viernes, 9 de mayo de 2014

Los 3 viajes del aprendiz

LOS TRES VIAJES DEL APRENDIZ DE MASON.- 

Lázaharo Hael

A pesar que la Masonería Escocesa es un tanto eclética, tiene raíces profundas en la tradición Cabalística Hebrea, de ahí que el presente se desarrolla teniendo como fundamento, clave, o llave, las cuatro letras Hebreas  que forman el nombre sagrado de JEHOVAH o YHVH.
El presente hace referencias a la “Biblia” y a la “Tora” sin ninguna tendencia o connotación religiosa.
Palabras, símbolos y alegorías no son verdades por sí mismas, solo señalan hacia ellas.

“LOS TRES VIAJES DEL APRENDIZ DE MASON”

La iniciación al primer grado de la Masonería Escocesa, nos habla del inicio de un nuevo estado de consciencia en el hombre, con nuevos valores éticos, morales y espirituales que tienden a elevarlo sobre el hombre común; Sin embargo lo anterior es una parte de algo más grande y profundo que tiene que ver con el cuerpo físico, alma, y consciencia en el hombre.
La apoteosis o apotheosis de tal ceremonia se da cuando el V,’, M,’, Pregunta ¿Qué pedís para el recipiendario? A lo que todos contestan ¡La luz! V,’, M,’,… Sí, la luz como símbolo alegórico de la consciencia que nos permite percibir el universo circundante y en ese proceso de diferenciación entre el “yo” y “aquello” nos volvernos conscientes de nuestra existencia.
El orador exclama también: ¡La Gran Luz! V,’, M,’, La luz a que hace mención el pueblo Masónico es la consciencia ordinaria y encarnada del hombre común, que bien puede ser el inicio de la ¡Gran Luz! que solicita el Orador, Pero que en realidad, vendrá después como la consciencia iluminada del ser que es “consciente” de su propia realidad espiritual y divina.

El candidato que pretende ingresar a nuestra orden, se le llama: “Profano”, del latín “Profanus” voz compuesta por “pro” (delante) y de “Fanum” (Templo) traduciéndose como “Aquel que se encuentra fuera o frente al templo”, otra definición de ésta palabra es “Aquel que no es consciente de lo sagrado” o sea del “Templo”; La biblia aporta más luz sobre lo anterior cuando dice:“El cielo es mi trono, y la tierra, estrado de mis pies; ¿dónde quedará esta Casa que me habréis edificado, y dónde quedará este lugar de mi reposo?” Is. 66:1
"El Dios que hizo el mundo y todo lo que en él hay, puesto que es Señor del cielo y de la tierra, no mora en templos hechos por manos de hombres” Hch 17:24
“¿O no sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?” 1 Co. 3:16
“Los templos de Dios sobre la tierra son los cuerpos humanos” Liturgia Gr. 18 Caballero Rosa Cruz.
Por lo anterior expresado, fácilmente se deduce que el cuerpo humano es el templo, y el alma deja de ser profana cuando se encarna o ingresa en este templo.

“Ordo Ab Chao” frase predominante de un alto e importante grado de la Masonería Escocesa y que se interpreta como: “El orden sobre el caos”, “El orden surge del caos” o bien “El Caos ya poseía en su interior el orden”, otra frase similar seria: “Post Tenebras Lux” esta frase puede traducirse como: “La luz procede de las tinieblas, o la luz era desde antes en las tinieblas”.
Caos, en este caso se refiere a la ausencia de orden en la materia primordial ante la inmanfiesta existencia de cuerpos y estructuras materiales más complejas como galaxias por ejemplo.
Tinieblas a la ausencia de consciencia conocida como tal. Esto último nos lleva a la frase de los filosos materialistas que dice: “La consciencia es producto de la materia altamente organizada”, mientras que los idealista sostienen que el caos por sí solo, no puede generar orden y menos consciencia, y toda creación como cuerpo vivientes o estructuras cósmicas, obedece a una idea previa, la cual es sostenida en la mente de los creadores del universo.
Ante lo anterior y en lo personal, creo que la materia primordial como parte de la naturaleza de Dios, ya poseía desde sus inicios, el germen de orden y consciencia, y que tanto alma, espíritu y cuerpo, provienen de una misma fuente, y que la diferencia entre ellos, estriba en su grado vibratorio.
Este último párrafo nos remite al génesis bíblico, “En el principio creo Dios los cielos y la tierra, y la tierra estaba desordenada y vacía y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”. Gn. 1:1-2. Aquí la biblia nos habla de la primogenitura de la materia “primordial” simbolizada por las “aguas”, y las “tinieblas” referencian a la consciencia inmanifiesta por su estado embrionario, y el “espíritu de Dios”, a las potencialidades a desarrollar… El resto solo fueron hechuras, formas, o cuerpos: Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó para que andemos en ellas” Ef.2:10.

V. I. T. R. I. O. L.”.- El recipiendario antes de iniciar los tres viajes de su iniciación como A,’, M,’, pasa por el cuarto Oscuro de las “reflexiones”, donde se puede leer en alguna pared el acróstico: “V. I. T. R. I. O. L.”, “Visita Interiora Terra Rectificando Invenies Occultum Lapidem”, que significa: Visita el interior de la tierra, rectificando encontrarás la piedra oculta”. La biblia nos habla algo más al respecto: Al vencedor le daré del maná escondido y le daré una piedrecita blanca, y grabado en la piedrecita un nombre nuevo, el cual nadie conoce sino aquel que lo recibe” Ap. 2:17.
El mana es el aliento de vida insuflado por Dios, y la blancura de la piedra hace referencia a la eliminación de toda mácula dejada por el ego y nuestra naturaleza inferior, y el nombre en la piedra, es el reconocimiento de nuestra verdadera naturaleza e identidad espiritual.
La “oscuridad” del cuarto de reflexiones, hace referencia una vez más al caos, y la débil luz de la vela sobre el escritorio, simboliza la incipiente consciencia, pero que visitando la tierra o cuerpo humano, tendrá la oportunidad de desarrollarla rectificando nuestros errores y apreciación sobre nuestra propia realidad engañada por la materia, el ego, y las exigencias de la sociedad, y encontrando algún día la respuesta a nuestra verdadera naturaleza e identidad… o al: ¿Qué o Quién soy?

El nombre sagrado de “YHVH” en Hebreo, se compone de cuatro letras, “YOD, HEH, VAV, HEH”, Donde la “YOD” representa el Fuego, la primera “HEH” es el Agua, la “VAV” aire, y la segunda y ultima “HEH” la tierra como síntesis de las tres letras anteriores.
El primer viaje del recipiendario es sobre el elemento aire y la letra “VAV” tercera letra del hombre de YHVH. Segundo viaje, el agua, “HEH” segunda letra del Tetragrmatón. Tercer viaje, el fuego,”YOD” primera letra de Jehová en Hebreo, y como se menciono anteriormente, la ultima “HEH” del nombre sagrado, es la síntesis de las tres anteriores, que es el hombre o el A,’, M,’, que le ha sido otorgado “La luz” que el pueblo Masónico pedía para él.
La experiencia de toda iniciación se dan en dos vías, la que haciende desde el mundo terrenal y la que desciende de los mundos divinos; Cuando los viajes inician en la “Yod” y terminan en la última “Heh”, simbolizan el descenso del alma a la materia, y cuando es a la inversa, es el regreso a la fuente original de donde emano.
La “Gran Luz” que el orador solicitaba, vendrá conforme avance en los grados y conocimientos de nuestra orden, porque ésta representa la consciencia del ser, libre de ataduras de la materia, ego, y estereotipos de la sociedad, es la consciencia espiritual del alma consciente de sí misma…Sin extenderme más de lo debido, mencionare solamente que esto último se encuentra alegóricamente representado en la exaltación a M,’, M,’, y en la liturgia del Gr.18 Caballero Rosacruz, se sugieren algunas “actividades” para alcanzar este grado de consciencia espiritual.

El conocimiento intelectual solo son conceptos y palabras que si bien puede llevarte a las puertas del templo, también pueden cautivarte de las bellezas externas, y llegar a pensar que has llegado al objetivo final y que no existe nada más por alcanzar; Sin embargo, para el peregrino que ha vencido su naturaleza inferior y ego, sabrá que el verdadero tesoro lo encontrara dentro del templo.
La iniciación posee dos partes, la exotérica y la esotérica. La primera es la parte mecánica y objetiva, la segunda es subjetiva y espiritual, y exige solemnidad sincera y pureza de corazón en armonía con los propósitos del ceremonial, y cuando se da esto último, la consciencia del recipiendario y demás participantes, se expande y haciende buscando la comunión con la consciencia del ser y en diferentes grado con el G,’, A,’, D,’, U,’,… De lo contrario, solo es una iniciación muerta.

El propósito de vida del hombre, además de vivir, es obtener autoconsciencia de lo que somos y potencialmente podemos ser, llegando a convertir a YHVH    en IESHOUA .



“Los cielos hacen temblar la tierra, pero la tierra también hace temblar los cielos”
Fiat Lux.

Lázaharo Hael,’,

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