Porfirio
Díaz Mori es tal vez el personaje más castigado por la historia oficial de
nuestro país, ya que ha sido omitido de cualquier reconocimiento o loa nacional
por considerársele como un personaje perverso, tiránico, déspota y lo peor de
todo, que se postergó por 30 años en el poder (el que Benito Juárez haya durado
más de 15 años sin haber ganado o siquiera simulado una elección parece que ahí
no cuenta)
Enseguida,
las 5 cosas que te dijeron de Don Porfirio y que son mentira:
1. El país se estancó durante su mandato
Cosa más falsa no puede haber. No sólo trajó paz y
prosperidad que habían sido desconocidas para México como país independiente
(cosa nada fácil y que no se toma en cuenta) sino que durante su mandato se
conectó todo el país mediante vías férreas con el surgimiento de Ferrocarriles
de México que permitieron el traslado de pasajeros por todo el país y el
transporte de mercancías, impulsando así, el comercio y el acercamiento de
bienes a la población.
Asimismo, durante su mandato se doto de energía eléctrica a
la mayoría de las ciudades y municipios del país; llegaron en masa los primeros
automóviles; se impulsaron las industrias tabacalera, alimenticias y de
conservas, cerveceras, algodoneras, mineras y textilera; se instaló el
telégrafo y lo que sigue es interesante: Se introdujo el teléfono en 1878 (sólo
dos años después de la invención de este aparato) y para 1882 ya había varias
compañías que ofrecían el servicio, siendo México de los primeros países en
donde entró el entonces innovador aparato.
2. Como presidente,
Porfirio Díaz no hizo nada por la educación ni el analfabetismo
Tanto procuraba y alentaba el analfabetismo que bajo su
mandato se creó la Universidad Nacional de México (antecesora de la actual
UNAM, y predecesora de la Real Universidad Pontificia de México que había sido
fundada en 1553 y clausurada en 1832).
Fue también bajo la presidencia de Díaz en 1891 que se
promulgó la Ley Reglamentaria de Educación que le daba a la educación las
características actuales: laica, obligatoria y gratuita. Siempre te dijeron que
ese estatus de la educación había sido dado con Benito Juárez. Te mintieron
terriblemente. El problema es ahora encontrar a tus maestros de secundaria para
reclamarles.
3. Sólo le importaba conservar el poder
Nos han
pintado una imagen de Porfirio Díaz viejo y enfermo de poder, como alguien que
se pasó su vida pensando en cómo postergarse en el poder y que no hacía nada
por y para el país.
Esto es
falso. Durante su mandato se expandió notablemente el comercio en muchas ramas económicas;
hizo de la ciudad de México una ciudad moderna, con avenidas y transporte
público (tranvías); se construyeron cantidad de edificios y monumentos
públicos, se erigieron faros impulsando así los puertos mexicanos, y con ello,
la navegación, la pesca y el comercio marítimo; creó una estabilidad social y
económica desconocida hasta entonces que propició la inversión privada y la
industrialización masiva.
4. Sólo privilegiaba a la clase alta y dejaba a los pobres de lado
Esta es la
favorita. Los factores antes mencionados provocaron una rápida y forzada
industrialización con lo que el trabajo y la modernidad llegaron a muchos
rincones del país donde antes no había ni rastro de la civilización. Dicha
industrialización creó cantidad de trabajos en todas las ramas de producción de
la cual se vieron obviamente beneficiados, mexicanos de todos los rincones del
país.
Se fomentó
la agricultura como ya se mencionó. Si comparamos las condiciones durante “el
Porfiriato” contra las de después de la Revolución dan ganas de llorar, pues no
sólo se abandonó el campo (pues los campesinos fueron en su mayoría manipulados
para unirse a “la lucha armada”), sino que la destrucción a la industria y a la
actividad económica del país a causa del conflicto provocó que se diera un paso
atrás al siglo XIX cuando ya estábamos metidos de lleno con lo que el siglo XX
traía consigo
5. Era un tirano
Esta
acepción se da a aquel que gobierna sin contrapesos. Pues bien, durante su
mandato no sólo se concretó lo expuesto en la constitución de 1857, sino que se
creó el Senado de la República como un contrapeso tanto al Ejecutivo como a la
misma Cámara de Diputados ya existente, con lo que se fortaleció el gobierno
republicado (división de poderes) y se instrumentó un candado más en contra
precisamente de la tiranía, pues al haber dos cámaras y al ser necesaria la
aprobación mayoritaria de ambas en cuanto a creación y promulgación de leyes,
se hacía más difícil que alguien hiciera modificaciones “a capricho”.
En fin, fue
un hombre de su época, con logros y errores, como todos los hombres su época (y
de la nuestra), pero una cosa es que haya tenido faltas y otra muy diferente,
pretender olvidar lo que sí hizo bien, que fue mucho, y lo mencionado en líneas
anteriores es solo una muestra de acciones reales que tuvieron lugar durante su
mandato.
Porfirio
Díaz era un convencido que una “paz forzosa” permitía fomentar la educación, la
industria, la seguridad y el comercio. Esa era su política hace más de un
siglo, y esa misma política actualmente parece más vigente y necesaria que
nunca.
6. Fuentes:
*
Hacia el México Moderno (Ralph Roeder)
*
Porfirio Díaz y su Tiempo (Fernando Orozco Linsares)
*
Díaz y Madero (Armando Fuentes Aguirre)
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