en la creación de lo que
ahora llamamos la Iglesia haya tenido lugar en Turquía el 20 de mayo
del año 325 d C. Se trata del Consejo de Nicea, resultado de la decisión
del Emperador Constantino de tomar de una vez por todas el control de
su fragmentado imperio. En ese tiempo Constantino era en extremo
impopular y el descontento estaba en su apogeo, la idea que se le
ocurrió para resolver sus problemas fue una verdadera genialidad. Era lo
suficientemente realista como para aceptar que Roma ya no era el poder
que había sido y, si bien no podía asegurar su posición mediante la
fuerza o la recompensa financiera, sí podía influir en su pueblo si se
introducía en las creencias espirituales que al parecer dividían las
lealtades de sus súbditos. El imperio entero se había convertido en una
mezcla de cultos, y algunos de ellos, como el cristianismo, estaban
presentes de diversas y variadas formas. En el transcurso de muchas
generaciones casi todas las religiones orientales encontraron el camino
hacia Roma y habían sido asimiladas y transformadas para satisfacer los
gustos locales Tan minucioso fue el proceso de romanización que pocos de
los fundadores de los cultos originales hubieran reconocido su propia
fe conforme se fusionaban una con otra hasta volverse sumamente
intercambiables una verdadera mezcla En este periodo de cambio,
aquellos que se hacían llamar cristianos reñían entre sí a causa de las
muchas diferencias fundamentales en cuanto a sus creencias
A pesar de su papel como legitimador del cristianismo Constantino fue seguidor del culto al dios del Sol Invictus, hasta
el momento en que se encontró en su lecho de muerte, cuando por fin
aceptó ser bautizado, por si acaso los cristianos habían estado en lo
correcto todo el tiempo Una póliza de seguro bastante sensata y barata,
para la vida en el más allá.
Cuando
el emperador se involucró por primera vez con los cristianos, su
población era bastante significativa uno de cada diez ciudadanos
aseguraba ser seguidor de este grupo que se había separado de los
judíos. Se encargó de arreglar las disputas entre las diferentes
facciones cristianas, las cuales se acusaban mutuamente de falsedades, y
debe de haberse percatado de que esta religión emergía como una fuerza
dominante
Constantino
se ganó el título que la historia le conferiría "Constantino El Grande"
Urdió su plan y lo ejecutó de manera inmaculada Por ese entonces había
dos emperadores Constantino, quien gobernaba el oeste y Licinio, el
este, y cuando el primero propuso a su contraparte que los monoteístas
ya no debían ser perseguidos, Licinio accedió de inmediato Como de
cualquier manera las persecuciones no habían terminado, Licinio ha de
haberse preguntado por qué de pronto Constantino se interesaba tanto en
el bienestar de cultos aceptados, como el cristianismo. Pudo averiguarlo
poco después, cuando Constantino lo acusó de no cumplir con el acuerdo
y lo mandó ejecutar con el pretexto de la protección de las libertades
religiosas de sus ciudadanos. Constantino se convirtió de inmediato en
el único emperador con el apoyo total del creciente e influyente culto
a Cristo. Ésta fue una excelente vía para mantener el orden y
desarrollar la cohesión, y Constantino seguro pensó que este asunto
merecía desarrollarse aún más. Existían dos obstáculos para esta
estrategia en primer lugar, aun había muchas religiones activas en
general y, en particular, dentro de las fuerzas armadas, en segundo
lugar, los cristianos mismos se encontraban en tal grado de desacuerdo,
que parecían correr el peligro de dividirse en distintas creencias La
solución de Constantino fue admirablemente brillante.
A
pesar de ser un devoto de la religión del Sol Invictus, Constantino
organizó el primer consejo internacional de cristianos para establecer,
de una vez por todas, un punto de vista único y oficial en lo
concerniente al culto cristiano y a su profeta judío, el Cristo Jesús.
Logró reunir a líderes eclesiásticos de todas partes del mundo antiguo,
incluyendo España, Francia, Egipto, Persia, Siria, Armenia y la propia Tierra Santa.
Debido a que los cristianos eran por mucho la secta más ruidosa, este
consejo efectuado en Nicea (Iznik en la actualidad) en Turquía, llegó a
ser un parlamento de facto del nuevo Imperio unido. El suceso se
organizó con un toque magistral: Constantino estaba sentado al centro
con los obispos a su alrededor, de manera que su autoridad se imponía en
todas las discusiones. Así el emperador se impuso como el Cristo del
momento, con la atención de sus discípulos y, como sostuviera después la
leyenda, también estuvo presente el poder del Espíritu Santo, actuando
por conducto del hombre que sería el fundador de la Iglesia. A
Constantino le interesaban sobre todo dos cosas: el Dios de los
cristianos, a quien consideraba una manifestación de su rey Sol
existente, y la figura de Jesucristo, a quien consideraba un mesías
judío, de la misma forma que se veía a sí mismo como el mesías de su
imperio. Pensaba que Jesús era un personaje guerrero y sagrado como él,
quien luchó por establecer la ley de Dios; pero el rey judío fracasó y
con él esto no sucedería.
Desde
el tiempo de Constantino, los cristianos lo han considerado el gran
líder de la fe que derrotó a los herejes. Muy pronto se contó una
historia sobre su conversión al cristianismo cuando, en la Batalla del
Puente de Milvian, el emperador siguió las instrucciones recibidas en un
sueño profético y mandó pintar el símbolo del verdadero dios en los
escudos de su ejército Con base en el subsecuente vínculo de Constantino
con los cristianos, se supuso que serían las sagradas palabras griegas chi y rbo, las primeras dos letras de la palabra christos. Pero,
dado que Constantino nunca se convirtió en cristiano, la imagen en esos
escudos debió haber sido con certeza el sol abrasador de su verdadero
dios, Sol Invictus No existen registros de esa época que describan este
símbolo pero, como el emperador había sido admitido recientemente como
miembro del culto a dicho dios y fue su sumo sacerdote el resto de su
vida, parece improbable que haya utilizado otro tipo de imagen.
El
resultado de este consejo fue el Credo Niceano, que buscaba
reconciliar las diferencias entre varias facciones cristianas y evitar
los abismos doctrinales que podrían dividir la Iglesia oriental por
completo. Los reglamentos que surgieron continúan siendo la base de la
mayoría de los reglamentos de la Iglesia de hoy, y cubren un gran número
de detalles, como cuándo debían ponerse de pie o sentarse las
congregaciones durante los servicios. Sin embargo, la cuestión esencial
era el problema de si Cristo era hombre o dios, y, de haber sido dios,
cuál era la naturaleza precisa de su divinidad.
Los
miembros del consejo tenían frente a ellos una gran tarea que debió
haberles hecho nudo los pensamientos teológicos. Encontrar una solución
lógica era en exceso difícil: si había un solo Dios, ¿cómo pudo Jesús
ser un dios sin ser aquel Dios? Y, si fue concebido por María, se
deduciría que tendría que haber habido un tiempo en el que Dios todavía
no nacía, por lo que debe haber una deidad mayor, la cual no está
separada por completo. La mente gentil de Constantino racionalizó esto
explicando la relación entre Dios el padre y un Dios el hijo. Ésta nos
parece una conclusión bastante pobre porque nadie cree que ellos y su
propio padre sean manifestaciones diferentes de la misma entidad; si
fuera así entonces sólo habría un humano ya que todos pertenecemos a una
línea de padres e hijos casi infinita. La conclusión ineludible es que
el cristianismo no es una religión monoteísta en absoluto; sólo se
diluye al mantener su pensamiento sumamente embrollado.
Los miembros del Consejo Niceano también se plantearon esta extraña pregunta: "Tuvo
que haber un Dios Padre antes de que construyera el mundo, pero ¿qué
pudo haber estado haciendo mientras estaba solo?' No hubo respuesta
alguna, pero un siglo después San Agustín de Hipona sugirió de manera
precisa que "Dios había pasado ese tiempo ¡construyendo un infierno
especial para aquellos que hacían tales preguntas!".
Arrio,
un sacerdote de Alejandría, fue el máximo exponente del grupo que no
creía que Jesucristo fuera Dios; su argumento se basaba en que no podía
serlo porque era un hombre. Dios era Dios, y era una blasfemia pensar
que Jesús era divino por naturaleza; sólo pudo llegar a serlo por medio
de sus acciones. Arrio fue un teólogo astuto en extremo y desarrolló
una sorprendente cantidad de argumentos basados en las escrituras para
apoyar su tesis de que Cristo era un hombre, igual que los miembros del
consejo. Su oponente fue otro alejandrino llamado Atanasio, quien
afirmaba que el Padre y el Hijo eran (paradójicamente) de una misma
sustancia. Las opiniones relativas a la divinidad de Jesucristo estaban
divididas y tuvieron que ponerse a votación. Arrio perdió, y el castigo
que pagó por perder fue que su nombre se despreciara como un sinónimo
de maldad bajo la designación de la Herejía Arriana.
La
herejía era una acusación que los grupos cristianos se lanzaban entre
sí con facilidad aunque de manera imprecisa, pero después de que
Constantino asumió el control, su significado se hizo tan claro como el
cristal. En esencia, la verdad sólo sería lo que el emperador decía que
era; el resto era herejía, el trabajo del diablo. Muchas escrituras
quedaron fuera de la ley, y la aplicación de la etiqueta gnóstica, las
apartaba con eficacia del credo del cristianismo, hoy día estrechamente
definido.
Es
interesante que uno de los documentos más importantes que no pudo salir
del Consejo de Nicea fuera la Donación de Constantino, la cual se
descubrió en el siglo XVIII y que pretendía ser las instrucciones de
Constantino de que la Iglesia de Roma debía tener autoridad absoluta en
asuntos seculares porque San Pedro, el sucesor de Jesús como líder de la
Iglesia, le había otorgado dicha autoridad al obispo de Roma. En la
actualidad se sabe en todo el mundo que se trataba de una mala
falsificación, a pesar de lo cual la Iglesia Católica Romana aún
se aferra a los derechos que el dudoso documento le confiere. En este
sentido también podríamos mencionar que la afirmación de que Pedro le
dio al Papa las llaves del Cielo es otra falsedad deliberada con la
intención de sostener las demandas de la Iglesia romana. Está claro por
los Hechos de los Apóstoles y las Cartas de Pablo, que Santiago, hermano
menor de Jesús, asumió el papel de liderazgo de la Iglesia de
Jerusalén. También es interesante notar que, según Eusebio, el Padre de
la Iglesia, los primeros diez obispos de la Iglesia de Jerusalén eran
todos judíos circuncisos, seguían las leyes alimenticias judías, usaban
la liturgia judía para sus oraciones diarias y sólo reconocían los
sabats y festivales judíos, incluido el Día de Expiación. Esta última
observación demuestra con claridad que no consideraban la muerte de
Jesús como el perdón de sus pecados.
Por
sobre todos los demás, Constantino hizo un espléndido trabajo para
usurpar la teología judía. Aunque en efecto fue el arquitecto de la
Iglesia, nunca se convirtió pero su madre, la emperatriz Helena, sí lo
hizo. Helena quería que todos los sitios sagrados fueran identificados y
marcados adecuadamente con una iglesia u otro templo, por lo que mandó
equipos de investigadores que tenían instrucciones de no regresar hasta
que hubieran descubierto cada lugar y artefacto santo, desde la zarza
ardiente de Moisés hasta la misma Cruz Auténtica.
Como
era debido, en Jerusalén, bajo el templo de Júpiter, se encontró la
tumba de Cristo y a poca distancia se identificó el sitio de la
crucifixión. Se localizó y marcó con una estrella el lugar exacto en el
que María Magdalena estaba cuando escuchó las buenas noticias de la
resurrección; todo esto trescientos años después de los acontecimientos y
doscientos cincuenta años después de que los romanos destruyeron la
ciudad. Por una coincidencia milagrosa, fue la misma Helena la que se
tropezó con la Cruz Auténtica, incluso con la placa de Poncio Pilato,
inscrita con las palabras "Rey de los judíos".
La emperatriz fundó iglesias en el Monte de los Olivos,
marcando el sitio en el que Cristo ascendió al Cielo, y en el supuesto
lugar de su nacimiento en Belén. No podemos evitar pensar que Helena
halló lo que quería encontrar. Uno de los sitios identificados fue el
lugar exacto donde Dios habló con Moisés desde la zarza ardiente encima
del Monte Horeb en el desierto del Sinaí, donde en la actualidad se
ubica el monasterio de Santa Catalina.
Una
vez que la familia imperial se percató del valor práctico del
cristianismo, con seguridad se lanzó a celebrar las leyendas del nuevo
culto.
VERDAD ENTRE LAS HEREJÌAS.
La primera
Iglesia Romana se dio a la tarea de destruir todo lo que no
satisficiera los requisitos del dogma. La verdad no importaba; lo que la
Iglesia quería que fuera verdad, lo era, y todo lo que lo contradijera
era desechado. Hasta hace poco no se sabía casi nada acerca de Cristo
Jesús, además de la escasa información que se da en el Nuevo
Testamento. Es extraño cómo un hombre que es la base de la principal
religión del mundo occidental pudo haber dejado tan pocos rastros En
ocasiones es posible probar la existencia de una figura histórica por
las cosas negativas que sus enemigos dicen de ella y, sin embargo, no se
menciona a Jesús en fuentes como las escrituras de Josefo, el
historiador de los judíos del siglo I, aparte, claro, de un texto
recién descubierto conocido como el Josefo Eslavo, al cual regresaremos
más adelante La casi total ausencia de referencias a Jesús se debe a
los cuchillos de los censores, pero por fortuna no tuvieron un éxito
completo, como lo demostrara el Josefo Eslavo, escondido por mucho
tiempo
La
Iglesia romanizada destruyó toda evidencia que retratara a su salvador
como un mortal más que como un dios. En uno de los más grandes actos de
vandalismo, los cristianos quemaron la biblioteca de Alejandría en
Egipto porque contenía demasiada información acerca de la verdadera
Iglesia de Jerusalén. Al hacerlo destruyeron la colección de textos
antiguos más formidable que el mundo haya visto. Por suerte, al final,
su tarea resultó imposible ya que no podían eliminar todos los rastros
de evidencia De aquí, las revelaciones de los Evangelios Gnósticos y los
notables Rollos del Mar Muerto Es más, los escritos de los padres
fundadores de la Iglesia oficial dicen mucho, sin que sea su intención,
sobre la gente y los pensamientos que intentaban destruir Además, las
obras de los primeros pensadores cristianos escaparon algunas veces de
los censores porque se creía que eran inofensivas, aunque, de hecho, sus
palabras pueden decirnos bastante
Una
de estas piezas informativas salió de la pluma de Clemente de
Alejandría, prominente pensador cristiano del siglo II. Se le
consideraba bastante gnóstico en cuanto a su perspectiva pero, por lo
general, no se destruía su trabajo por considerarlo aceptable. Pudo
salvarse una carta que le escribiera a un desconocido con el nombre de
Teodoro, en la que dice:
......Hiciste
bien en acallar las indecibles enseñanzas de los carpocrasianos. ya que
son las estrellas errantes a las que se refieren las profecías y vagan
desde el sendero estrecho de los mandamientos hasta el abismo
insondable de los pecados carnales y corporales. Porque,
enorgulleciéndose de su conocimiento, como dicen, de las profundidades
de Satanás, no saben que se están condenando a sí mismos al otro mundo
de la oscuridad de la falsedad y, alardeando acerca de su libertad, se
han convertido en esclavos de deseos serviles. Estas (personas) habrán
de oponerse por completo y de todas maneras. Porque, incluso si dijeran
alguna verdad, aquel que ama la verdad no debe, aun así, estar de
acuerdo con ellos. Porque no todo lo verdadero [cosas] es la verdad, ni
debería preferirse esa verdad que parece [meramente] verdadera de
acuerdo con las opiniones humanas, a la verdadera verdad, que va de
acuerdo con la fe.
Ahora
que las [cosas] que ellos continúan diciendo acerca del Evangelio según
Marcos inspirado de forma divina, algunas son falsificaciones del todo,
y otras, si bien tienen algunas [partes] verdaderas, no obstante no se
informan verdaderamente. Ya que las [cosas] verdaderas, estando
mezcladas con invenciones, son falseadas, de tal forma que, como [dice]
el dicho, incluso la sal pierde su sabor. [En cuanto a] Marcos,
entonces, durante la estancia de Pedro en Roma escribió [un registro]
de las obras del Señor, sin embargo, no declarando todo, ni siquiera
dando pistas de las secretas [obras], sino seleccionando aquellas que
consideró más útiles para aumentar la fe de aquellos que estaban siendo
instruidos.
Pero cuando Pedro murió como mártir, Marcos vino a Alejandría,
trayendo consigo tanto sus notas como las de Pedro, de las cuales
transfirió a su libro anterior las cosas adecuadas para avanzar hacia
el conocimiento [gnosis]. [De tal manera] compuso un Evangelio más
espiritual para el uso de quienes estaban siendo perfeccionados. Aun
así, no divulgó las cosas que no deben pronunciarse, ni escribió las
enseñanzas hieropánticas del Señor, sino que a historias ya escritas les
añadió otras y, más aún, incluyó ciertos dichos de los cuales sabía
que la interpretación, como mistagogo, conduciría a los oyentes al
santuario más interior de esa verdad escondida por los siete .Así, en
suma, él preparó previamente las materias, ni de mala gana ni de manera
incauta, en mi opinión, y, al morir, dejó su composición a la iglesia
de Alejandría, donde todavía se guarda con el mayor cuidado, siendo
leída sólo por aquellos que se inician en los grandes misterios.
Pero
como los sucios demonios siempre están maquinando la destrucción de la
raza de los hombres, Carpócrates, instruido por ellos y haciendo uso de
artes engañosas, esclavizó de tal manera a cierto presbítero de la
iglesia de Alejandría, que obtuvo de él una copia del Evangelio secreto,
el cual interpretó de acuerdo con sus doctrinas blasfemas y carnales y,
además, lo contaminó mezclando las palabras santas e inmaculadas con
mentiras totalmente descaradas. De esta mezcla se ha extraído la
enseñanza de los carpocrasianos.
Ante ellos, por lo tanto, como dije antes,
uno nunca debe ceder, ni cuando exponen sus falsificaciones, debe
conceder que el Evangelio secreto es de Marcos, sino que debe incluso
negarlo bajo juramento. Ya que, "No todas las [cosas] verdaderas deben decirse a todos los hombres". Por esta [razón] la Sabiduría de Dios, a través de Salomón, nos advierte. "Respóndele al tonto de acuerdo con sus tonterías", enseñando que la luz de la verdad debe esconderse de aquellos que están ciegos mentalmente. De nuevo dice: "De aquel que lo tiene no será arrebatado", y "Deja que el tonto se despierte en la oscuridad".
Pero nosotros somos hijos de la luz, habiendo sido iluminados por la
aurora del Espíritu del Señor en lo alto, y Donde el Espíritu del Señor
está, dice, hay libertad, porque todas las cosas son puras para los
puros.
Por
lo tanto, a ti, no dudaré en responder las preguntas que has hecho,
refutando las falsificaciones con las mismas palabras del Evangelio. Por
ejemplo, después de "Y estaban en el camino hacia Jerusalén", y lo que sigue, hasta "después de tres días él se levantará", [el Evangelio secreto] expone lo siguiente [material] palabra por palabra: "Y
vinieron a Betania, y cierta mujer, cuyo hermano había muerto, estaba
ahí. Y, viniendo, se postró ante Jesús y le dijo:'Hijo de David, ten
misericordia de mí'. Pero los discípulos la increparon. Y Jesús,
enojado, fue con ella al jardín donde estaba la tumba, y en ese momento
un gran grito se escuchó desde la tumba. Y acercándose, Jesús apartó la
piedra de la puerta de la tumba. Y de inmediato,-yendo hacia donde
estaba el joven, le dio la mano y lo levantó, sosteniendo su mano. Pero
el joven, merándolo, lo amó y comenzó a suplicarle estar con él. Y
saliendo de la tumba entraron a la casa del joven, ya que era rico. Y
después de seis días Jesús le dijo qué hacer y en la tarde el joven vino
a él, con una túnica de lino sobre [su] [cuerpo] desnudo. Y se quedó
con él esa noche, porque Jesús le enseñó los misterios del reino de
Dios. Y de ahí, levantándose, regresó al otro lado del Jordán".
Después de estas [palabras] el texto sigue: "Y Santiago y Juan vienen a él" y toda esa sección excepto "[hombre] desnudo con [hombre] desnudo" y las otras cosas acerca de las cuales me escribiste no se encuentran.
Y después de las [palabras] "Y viene a Jericó" [el Evangelio secreto], sólo añade "Y la hermana del joven que Jesús amó y su madre y Salomé estaban ahí, y Jesús no los recibió" Pero las muchas otras [cosas acerca de las] que me escribiste parecen ser y son falsificaciones.
Ahora la verdadera explicación y aquella que va de acuerdo con la verdadera filosofía . 10
Aquí la carta termina a media página
Esta
referencia a un Evangelio secreto, y lo que es más importante, a una
ceremonia interna secreta conducida por el mismo Jesús, es un gran
hallazgo ¿Podría ser verdad?, nos preguntamos. Clemente pudo haber
estado equivocado, pero eso no parecía probable. Entonces, la carta
podía haber sido una falsificación; pero si era así, ¿por qué? No
podíamos imaginar qué motivo pudo haber tenido alguien para falsificarla
hace tanto tiempo. Regresando a la esencia de la carta, pensamos que
hay una fuerte similitud entre la referencia al joven hombre desnudo
excepto por una túnica de lino y el inexplicable incidente al momento
del arresto de Jesús en Getsemaní, como se describió en Marcos
14:51-52:
Pero cierto joven le seguía, cubierto el cuerpo con una túnica, y le prendieron, mas él, dejando la túnica, huyó desnudo
Los
carpocrasianos eran una antigua secta cristiana particularmente
desagradable que creía que el pecado era un medio de salvación y la
implicación acerca de dos hombres desnudos pudo haber sido una
desviación deliberada de los acontecimientos para justificar su propio
extraño comportamiento. El contenido de la carta parece real, dado el
suceso narrado en el Evangelio de Marcos. De nuevo, hay paralelismos con
la masonería: nos recuerda las ceremonias masónicas en las que el
candidato se viste sólo de lino blanco, y, por supuesto, en un inicio la
túnica de los templarios era de lino blanco.
Si
un cristiano del siglo II tenía conocimiento de las ceremonias
secretas que llevaban a cabo Jesús el Cristo y sus seguidores, casi
esperaríamos que tal persona fuera de Alejandría, que tenía grandes
conexiones con la primera Iglesia de Jerusalén. Dado el contenido
dramático de la carta, quisimos estudiar los tratados de Clemente que
aún sobrevivían, aunque es muy posible que hayan sido modificados por
censores cristianos posteriores. En un pequeño trabajo titulado "Los misterios de la fe que no deben ser divulgados a todos" indica que el conocimiento no se pone a disposición de todos.
Los sabios no pronuncian con la boca lo que razonan en consejo. "Pero lo que oigas al oído", dice el Señor, "proclámalo en las casas",
comprometiéndolos a recibir las tradiciones secretas del verdadero
conocimiento y expandirlas por los aires y de manera visible, y como
hemos escuchado al oído, así lo entregaremos a quien sea requerido, pero
no nos regocijaremos en comunicarles a todos sin distinción, lo que se
les dice en parábolas
Esto
sugiere que había una tradición secreta y que está, al menos en parte,
incluida en la Biblia, escrita de tal manera que los no iniciados
aceptarían la parábola en forma literal, en tanto que los informados
discernirían algo mucho más importante y significativo Clemente sólo
podía referirse a partes del Nuevo Testamento que por lo general no se
consideran parábolas, porque parábolas tan obvias como la del Buen
Samaritano no son nada más que lecciones de moralidad. En tal caso,
¿podría haber un significado oculto en las partes más extrañas de la
historia de Jesucristo, que son tomadas por los cristianos modernos como
verdades literales? Episodios como aquel en que Cristo convierte el
agua en vino o resucita a los muertos, ¿esconden un mensaje críptico
detrás de los actos imposibles a los que parecen referirse'' Empezamos a interesarnos tanto en los detalles de las escrituras bíblicas como en los textos masónicos.
Leyendo la obra atribuida a otro cristiano del siglo II, Hipólito, títulada The Refutation of All Heresies (La
refutación de todas las herejías), encontramos reportes fascinantes de
una secta herética que identifica como los naasenos, quienes decían
tener creencias heredadas de Santiago, el hermano del Señor por
Mariamne. Se supone que consideraban el coito entre mujeres y hombres
como una práctica malvada y sucia, mientras que bañarse en agua dadora
de vida era algo espléndido. Hipólito continúa:
Aseguran,
entonces, que los egipcios, quienes, está dicho, después de los frigios
son los más antiguos de todos los hombres, y quienes confiesan fueron
los primeros en proclamar al resto de los hombres los ritos y orgías de,
al mismo tiempo, todos los Dioses, así como las especies [de cosas]
.tienen los sagrados y augustos, y para aquellos que no están iniciados,
indecibles misterios de Isis. Éstos, sin embargo, no son nada más que
lo que buscaba ella de los siete velos y ropas y era arrebatado, a
decir, la vulva de Osiris. Y dicen que Osiris es agua. Pero la
naturaleza de los siete velos, estaba rodeada con siete mantas de
textura etérea (pues así llaman a las estrellas planetarias, haciendo
la alegoría y denominándolas [velos] etéreos, porque era la generación
mutable, y se exhibe como la criatura transformada por el inefable e
indescriptible, inconcebible y sin figura. Y esto, dicen [los naasenos],
es lo que se declara en las escrituras:"El justo caerá siete veces, y
se levantará de nuevo". Porque estas caídas, dice, son los cambios de
las estrellas, movidas por Aquel que pone a las estrellas en movimiento.
Muchas
cosas nos daban vueltas en la cabeza mientras leíamos este pasaje. El
término naaseno es uno más para "nazareno", el nombre adoptado por los
seguidores originales de Jesús que formaron la Iglesia de Jerusalén. La
descripción del disgusto por el contacto sexual con las mujeres y el
importante papel de la limpieza también encaja a la perfección con lo
que ahora sabemos sobre la comunidad esenia de Qumran, que elaboró los
Rollos del Mar Muerto. La fijación con el número siete se ajusta de
manera interesante a la referencia en la carta de Clemente al santuario
más interior de esa verdad oculta por los siete. Para nosotros, todo en
conjunto tenía un fuerte tinte masónico; aunque entonces no pudimos
identificar la conexión, más tarde se aclaró cuando pasamos por el
ritual del Grado de Arco Real de la Francmasonería.
UN VÌNCULO CLARO ENTRE JESÙS Y LOS TEMPLARIOS.
Por
las evidencias disponibles, estábamos ya convencidos de que, en un
principio, a Jesús y sus seguidores se les llamaba nasoreanos (o
nazarenos), pero era importante entender lo que esta designación
significaba y considerar por qué dejó de utilizarse. Al mismo Jesús se
le ha dado el título en Mateo 2:23:
...
y vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se
cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado
nazareno
Esto
parece indicar que el Evangelio de Mateo fue escrito por alguien muy
apartado de la verdadera Iglesia, o, lo que es más probable, que fue
añadido en una fecha posterior por alguien que quería arreglar algunos
cabos sueltos poco atractivos. Pensamos que decir que Jesús tenía la
obligación de ir y vivir en un lugar en particular sólo porque un
antiguo adivinador lo había dicho, era una dolorosa maniobra lógica. Lo
que es más, un error importante en la aseveración del Nuevo Testamento
de que la gente llamaba a su salvador Jesús de Nazaret, es que
existe evidencia de que Nazaret sencillamente no existía en los tiempos
de Jesús. No hay registros históricos que se refieran a esa ciudad que
antecedan a las menciones en los Evangelios, lo cual constituye una
situación única, ya que los romanos llevaban excelentes registros de
todo su imperio. El término que se usaba de hecho era "Jesús el Nazareno",
porque era un miembro mayor de un movimiento que llevaba ese nombre. El
Nuevo Testamento sitúa las primeras actividades de Jesús alrededor del
Mar de Galilea y su supuesto cambio a Cafarnaún, descrito en Mateo 4:13,
fue tan sólo una corrección necesaria para readecuar la historia.11
La
redacción nos llamó la atención: implica que Jesús era un miembro de la
secta nazarena, lo que sugiere con fuerza que no era necesariamente su
líder original. Parece que Jesús pudo no haber sido el fundador de la
Iglesia.
Estaba
claro que los nazarenos serían muy importantes en la historia que
empezaba a descubrirse ante nuestros ojos. Y luego encontramos una clave
importante en una fuente inesperada: mientras visitaba el Sinaí, Chris,
buzo empedernido, aprovechó la oportunidad de bucear en los arrecifes
de coral del Mar Rojo, que sabía por experiencias pasadas eran los
mejores del mundo.
La
visibilidad submarina alrededor de Sharm el Sheik en Egipto suele ser
excelente, pero cierto día bajó de manera drástica debido al
florecimiento anual de esporas de los corales. Esto enturbió el agua y
en algunos lugares la visibilidad se redujo a uno o dos metros. Chris
cuenta la historia:
"Sabía
que no todo eran malas noticias, ya que el plancton había atraído a
criaturas tan maravillosas como las mantarrayas, que buscaban aprovechar
el repentino exceso de alimento Eran alrededor de las diez de la mañana
cuando salté de la cubierta delApuhara (un velero egipcio que
antes fuera un rompehielos suizo), toda de acero y me sumergí unos
treinta metros rumbo el lecho multicolor del mar.
"Me
dirigí hacia la punta, saliendo poco a poco conforme el agua se hacía
cada vez menos profunda y me daba espacio suficiente para bucear seguro
sin sufrir una descompresión de nitrógeno.
Cerca de los nueve metros entré en una gran nube de plancton animal y
perdí por completo de vista a mi compañero, por lo que retrocedí hacia
el área más clara Tan pronto se restableció mi visión me di cuenta de
que una mantarraya gigante venía hacia mí, con la boca abierta, tomando
toneladas de agua para filtrar su comida matutina. Se detuvo justo a
unos doce pies frente a mí y flotó inmóvil como un ovni. Tenía
más de seis metros de ancho y yo, moviendo la cabeza de un lado a otro
para poder apreciar todo el esplendor de la magnífica criatura, me llené
de temor y excitación. De repente, sin hacer ningún movimiento visible
con sus aletas, se alejó por la izquierda; entonces vi a dos mantas más
pequeñas que la seguían para aprovechar el alimento que dejaba a su
paso.
"Califiqué
éste como uno de mis mejores episodios de buceo y, tan pronto como
regresé a la cubierta, le pregunté a Ehab, el amigable y por lo general
conocedor guía árabe, el nombre del lugar y me dijo que se llamaba Ras
Nasrani Le pregunté qué significaba la palabra y me contestó que Ras se traducía sencillamente como señalar o encabezar y Nasrani era
una palabra que se usaba para describir a muchos peces pequeños Le
pregunté qué tipo de peces y me respondió que son tan sólo peces
pequeños ordinarios, cuando hay muchos de ellos juntos
"Unos
días después, en el monasterio de Santa Catalina, escuché a un árabe
describir a los cristianos exactamente con la misma palabra, nasrani, y
al preguntar, descubrí que ésta es la palabra árabe normal para
describir a los seguidores del importante profeta llamado Jesús."
El
significado literal de inmediato hizo eco en nuestra mente y de pronto
adquirió mucho significado. ¿Podría ser éste el significado simple del
término?, es decir, en los primeros tiempos, ¿eran los cristianos los
peces pequeños?
Esto
podría basarse en la imaginería del pescador de hombres que la Iglesia
le atribuye a Cristo, más probablemente se basa en la antigua
asociación del sacerdote y el pez. Los miembros de la secta esenia eran
todos como sacerdotes en cuanto a sus devociones y obediencia de la ley
y se bañaban en agua en cada oportunidad, lo que también pudo
haber sido una buena razón para usar el término Esta teoría encaja con
el hecho de que los miembros de la secta nazarena iban por todos los
lugares santos de la primera era cristiana y marcaban sus lugares
sagrados con dos arcos que formaban el famoso signo del pez. Es
interesante notar que el símbolo de la organización en un inicio era un
pez y no una cruz, indicando que la ejecución de Jesús no era tan
importante en aquellos tiempos.
También
podría ser que Pedro y Juan fueran miembros de alta categoría de la
secta nazarena quienes reclutaron a otros y por lo tanto se dieron a
conocer como pescadores, en reconocimiento a sus actividades de
reclutamiento más que como una referencia literal a su oficio Esto
tendría mucho sentido porque la zona del Mar Muerto no tiene peces
reales, por tanto, para dar a una lectura literal algo de validez, los
autores posteriores del Nuevo Testamento tuvieron que cambiar los
orígenes de estos pescadores al Mar de Galilea —repleto de peces—, para
resolver esta contradicción.
Una investigación más profunda mostró que el adjetivo nazóraios se
ha identificado como un término muy antiguo que usaban los ajenos a la
secta para describir al grupo que más tarde se conocería como
cristianos. Epifanio habla de un grupo previo a los cristianos llamado
los nasaraioi, quienes, como varios académicos, entre ellos Lidzbarski,
han sugerido, eran originalmente la secta de donde salió la figura de
Jesús (y por lo tanto la Iglesia). Esto, de nuevo, sugiere que Jesús
bien pudo haber sido sólo un miembro y no un fundador
No
teníamos la menor duda con respecto a dos cosas: Jesús no venía del
pueblo de Nazaret; más bien, era miembro de la secta nazarena cuyos
miembros casi con certeza se consideraban a sí mismos peces.
El
descubrimiento tenía tanta lógica que analizamos la mayor información
posible, buscando cada pequeño rastro que pudiera darnos más claves
sobre una hipótesis tan prometedora. Varios datos resultaron
intrigantes, pero nos asombró sobremanera descubrir que la secta
nazarena nunca murió del todo: sobrevive aún en el sur de Irak como
parte de la gran secta mandeana, cuyos miembros remontan su herencia
religiosa no a Jesús, sino a Yahia Yuhana, mejor conocido para los
cristianos como Juan el Bautista (véase la figura 5). Su literatura
utiliza una palabra similar, natzoraje, para describirse a sí
mismos. Creen que Yshu Mshiha (Jesús) era un nazareno hereje y rebelde
que traicionó las doctrinas secretas que se le habían confiado. Nos
preguntamos cuáles serían los secretos que pudo haber poseído y a quién
se los había confiado. Las respuestas posibles no estaban muy lejos.
No sabíamos mucho sobre los mandeanos y, al investigarlos, quedamos maravillados con la siguiente declaración:
Los
mandeanos, una pequeña pero tenaz comunidad que habita en Irak, siguen
una antigua forma de gnosticismo, que practica la iniciación, el éxtasis
y algunos rituales que se dice recuerdan a los de los francmasones 12
Ahí
estaba: un grupo que descendía directamente de la Iglesia original de
Jerusalén y que se identificaba con los rituales masónicos desde el
principio. ¿Era posible que el secreto que Jesús supuestamente traicionó
haya sido un secreto al estilo masónico? Parecía increíble. Éste tenía
que ser el principio de algo muy importante, algo que se confirmó cuando
descubrimos que los mandeanos de hoy llaman nazarenos a sus
sacerdotes. Nos fascinó saber que esta gente tomó su nombre de la
palabra manda, que significa conocimiento secreto, y muy pronto
encontramos evidencia de posibles conexiones con la francmasonería.
Los mandeanos utilizan un ritual de saludo que se llama kushta y
consiste en un apretón de manos que se les da a los candidatos de la
ceremonia, y significa rectitud o hacer las cosas correctas.
Consideramos que ésta es una idea muy masónica. Otro aspecto de su
ritual que parecía tener visos masónicos es el hecho de que los
mandeanos dicen una oración en silencio cuando se considera que sus
iniciados están ritualmente muertos, de la misma forma que las palabras
más secretas de la francmasonería son susurradas al oído del candidato a
Maestro Masón cuando es levantado de su tumba ritual. Esto más
adelante nos daría un vínculo muy importante entre el antiguo pasado y
la francmasonería moderna.
LA ESTRELLA DE LOS MANDEANOS.
Chris
empezó a estudiar más de cerca las creencias y rituales de este notable
fósil teológico de una cultura que se remonta a los tiempos de Jesús, y
dio con algunas palabras que nos llevarían a desenredar la historia.
Josefo,
el historiador de los judíos durante el siglo I, observó que los
esenios creían que almas buenas habitaban más allá del océano, en una
región que no era azotada por las tormentas de lluvia o nieve, ni por el
intenso calor, sino refrescada por la suave respiración del viento del
oeste que de manera perpetua sopla del océano. Esta tierra idílica del
otro lado del mar y al oeste (o a veces al norte), es una creencia
común en muchas culturas, de los judíos a los griegos y a los celtas.
Los mandeanos, sin embargo, creen que los habitantes de esta tierra
lejana son tan puros que los ojos mortales no los verán y que este lugar
está marcado por una estrella, cuyo nombre es Menea.
Una
tierra al otro lado del océano; un lugar perfecto marcado por una
estrella conocida como Merica... o tal vez, ¿A-mérica? Sabíamos que la
estrella matutina era importante para los nazarenos y que la estrella de
la tarde, la del oeste, es el mismo cuerpo celeste, el planeta Venus.
Como
encontraríamos más adelante con gran detalle en nuestras
investigaciones, los Estados Unidos de América fueron creados por
francmasones y su constitución se basa en los principios masónicos, y,
como ya sabíamos, la estrella matutina es aquella hacia la que todo
nuevo Maestro Masón debe mirar. La estrella como símbolo siempre ha sido
importante para Estados Unidos.
De
inmediato nuestras mentes se volvieron al ritual masónico y al cierre
de la reunión de la logia, cuando el Maestro Venerable les hace las
siguientes preguntas al Primer y Segundo Vigilante-
Hermano Primer Vigilante, ¿hacia dónde diriges tus pasos? Hacia el oeste, Maestro Venerable
Hermano
Segundo Vigilante, ¿por qué dejar el este para ir al oeste? En busca de
lo que se ha perdido, Maestro Venerable Hermano Primer Vigilante, ¿qué
es lo que se ha perdido?
Los secretos genuinos de un Maestro Masón, Maestro Venerable
Estos vínculos podrían ser coincidencias, pero nos parece que son demasiadas coincidencias simultáneas.
LA ESTRELLA DE AMÈRICA.
Puede
parecer una desviación extraña cuando se está investigando sobre
Jerusalén en los tiempos de Jesús, pero el origen del nombre América es
un importante resultado lateral de nuestros estudios. Creemos que uno
de los problemas de la investigación histórica tradicional es que los
expertos han trabajado con paquetes individuales de historia como si
ciertos conjuntos significativos de circunstancias sólo se dieran en una
fecha dada para que nosotros los etiquetáramos y observáramos. Los
investigadores serios aprecian cada vez más que hay fuertes e
inesperados vínculos entre toda clase de acontecimientos que antes
parecían no estar relacionados.
Sabíamos
que los mandeanos eran los descendientes directos de los nazarenos, a
quienes, a su vez, identificamos como pertenecientes al mismo grupo que
los qumranos, el pueblo que enterró sus pergaminos secretos bajo del
Templo de Herodes. Es lógico que, si los padres de los antecesores de
los mandeanos fueron los autores de los pergaminos que los templarios
desenterraron, la tierra mística bajo la estrella llamada Merica
debería estar registrada en sus escrituras secretas. En resumen, era
posible que los templarios se hayan enterado por medio de los
pergaminos de una tierra maravillosa bajo la brillante estrella
solitaria, Merica, y, de ser así, hay grandes posibilidades de que hayan
navegado hacia el oeste para encontrarla.
Popularmente
se cree que el continente América tomó su nombre del nombre cristiano
de Américo Vespucio, un rico vendedor de barcos de Sevilla que no llegó
al Nuevo Mundo hasta 1499, siete años después que Colón Ahora se acepta
el hecho de que muchos europeos y asiáticos arribaron al continente
mucho tiempo antes que las famosas expediciones subsidiadas por los
españoles Quizá los descendientes de los templarios estuvieron
involucrados en darle nombre al nuevo continente; quizá ellos mismos
fueron en busca de la tierra bajo la estrella vespertina, de la cual
sabían por sus descubrimientos que se llamaba Merica.
Los
barcos templarios se construían para resistir una variedad de
condiciones, incluyendo las tormentas de la Bahía de Vizcaya y su
sistema de navegación, mediante compases de imanes y mapas
astrológicos, estaba lejos de ser rudimentario. Un viaje trasatlántico
no sólo era posible; si sabían de la tierra de la estrella matutina, la
tierra de Merica, también tenían el motivo perfecto tanto para hallar
el Nuevo Mundo como para dejar el Viejo, sobrevivir, ya que su orden
había sido acusada de hereje en 1307.
A
la luz de esta nueva evidencia, Chris pensó que era razonable
especular que algunos de los templarios navegaron rumbo al oeste, hacia
lo desconocido, ondeando su bandera marítima de batalla, la calavera con
los huesos cruzados. Entonces encontraron la tierra de la estrella del
oeste, ciento ochenta y cinco años antes que Colón. La idea parecía
tener mucho sentido, pero la evidencia todavía era en gran parte
circunstancial.
Chris
había estado trabajando en la interpretación de las complejidades de
los cultos del siglo I d.C., y cuando se le ocurrió que podría haber
una conexión entre Merica y América, creyó que podía ser significativo,
aunque sabía de la falta de pruebas. Chris dice al respecto:
"Recuerdo
que estaba seguro de que en nuestra siguiente reunión Robert se
emocionaría ante la posibilidad de que el nombre del continente
americano tuviera un origen nazareno
No lo mencioné en absoluto y esperé a que leyera mi borrador del
capítulo. Metió mi disquete en la computadora y empezó a leer, cuando
llegó a la sección importante, su reacción fue un silencio absoluto. Me
sentí en verdad decepcionado; si Robert no encontraba estas hipótesis
interesantes, nadie lo haría.
"Robert
se levantó y, murmurando entre dientes, empezó a buscar entre las pilas
de libros que llenaban cada rincón del piso de su estudio. Lanzó una
exclamación cuando varios volúmenes de la History of Freemasonry de Gould cayeron y sonrió sacando de en medio un libro nuevo y brillante.
"Hojeó las páginas del mapa de carreteras AA de las Islas Británicas y señaló con el índice la región general de Escocia.
"'¿Se te antoja un paseo?', me preguntó.
"'¿Qué estás señalando?', le pregunté, tratando de no verme muy desanimado.'¿Edimburgo?'
"No. Sólo unos kilómetros al sur, la villa de Roslin.. Las ruinas de la Capilla de Rosslyn.'
"Dos días después partimos para Edimburgo y Robert aún no me había explicado la razón.
Desde el principio de nuestro trabajo nos dividimos la responsabilidad
aproximadamente en el periodo templario: Robert se concentraría en los
sucesos ocurridos a partir del Siglo xiii y
yo en todo lo anterior. Justo en el momento en el que yo investigaba el
siglo I d.C. en Jerusalén, Robert estudiaba el siglo XIV en Escocia.
Visitas previas al otro lado de la frontera ya habían revelado un gran
número de tumbas masónicas y templarías, que nos demostraron la
importancia de este país en el desarrollo de la francmasonería. ¿Qué
más habría encontrado Robert?
"Utilizamos el tiempo del viaje para hablar de diversas áreas de nuestro trabajo general pero,
conforme nos acercamos a la frontera escocesa de Gretna, me impacienté y
le insistí a Robert que me explicara cuál era nuestra misión
"'Muy
bien', me dijo, con una sonrisa. 'Sabes que he estado examinando la
historia de la familia Sinclair y la capilla que William St. Clair
construyó en lo que es ahora la villa de Roslin.'
"'Sí', respondí con rapidez, para indicarle que fuera al grano.
"'Bueno, no me percaté al leerlo por primera vez, pero hay algo muy extraño acerca de la Capilla Rosslyn que encaja con tu idea de Merica.' Robert continuó, habiendo capturado toda mi atención: 'Toda la construcción
está decorada por dentro con tallados de importancia masónica... y
botánica. Arcos, dinteles, bases de columnas y similares están cubiertos
en su mayoría con motivos de plantas decorativos y muy detallados,
representando muchas especies diferentes.'
"Todo ello era fascinante, pero todavía no estaba clara su conexión con mi descubrimiento sobre los mandeanos.
"'El punto es...', Robert dudó para crear suspenso y que esas plantas incluyen cactus de zabila y mazorcas de maíz.'
"La importancia de su información pasó por mi mente durante unos segundos y le pregunté:'¿En qué fecha dices que fue construida la capilla?'
"'Ése es exactamente el punto',
dijo Robert, palmeándose la rodilla. 'La construcción se inició en 1441
y se terminó cuarenta y cinco años después, en 1486. Calculo que esos
tallados deben haber estado en su lugar... mmm, no después de 1470.'
"'Recuérdame, ¿cuándo fue exactamente que Colón descubrió América?', necesitaba confirmar lo que mi memoria me decía.
"'Llegó a las Bahamas en 1492, a Puerto Rico en 1493,a Cuba en 1494,
pero nunca puso pie en el continente.' Robert continuó antes de que yo
pudiera hacer la siguiente pregunta.' Y sí, el cactus de zabila y el
maíz indio, o el elote como lo llaman los americanos, son ambas plantas
del Nuevo Mundo que se supone eran desconocidas fuera del continente
hasta transcurrida parte del siglo XVI.'
"Miré fijamente a Robert mientras daba con la conclusión inevitable: aunque Colón hubiera
encontrado estas plantas durante su primer viaje, la Capilla de
Rosslyn fue terminada seis años antes y, por lo tanto, los tallados de
maíz y zabila se hicieron cuando Cristóbal Colón aún era un
niño.Alguien más había viajado a América y traído las plantas mucho
antes de que Colón descubriera el Nuevo Mundo. Y la prueba está
presente en una construcción masónica/templaría.
"Llegamos a la capilla alrededor de mediodía,
ambos muy emocionados y honrados de estar en un lugar tan especial.
Observamos con detenimiento la sólida piedra de arriba, un techo
abovedado de noventa centímetros de espesor a todo lo largo del interior
y nos maravillamos de la decoración. Paseando de un lado a otro de la
capilla, pronto encontramos las plantas que buscábamos: las mazorcas de
maíz arqueadas sobre una ventana en la pared del sur y los cactus de
zabila aparecían alrededor de un dintel conectado con la misma pared
(véanse las figuras 7 y 8). Por todos lados se apreciaban otras plantas
reconocibles y manifestaciones del hombre verde (green man), la
figura celta que representaba la fertilidad Se han contado más de cien
hombres verdes, pero se cree que hay más ocultos discretamente entre la
vegetación.
"La
Capilla de Rosslyn es un lugar mágico y admirable, que vincula al
cristianismo con el folclore antiguo de los celtas y la francmasonería
templaria. Supimos con certeza que no sería nuestra última visita a este
lugar"
Todo
lo que habíamos descubierto acerca de los esenios/ nazarenos parecía
exhibir asombrosos lazos con la francmasonería; la revelación
inesperada de que en Irak todavía existe una secta que desciende de los
mandeanos nos proporcionó más paralelismos. Una línea de búsqueda nos
llevó de manera inesperada a una construcción en Escocia que mostraba
una seductora imaginería francmasónica/templaría. Pero para entender a
los nazarenos por completo, sabíamos que teníamos que retroceder lo más
posible en el tiempo, con el fin de desenredar los hilos iniciales de
nuestro misterio: necesitábamos averiguar dónde aparecieron por primera
vez los elementos clave de la religión judía.
CONCLUSIÓN
Habiendo
descubierto que los qumranos y el propio Jesús tenían fuertes lazos de
unión con los templarios y con la francmasonería, ahora queríamos
saber el origen de sus creencias y rituales. El pueblo qumrano era una
destilación de todo lo que podría describirse como judío, pero, aun
así, era obvio que su estructura y sistema de creencias contenían más
de lo que puede atribuirse al Antiguo Testamento.
Una
vez más, no sabíamos cuál sería el siguiente paso en nuestra
investigación. Justo cuando habíamos regresado a la época de Jesús, con
la esperanza de hallar una explicación de las creencias de los
templarios, ahora teníamos que regresar en el tiempo para reconstruir la
teología de los judíos. Los rituales de la francmasonería pudieron
haber sido inventados por los qumranos, pero de alguna manera estábamos
seguros de que eran muchísimo más viejos.
Decidimos
regresar lo más lejos posible, y entonces trabajar hacia adelante, de
tal forma que pudiéramos entender mejor las pasiones que impulsaban las
mentes de los qumranos.
NOTAS
1 S Mowinckel, He That Cometh
2 Norman Cohén, Cosmos, Chaos and the World to Come.
3
Si alguna vez hubo un verdadero mesías, sólo pudo haber sido David Ben
Gurion, el activista sionista que se convirtió en el primer "rey "de un
estado judío autogobernado en 1948 Su título moderno fue el de primer
ministro y no de rey, pero el efecto fue el mismo Si podía o no reclamar ser descendiente de la línea de David no lo sabemos
4 Peake's Commentary on the Bible
5 George Wesley Buchanan, Jesús - The King and His Ktngdom.
6 M Baigent y R. Leigh,The Dead Sea Scrolls Deception
7 Carta de Allegro a de Vaux, fechada el 16 de septiembre de 1956.
8 Robert Eisenman y Michael Wise, Then Dead Sea Scrolls Uncovered.
9 Thomas Hobbes, Leviathan '
10 Morton Smith, The Secret Gospel
11 Peake's Commentary on the Bible
12 Arkon Daraul, Secret Societies.