lunes, 27 de febrero de 2017

LA LIBERTAD Y LA VERDAD

LA LIBERTAD Y LA VERDAD

En la filosofía masónica tenemos preceptos y normas disciplinarias tendientes a regular el criterio de los individuos a fin de que éstos no se pierdan en un mar de confusiones y puedan hacer sus exposiciones lo más nítidamente posible; basado en los anteriores conceptos, me estoy permitiendo hacer una transcripción de uno de ellos, el cual me servirá de preludio al trabajo medular que pongo a vuestra consideración y buen entendimiento.

Este pensamiento es: “Para razonar es indispensable y condición necesaria la definición de los términos, pues de lo contrario nuestro razonamiento sería confuso y no llegaríamos a una conclusión lógica y de verdad”.
Como claramente se podrá advertir, si entendemos la anterior sentencia, que para hablar de cualquier asunto es necesario conocerlo con propiedad a fin de exponerlo con toda veracidad y, además, que sepamos definir los términos o las palabras que vamos a utilizar para que así se pueda entender lo que deseamos decir. Pues bien, a riesgo de que no exprese claramente lo que yo entiendo del tema que pretendo esbozar, permítaseme en primer término, definir los conceptos que en este trabajo emplearé:
LIBERTAD.- Poder de obrar o de no obrar, o de escoger, derecho que uno se toma.
TRILOGIA.- Conjunto de tres obras dramáticas cuyo tema tiene entre sí cierto enlace.
TRIADA.- Conjunto de tres unidades, de tres personas.
AUTOCRACIA.- Gobierno en el cual un sólo hombre reúne todos los poderes (dictadura).
AUTOCRATA.- Persona que ejerce autoridad ilimitada.
ESENCIA.- Lo que constituye la naturaleza de una cosa.
COSMOS.- El mundo, el universo.
EGIDA.- Protección de defensa.
PSICOLOGIA.- Parte de la filosofía que trata del alma, sus facultades y operaciones.
La trilogía Masónica, base y esencia de una de las más antiguas Instituciones que han perdurado a través del tiempo pese a los embates a que ha sido sometida, está cimentada y constituida bajo la égida de la LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD. En esta noche deseo hablar sólo de la LIBERTAD y en otra ocasión, si las circunstancias me son propicias, trataré de complementar este trazado abordando las otras dos cuestiones.
Hemos dado a conocer el significado tradicional de la palabra LIBERTAD y está asentado como “EL PODER DE OBRAR O DE NO OBRAR, O DE ESCOGER; DERECHO QUE UNO SE TOMA”. Sin embargo, en este asunto tan escabroso llegaremos a una de las más viejas y debatidas opiniones que vierten, a manera de interrogante, la religión, la política y la psicología y es ésta: ¿Es el hombre un alma libre, un ser libre, un pensador libre?.
Quienes contestan esta interrogante, lo hacen con dos creencias opuestas entre sí; Hay quienes claman y predican abiertamente que el hombre es LIBRE en pensamiento, en acción e igualmente en existencia. Hay otros que creen que el hombre NO ES LIBRE, QUE ES UN ESCLAVO del fanatismo, de las circunstancias, de su ambiente, e igualmente esclavo de Dios y de sus dictados.
Apartándonos completamente de esas opiniones tan definidas y particulares, se precisa que retrospectiva e internamente hagamos un análisis sereno de cuál es nuestra propia condición y determinar de por sí solos, si somos hombres libres o estamos subyugados. Solamente así, tratando de esclarecer internamente nuestro pensamiento y expresando nuestras opiniones sobre este asunto, es como podremos realizar completamente lo que hemos creído en el pasado sobre el debatido punto de la LIBERTAD, para llegar a la mejor comprensión.
El hombre no ha nacido ni libre ni esclavo. El hombre nace esencialmente sin elección, pero con la habilidad de elegir para ser libre o esclavo. Pero desde el preciso momento de su nacimiento, esta condición comienza a modificarse. Mientras es niño, el hombre es esclavo de las reglas autocráticas y dictadas de dos mentes: la mente humana de los padres y la mente Cósmica, o como se llama comúnmente, las leyes de la Naturaleza. La regularidad con que el infante de condiciones normales se alimenta, duerme, le funciona su corazón, intestinos y demás órganos, prueba que alguna suprema ley de la Naturaleza está dirigiendo autocráticamente sus asuntos. Por otra parte los padres, con todo, también ejercen una influencia autocrática dirigiendo o escogiendo qué alimentos debe comer, cuando debe bañarse al niño, dónde debe dormir y otros aspectos de la vida del niño. Todo esto nos debe probar que el hombre, siendo un niño de escasos meses de nacido, es un ESCLAVO de la autocracia tanto interna como externamente. Pero, conforme crece el niño, día a día, empieza a ejercer de varios modos sus poderes y facultades de elección; se manifiesta en la selección o preferencia de ciertos alimentos, de ciertos períodos de sueño, ciertas posiciones de su cuerpo al dormir y otros aspectos de su vida.
Algunos principios de la Psicología hacen referencia al desarrollo gradual del niño, desde la no elección hasta la libertad de elegir algunas cosas y estos cambios se incrementan o modifican cada semana; prefieren el color rojo a cualquier otro color; les agrada los objetivos brillantes y relucientes a los opacos u obscuros; les agrada el movimiento más que la inmobilidad; etc.
Así vemos que el niño, en las distintas etapas por las que atraviesa, ejerce una preferencia o selección para ciertas cosas y, además, su poder voluntario para pedir lo que escoge o lo que piensa que prefiere, haciendo abstracción absoluta de los deseos muy particulares de sus progenitores.
Después viene el período de desarrollo de aquello que el individuo llama su derecho para pedir y seleccionar. Haciéndose más tarde un adulto, llega a lo que se llamaría un agente libre, con el derecho, poder y facultad para escoger o rechazar, para pedir o aceptar, para actuar; esto es lo que podríamos llamar pensamiento libre en su análisis final.
Debemos considerar que las ideas y preferencias vienen del exterior o de nuestro interior y constituyen orientaciones o impulsos en nuestra mente; y si admitimos esos impulsos probamos con ello que tenemos la libertad de elección entre impulsos de varias clases, pero permanecemos esclavos -verdaderos esclavos- de los impulsos y deseos.
Dado que el hombre tiene la facultad de razonar de modo que pueda hacerlo considerando los impulsos y hacer la debida elección, debemos cuidarnos de que nuestras decisiones no estén basadas en las voces del exterior, pues debemos recordar que hemos sido educados sólo en aspectos materiales y hasta falsamente, siendo, por tanto, un esclavo del materialismo y no el agente libre que piensa que es.
Si admitimos que el ser humano es esencia o chispa del Gran Arquitecto del Universo y somos microcósmicos de esa Inteligencia Suprema, debemos confiar en nuestra propia mente y no desviarnos de esa inteligencia que internamente tenemos.
Para ser un verdadero agente libre, no nos apoyemos en los razonamientos que nuestra mente objetiva nos dicte, pues podríamos incurrir en apreciaciones y decisiones erróneas; debemos ante todo, hacer una selección rigurosa de nuestros impulsos y deseos y determinar, en ciertos momentos, si la selección que hemos realizado se debe al resultado de la recomendación de alguna persona o estado pasajero o si ésta viene desde dentro como intuición o “corazonada”.
Para conocernos a nosotros mismos y saber definitivamente si somos capaces de utilizar la libertad de pensar y elegir, hagamos nuestras selecciones de criterio utilizando la guía de nuestro ser interno que sólo él es capaz de conducirnos hacia la meta suprema de la LIBERTAD Y LA VERDAD individual absoluta.

sábado, 25 de febrero de 2017

LA ROYAL SOCIETY Y LA MASONERÍA

LA ROYAL SOCIETY Y LA MASONERÍA



La Royal Society se origina cuando doce hombres cultivados adoptaron la costumbre, poco después de 1640, de reunirse esporádicamente en Londres para conversar y discutir en la residencia de uno de ellos o bien en una taberna próxima al Gresham College. Al poco tiempo, bajo patrocinio del monarca, decidieron crear una asociación para el estudio de los mecanismos de la naturaleza.
Para asegurarse de que los dogmas no fueran un obstáculo, desterraron de sus asambleas toda discusión de tintes religiosos y políticos. Y eso a pesar de que los doce fundadores diferían tanto en cuestiones políticas y religiosas, como en experiencia científica y rango social.
Entre los nombres de los primeros miembros de la Royal Society se encuentran científicos que dieron nombre a sus descubrimientos; así, la Ley de Hooke, la Ley de Boyle, la construcción de Huygens, las leyes de Newton, el movimiento browniano, y esto sin contar a científicos de menor talla como Christopher Wren, John Eveyn, John Wilkins, Elias Ashmole, John Flamsteed o Edmund Halley. Sin embargo, los hombres que fundaron esta Sociedad no sólo fueron los primeros científicos, sino, al mismo tiempo, los últimos “magos”. De hecho, Ashmole pertenecía a una sociedad de rosacruces y practicaba la astrología, Newton estudió y escribió acerca de los conceptos alquímicos de los rosacruces, y Hooke llevó a cabo experimentos con arañas y cuernos de unicornio.
Desde su primera reunión en 26 de noviembre de 1662 la Sociedad llevó un diario. En esa primera reunión se reunieron en Gresham College y se acordó que la Compañía celebraría reuniones semanales los miércoles en el propio Gresham College.

Sus doce miembros fundadores fueron:

– El reverendo John Wilkins, que presidió aquella primera asamblea, era hijo de un herrero de Oxford. En el momento de su muerte, en 1672, era obispo de Chester.
– El vizconde William Brouncker fue elegido primer presidente de la Royal Society, porque el rey insistió en que él ocupase ese puesto. Brouncker dedicó años a traducir al inglés las teorías de Descartes sobre la música. También era un matemático capaz. Era masón.
– Robert Boyle había pasado la mayor parte de la guerra civil escribiendo tratados teológicos. Físico extremadamente competente, dio su nombre a la ley que relaciona la presión y el volumen de los gases.
– Alexander Bruce, conde de Kincardine, había apoyado a los Estuardo durante toda la guerra civil y se había visto obligado a huir de Gran Bretaña. Acudió a La Haya para acompañar a Carlos II en su regreso a Londres, formando parte de su séquito. Era masón.
– Sir Robert Moray, nacido el día 10 de marzo de 1608 había estudiado en la Universidad de St. Andrews. Era masón.
– Sir Paul Neile, nacido el 1613, cortesano de Carlos I, fue hecho caballero en 1633. En 1640 fue elegido diputado por Ripon; era gran amante de la ciencia y especialista en el paciente pulido de lentes ópticas para telescopios.
– El médico Jonathan Goddard, había obtenido su doctorado por Cambridge en 1643, catedrático de Física en el Gresham College, Rector del Merton College de Oxford.
– El doctor William Petty inventó la estadística moderna. Desarrolló técnicas de registro y análisisque supusieron el origen de la actual Oficina Nacional de Estadística. Nacido en 1623, fue a París a estudiar Medicina y Química. Petty ingresó en el Brasenose College (Oxford), y se doctoró. En 1650 asumió la cátedra de Anatomía en Brasenose y además fue nombrado catedrático de Música del Gresham College.
– William Ball era monárquico y científico amateur. Carlos II le escogió como primer tesorero. Fue el primer Responsable de magnética de la Sociedad.
– Laurence Rooke era catedrático de Geometría del Gresham College.
– Sir Christopher Wren fue un científico y el mejor arquitecto de su generación. Nació el 20 de octubre de 1632, su padre fue secretario de la Orden de la Jarretera. Era masón.
– Abraham Hill, tenía más de hombre de negocios que de científico. Empezó a interesarse por la teoría monetaria y por las finanzas.
Tales fundadores originales de la Royal Society formaban dos grupos principales, la mitad de ellos eran monárquicos al margen de la vida pública durante el mandato de Cromwell y que habían vuelto a Londres buscando medrar en la corte del rey Carlos II. Por otro lado, casi toda la otra mitad eran profesores universitarios del bando parlamentario bajo el mandato de Cromwell, pero que al volver Carlos al trono habían sido expulsados de todas partes, excepto del Gresham College.

De los doces fundadores, al menos cinco eran masones.

El último acto de la primera reunión de la Royal Society consistió en elaborar un listado de cuarenta personas consideradas apropiadas para convertirse en miembros del recién creado grupo. De los cuarenta socios iniciales, veinticuatro pertenecían al mundo universitario y dieciséis ocupaban influyentes cargos políticos. Robert Boyle lo denominó el Colegio invisible, y a sus miembros “piedras angulares del Colegio Invisible” (o Filosófico, como ellos mismos se hacían llamar). «Son personas que han decidido esforzarse por dejar al margen la estrechez de miras, mediante la praxis de una caridad tan extensiva que llega a todo lo que pueda llamarse hombre, a lo cual no puede sino tildarse de universal buena voluntad. Y tal es su preocupación por la necesidad de buenas obras, que toman bajo su cuidado a la humanidad entera».

El papel del Gresham College

El Gresham College se creó en 1579 como consecuencia de un legado estipulado en el testamento de sir Thomas Gresham. Y no menos de diez titulares de cátedras del Gresham se hicieron fellows de la Royal Society cuando ésta obtuvo su primera carta. A saber: Christopher Wren, Walter Pope, Daniel Whistler, Laurence Rooke, Isaac Barrow, Robert Hooke, William Petty, Thomas Baynes, Jonathan Goddard y William Croome.
Ahora bien, Sir Thomas Gresham había sido Vigilante o Guardián General conjunto de los masones, junto al conde de Bedford. Poco después, el rey Jacobo nombraba al arquitecto Inigo Jones como Guardián General de los masones y topógrafo de la Corona. A continuación, Jones «fue designado por su soberano para presidir logias». En 1607 el rey Jacobo colocó la piedra angular de un nuevo salón de banquetes en el palacio de Whitehall enn presencia del maestro Jones y de sus Vigilantes o Guardianes William Herbert, el conde de Pembroke y el señor don Nicholas Stone, maestro masón de Inglaterra, acompañados por numerosos hermanos ataviados debidamente, y por otras eminentes personas invitadas para la ocasión. Inigo Jones permaneció en el cargo masónico hasta 1618, año en que le sucedió el conde de Pembroke.
Pues bien, el 27 de diciembre de 1663 se celebró en St. Albans una asamblea general de masones, en la que sir John Denham fue nombrado Vigilante General del Oficio. Sir John Denham era uno de los integrantes de la lista de miembros propuestos para ingresar en la Royal Society. Pero también lo eran ya Christopher Wren, William Hammond y Alexander Bruce.

Otros masones en la Royal Society

En la logia de Scoon y Perth hay un cuadro que retrata la iniciación del rey Jacobo VI de Escocia. La Carta de la logia afirma: “Su Majestad el rey Jacobo VI, ingresó como hombre libres, masón y miembro del Oficio en 1601” presidiendo la reunión John Mylne. En 1631 otro John Mylne, hijo del John que inició al rey Jacobo, fue nombrado maestro masón de Carlos I. El tercer John Mylne participó en la reunión masónica de Newcastle en 1641 en la que sir Robert Moray se hizo masón.
El propio Elias Ashmole menciona en su diario el 3 de enero de 1661: “Esta tarde se votó mi admisión en la Royal Society”. Años antes, su primo, el coronel Henry Manwaring, había presentado a Ashmole a una logia de francmasones que se reunía en Warrington de modo que Ashmole había sido hecho masón la tarde del 16 de octubre de 1646. De hecho, en su diario anota el 16 de octubre de 1646 que: “Me he hecho libre masón en Warrington, Lancashire, con el coronel Henry Manwaring de Karincham, Cheshire”.
Los nombres de los integrantes de la logia en esos momentos son el señor Richard Penket, Vigilante; el señor James Collier; el señor Richard Sankey, Henry Littler, John Ellam, Richard Ellam y Hugh Brewer.
Ashmole dice en su anotación del 11 de marzo de 1682 que «recibió una convocatoria para presentase en una logia que se celebraría al día siguiente, en Masons Hall, Londres». En dicha logia estaba presente William Hammond, Fellow de la Royal Society.

El simbolismo masónico en la Royal Society

En una de las reuniones de la Sociedad, el masón John Wilkins presentó el 10 de octubre de 1667 la primera copia del recién terminado libro oficial de A History of the Royal Society de Thomas Spratt. En el frontispicio de esta obra había un grabado de John Evelyn que ponía de manifiesto la relevancia que tenía Francis Bacon para los fundadores de la Royal Society. La lámina muestra una habitación. La parte frontal del saliente se apoya en un arco y en dos pilares. El suelo de la habitación es un damero blanco y negro. En las paredes hay muchas herramientas colgadas: cuatro compases, tres escuadras y dos plomadas, etc. A la izquierda de Carlos II aparece sentado William Brouncker, entonces presidente de la Sociedad. A la derecha se sienta Francis Bacon.
¿Por qué ese interés en Bacon? Sin duda por ser el autor de La Nueva Atlántida obra publicada en 1626 en la que Bacon establece novedosas ideas sobre la organización de la investigación y la ciencia. El libro es una historia de aventuras de un barco que se pierde en los Mares del Sur. Los aventureros llegan a una isla perdida llamada Bensalem cuyos habitantes poseen el primer sistema económico basado en la información. En el lugar central de su civilización se encuentra la Casa de Salomón, o Colegio de los Trabajos de los Seis Días.
Todo el personal empleado en la Casa de Salomón tiene asignada una tarea concreta, y todas ellas combinadas forman un vasto estudio de la ciencia. Unos extraen material de los libros, otros realizan experimentos, otros cotejan los resultados de éstos. Otro grupo hace viajes, y otros se dedican a investigar las aplicaciones técnicas o a diseñar nuevos experimentos. Los maestros de la Casa de Salomón convierten todas las tareas cooperativas en teorías coherentes y organizadas.
La institución ejemplar imaginada por Bacon en la Nueva Atlántida fue bautizada como Casa de Salomón. A través de ella se pretendía «mostrar un modelo de casa de estudios, para beneficio de la Humanidad».
Sus habitantes hacían juramento de no revelar ciertos secretos. Los detalles del Colegio de los Seis Días de la Creación debían ser ignorados por el resto de la Humanidad y descubiertos tan sólo a los iniciados. El extranjero adquiría un primer grado de conocimiento por las revelaciones de los iniciados pero antes había sido sometido a pruebas y entrevistas no desprovistas de ritualismo.
El símbolo de la luz es otro rasgo que asemeja las utopías masónica y baconiana. «Pero de ese modo veis que mantenemos comercio, no de oro, plata o joyas, ni de sedas o especies, sino sólo de la primera criatura de Dios que fue la luz. Y os digo que nuestro comercio era sólo para obtener la luz en todas las partes del mundo donde fuera posible encontrarla».

La utopía baconiana recogía también el simbolismo de la palmera que, como la acacia masónica, auspiciaba la inmortalidad; y los miembros del Colegio de los Seis Días debían llamarse entre sí hermanos.

En el mismo siglo XVII el Templo de Salomón espiritualizado había sido tomado como figura alegórica por la literatura puritana inglesa, de la que es buen ejemplo el libro de John Buyan, Salomon´s Temple Spiritualized. Desde la misma perspectiva cabe analizar La Ciudad del Sol de Campanella, la Christianapolis de Valentín Andrea o la Europa unida de Comenius (1592-1671). En 1890/1891 se fundaba en Alemania la Sociedad Comenius. Su primer presidente e impulsor fue Ludwing Keller, recordando el Llamamiento que Leonhardi había hecho veinte años antes. Y no es coincidencia que Ludwing Keller fuese un importante masón admirador de Krause, de Comenius, Leibniz, Herder, Krause y Fröbel.
Extractado de: Robert Lomas, El Colegio Invisible, Madrid, 2006, pp. 20-85 y de Pedro Álvarez Lázaro S. J. (Universidad pontifica de Comillas), La Masonería Escuela de Formación del Ciudadano. La educación interna de los masones españoles en el último tercio de siglo XIX, Madrid, 1996, pp. 35-39.

jueves, 23 de febrero de 2017

¿Qué es la iniciación Masónica?

¿Qué es la iniciación Masónica?




La personalidad, el YO del hombre ordinario, se compone de numerosos elementos no coordinados, a menudo contradictorios y en lucha unos con otros. En particular, el consciente está constantemente desorientado por oscuras fuerzas que provienen ya del exterior, ya des subsuelo de la individualidad, del inconsciente. De este modo, como se lamenta San Pablo. “No hago el bien que quiero, sino el mal que aborrezco”
En un gran número de humanos los conflictos psicológicos conducen a la neurosis.
Los hombres ordinarios escapan a la angustia metafísica por el hecho de no tratarse de individualidades marcadas, puesto que son maquinas o robots.
Sólo una pequeña minoría está destinada al intento de resolver armoniosamente el desorden interno de su propio YO. Por gracia particular, algunos humanos se empeñan en el sendero de la iniciación.
Presienten que en medio de los elementos confusos y complejos de su YO INFERIOR existe un Alguien, un centro, un YO SUPERIOR, una chispa Divina. Con un potencial enorme esperando hacer contacto.
Ser Iniciado es alcanzar esa posibilidad de alcanzar ese YO SUPERIOR, despertarlo, armonizar con el Santo Ángel, volver a encontrar la Palabra Perdida. Todas las metáforas y mitos de todos los pueblos y religiones, tienen el mismo sentido: activar lo divino que hay en nosotros, lo que vuelve al iniciado plenamente consciente de Sí Mismo.
Conciencia que difiere enormemente del conocimiento Académico Intelectual. No se trata de modo alguno de seguir una enseñanza libresca ni oral, ni de aprender palabras rebuscadas, sino de obligarnos a una experiencia personal cuyo proceso escapa a las palabras mundanas, por lo tanto es difícil el compartirlas.
Al principio el neófito por primera vez se da cuenta de cuán complejo es su YO INFERIOR. Descubre que las enseñanzas familiares, la intrusión académica, los dogmas religiosos, no le prestan socorro alguno. Mira por vez primera sus Sótanos Psicológicos, después lucha, se confronta con cada elemento de su Propio YO, ya no puede culpar a nadie de su problemática, como siempre lo hacia. Trata de despertar, pero comprende que corrigiendo a otros no es la forma correcta de despertar, sino disciplinándose él mismo. Corrigiendo su mundo externo nunca corregirá su mundo interno.
Tras un proceso gradual, alcanza al fin su YO REAL. Entonces un algo se produce divinamente en él. Todo en él se convierte en Luz, la oveja extraviada que estaba en él se integra al rebaño. Su Cuerpo y su Alma se unen en armonía, al fin lo que es arriba es igual a lo que esta abajo.
Diremos que un hombre Real es un hombre reconciliado consigo mismo y con el mundo que lo circunda, y que esta reconciliación tiene lugar en torno a la chispa divina que simple ha brillado en cada uno de nosotros pero no nos hemos dado cuenta de ello.
Quien se compromete en la IV Vía no puede saber de antemano dónde terminará, cuándo y cómo triunfará. Pero tendrá por seguro que ningún esfuerzo será en vano.
El proceso del despertar no está, en verdad, exento de riesgo. Al comienzo causa un choque o sacudida en el YO y puede poner en cuestión falsos valores en el que tanto se apoyaba su YO FALSO. En este paso es muy de Temer el claudicar, amedrentarse, así como abandonar la Vía. Aún más grave por más engañoso: engañarse y tomar un elemento del YO INFERIOR por el YO DIVINO.
Se pierde uno también en una Camino sin salida cuando se abandona el objeto esencial por ventajas secundarias; cuando se gana dinero con lo Divino, se adquieren poderes extraños y se engaña a la gente o trata uno de dominarla, en lugar de atender a un fin realmente superior.
Por otro lado, la obediencia y sumisión afectuosa a todo lo Divino, y no la sumisión a simples hombres, como son Guías espirituales o Gurus que solo extravían la idea capital. Pero la lucidez y la sinceridad hacia uno mismo apartan los grandes riesgos.
El hombre encaminado, adquiere una intuición infalible, escapando de la ilusión automáticamente se da cuenta de que ahora Él Es, y nadie lo engañara.
¿Qué es la iniciación Masónica? La personalidad, el YO del hombre ordinario, se compone de numerosos elementos no coordinados, a menudo contradictorios y en lucha unos con otros. En particular, el consciente está constantemente desorientado por oscuras fuerzas que provienen ya del exterior, ya des subsuelo de la individualidad, del inconsciente. De este modo, como se lamenta San Pablo. “No hago el bien que quiero, sino el mal que aborrezco”En un gran número de humanos los conflictos psicológicos conducen a la neurosis.Los hombres ordinarios escapan a la angustia metafísica por el hecho de no tratarse de individualidades marcadas, puesto que son maquinas o robots.Sólo una pequeña minoría está destinada al intento de resolver armoniosamente el desorden interno de su propio YO. Por gracia particular, algunos humanos se empeñan en el sendero de la iniciación.Presienten que en medio de los elementos confusos y complejos de su YO INFERIOR existe un Alguien, un centro, un YO SUPERIOR, una chispa Divina. Con un potencial enorme esperando hacer contacto.Ser Iniciado es alcanzar esa posibilidad de alcanzar ese YO SUPERIOR, despertarlo, armonizar con el Santo Ángel, volver a encontrar la Palabra Perdida. Todas las metáforas y mitos de todos los pueblos y religiones, tienen el mismo sentido: activar lo divino que hay en nosotros, lo que vuelve al iniciado plenamente consciente de Sí Mismo.Conciencia que difiere enormemente del conocimiento Académico Intelectual. No se trata de modo alguno de seguir una enseñanza libresca ni oral, ni de aprender palabras rebuscadas, sino de obligarnos a una experiencia personal cuyo proceso escapa a las palabras mundanas, por lo tanto es difícil el compartirlas.Al principio el neófito por primera vez se da cuenta de cuán complejo es su YO INFERIOR. Descubre que las enseñanzas familiares, la intrusión académica, los dogmas religiosos, no le prestan socorro alguno. Mira por vez primera sus Sótanos Psicológicos, después lucha, se confronta con cada elemento de su Propio YO, ya no puede culpar a nadie de su problemática, como siempre lo hacia. Trata de despertar, pero comprende que corrigiendo a otros no es la forma correcta de despertar, sino disciplinándose él mismo. Corrigiendo su mundo externo nunca corregirá su mundo interno.Tras un proceso gradual, alcanza al fin su YO REAL. Entonces un algo se produce divinamente en él. Todo en él se convierte en Luz, la oveja extraviada que estaba en él se integra al rebaño. Su Cuerpo y su Alma se unen en armonía, al fin lo que es arriba es igual a lo que esta abajo.Diremos que un hombre Real es un hombre reconciliado consigo mismo y con el mundo que lo circunda, y que esta reconciliación tiene lugar en torno a la chispa divina que simple ha brillado en cada uno de nosotros pero no nos hemos dado cuenta de ello.Quien se compromete en la IV Vía no puede saber de antemano dónde terminará, cuándo y cómo triunfará. Pero tendrá por seguro que ningún esfuerzo será en vano.El proceso del despertar no está, en verdad, exento de riesgo. Al comienzo causa un choque o sacudida en el YO y puede poner en cuestión falsos valores en el que tanto se apoyaba su YO FALSO. En este paso es muy de Temer el claudicar, amedrentarse, así como abandonar la Vía. Aún más grave por más engañoso: engañarse y tomar un elemento del YO INFERIOR por el YO DIVINO.Se pierde uno también en una Camino sin salida cuando se abandona el objeto esencial por ventajas secundarias; cuando se gana dinero con lo Divino, se adquieren poderes extraños y se engaña a la gente o trata uno de dominarla, en lugar de atender a un fin realmente superior.Por otro lado, la obediencia y sumisión afectuosa a todo lo Divino, y no la sumisión a simples hombres, como son Guías espirituales o Gurus que solo extravían la idea capital. Pero la lucidez y la sinceridad hacia uno mismo apartan los grandes riesgos.El hombre encaminado, adquiere una intuición infalible, escapando de la ilusión automáticamente se da cuenta de que ahora Él Es, y nadie lo engañara.El hombre transformado resplandece sobre su entorno inmediato y mediato. Es un hombre reconocido y reconocible, escapando al mundo de los accidentes. Es uno de esos hombres que con su sola presencia solucionan la problemática de los demásece sobre su entorno inmediato y mediato. Es un hombre reconocido y reconocible, escapando al mundo de los accidentes. Es uno de esos hombres que con su sola presencia solucionan la problemática de los demás

LAPALANCA

 LA PALANCA
La palanca es una barra rígida rectilínea de longitud variable utilizada para trasmitir e incrementar una fuerza, con base en un punto de apoyo o fulcro, en una tarea que busca mover o levantar con mayor facilidad un objeto pesado.

Su uso se encuentra documentado desde el cuarto milenio antes de nuestra era.

De las diferentes clases de palanca que han existido, la Masonería toma alegóricamente la conocida como “de primer grado” por los constructores, que es la que se obtiene cuando se coloca el fulcro entre el obrero y el objeto. Una particularidad del simbolismo de la Orden hace que esta palanca sea de madera, haciendo referencia al mito que sostiene que el Templo de Salomón fue construido sin utilizar metales, y es a la que se refirió Arquimedes cuando pidió una para mover el mundo.

Por lo tanto, no es sorprendente que en la Masonería la palanca de primer grado simbolice la amplificación controlada de la fuerza y los pensamientos en la búsqueda de una mayor eficiencia en el propósito constructivo, venciendo con inteligencia la resistencia que se presente. Su importancia tiene que ver con la comprensión de la acción y la reacción y la ley de causa y efecto, y su utilización requiere inteligencia, discernimiento y observación de la potencia en movimiento.

Cuando la Masonería convida a sus miembros, poniendo en sus manos una palanca, a reflexionar sobre cómo puede mover con menor resistencia el pesado conjunto de sus lastres personales o interactuar con mayor eficacia en medio de sus circunstancias, en realidad los está invitando a darse cuenta de que un ejercicio razonado de su voluntad consciente y de su fuerza intelectual puede lograr grandes cosas para sí y para la humanidad.
Es una invitación esencial a desarrollar el potencial humano, en un proyecto constructivo interior y exterior que empieza con el reconocimiento de sí mismo y el atreverse a repensar en profundidad la propia biografía, a la vez que se reconoce a los otros como iguales en dignidad y respeto.
Y en este sentido, el desarrollo del potencial humano de un Masón requiere la ampliación de su conciencia personal y colectiva, identificando plenamente las razones que podría tener para mejorar su yo, su propia capacidad de acción y las características de la resistencia a superar.
Hoy en día, es común escuchar el término de apalancamiento operativo y financiero, para referirse a los costos fijos operacionales de una empresa que no son dependiente de su actividad y a la utilización de más dinero que el que se tiene. De la misma manera, al Masón se le invita a recapacitar sobre como el poder de su pensamiento y de su acción puede cambiar la realidad. Un ejemplo típico de esta capacidad multiplicadora, lo encontramos en la experiencia de Gandhi y en como la fuerza de sus ideas independizaron la India sin el uso de la violencia. Su pensamiento vigoroso fue la fuerza aplicada a la palanca política nacional que motivó la victoria sobre el poderoso imperio británico, más allá de lo que se podría suponer a partir de sus evidentemente escasas fuerzas físicas.

También sirven como palancas para la edificación de un proyecto de vida personal, la creatividad, los sueños y la imaginación. En alguna oportunidad, el Premio Nobel de LiteraturaGeorge Bernard Shaw aconsejaba que “si has construido un castillo en el aire, no has perdido el tiempo, es allí donde debería estar. Ahora debes construir los cimientos debajo de él”. Y el empresario estadounidense James Cash Penny afirmó con claridad algo que perfectamente se puede aplicar al simbolismo de la palanca en la Masonería: “muéstrame un obrero con grandes sueños y en él encontrarás un hombre que puede cambiar la historia. Muéstrame un hombre sin sueños, y en él hallarás a un simple obrero”.

Para el trabajo individual y colectivo en una Logia, funciona como una gran palanca la música, el deseo de fraternizar, el egregor, el lenguaje verbal y corporal, el ritual, la sensación de solidaridad, los principios morales, el respeto al otro, la aceptación de la diferencia, el cultivo de la tolerancia, la tradición, el estudio de las herramientas del oficio, el trabajo en equipo, la confianza, el intercambio de ideas, la implicación social y un largo Etc. de cosas que conforman la experiencia Masónica, muy diferente a las de otras escuelas e instituciones Iniciáticas surgidas en el mundo antiguo, en la edad media, en la modernidad o que aún están apareciendo como propuestas novedosas o con diferentes grados de sincretismos.

Todas estas fuerzas de apalancamiento Masónicas están a nuestro alcance y pueden ayudar en la construcción de un mundo más feliz y fraterno, si las asumimos con nobleza y generosidad.

Ya que viéndolo bien, la Masonería en sí misma es una enorme palanca con la que ha contado la humanidad para sus más altos logros en los últimos tres siglos.

miércoles, 22 de febrero de 2017

La laicidad

LAICIDAD
En 1791, como respuesta a la proclamación por la Convención francesa de los Derechos del Hombre, el Papa Pío VI hizo pública su encíclica Quod aliquantum en la que afirmaba que “no puede imaginarse tontería mayor que tener a todos los hombres por iguales y libres”.
En 1832, Gregorio XVI reafirmaba esta condena sentenciando en su encíclica Mirari vos que la reivindicación de tal cosa como la “libertad de conciencia” era un error “venenosísimo“.
En 1864 apareció el Syllabus en el que Pío IX condenaba los principales errores de la modernidad democrática, entre ellos muy especialmente la libertad de conciencia.
Deseoso de no quedarse atrás en celo inquisitorial, León XIII estableció en su encíclica Libertas de 1888 los males del liberalismo y el socialismo, epígonos indeseables de la nefasta ilustración, señalando que “no es absolutamente lícito invocar, defender, conceder una híbrida libertad de pensamiento, de prensa, de palabra, de enseñanza o de culto, como si fuesen otros tantos derechos que la naturaleza ha concedido al hombre. De hecho, si verdaderamente la naturaleza los hubiera otorgado, sería lícito recusar el dominio de Dios y la libertad humana no podría ser limitada por ley alguna“.
Y a Pío X le correspondió fulminar la ley francesa de separación entre Iglesia y Estado con su encíclica Vehementer, de 1906, donde puede leerse: “Que sea necesario separar la razón del Estado de la de la Iglesia es una opinión seguramente falsa y más peligrosa que nunca. Porque limita la acción del Estado a la sola felicidad terrena, la cual se coloca como meta principal de la sociedad civil y descuida abiertamente, como cosa extraña al Estado, la meta última de los ciudadanos, que es la beatitud eterna preestablecida para los hombres más allá de los fines de esta breve vida“.
Hubo que esperar al Concilio Vaticano II y al decreto Dignitatis humanae personae, querido por Pablo VI, para que finalmente se reconociera la libertad de conciencia como una dimensión de la persona contra la cual no valen ni la razón de Estado ni la razón de la Iglesia. “¡Es una auténtica revolución!“, exclamó el entonces cardenal Wojtyla.
¿Qué es la laicidad?
Es el reconocimiento de la autonomía de lo político y civil respecto a lo religioso, la separación entre la esfera terrenal de aprendizajes, normas y garantías que todos debemos compartir y el ámbito íntimo (aunque públicamente exteriorizable a título particular) de las creencias de cada cual.
La liberación es mutua, porque la política se sacude la tentación teocrática pero también las iglesias y los fieles dejan de estar manipulados por gobernantes que tratan de ponerlos a su servicio, cosa que desde Napoleón y su Concordato con la Santa Sede no ha dejado puntualmente de ocurrir, así como cesan de temer persecuciones contra su culto, tristemente conocidas en muchos países totalitarios. Por eso no tienen fundamento los temores de cierto prelado que hace poco alertaba ante la amenaza de un “Estado ateo”. Que pueda darse en algún sitio un Estado ateo sería tan raro como que apareciese un Estado geómetra o melancólico: pero si lo que teme monseñor es que aparezcan gobernantes que se inmiscuyan en cuestiones estrictamente religiosas para prohibirlas u hostigar a los creyentes, hará bien en apoyar con entusiasmo la laicidad de nuestras instituciones, que excluye precisamente tales comportamientos no menos que la sumisión de las leyes a los dictados de la Conferencia Episcopal. No sería el primer creyente y practicante religioso partidario del laicismo, pues abundan hoy como también los hubo ayer:.
Algunos tienen fobia al término “laicidad” (o aún peor, “laicismo“) y sostienen que nuestro país es constitucionalmente “aconfesional” – eso puede pasar – pero no laico. Como ocurre con otras disputas semánticas (la que ahora rodea al término “nación”, por ejemplo) lo importante es lo que cada cual espera obtener mediante un nombre u otro.
Según lo interpretan algunos, un Estado no confesional es un Estado que no tiene una única devoción religiosa sino que tiene muchas, todas las que le pidan. Es multiconfesional, partidario de una especie de teocracia politeísta que apoya y favorece las creencias estadísticamente más representadas entre su población o más combativas en la calle. De modo que sostendrá en la escuela pública todo tipo de catecismos y santificará institucionalmente las fiestas de iglesias surtidas.
Es una interpretación que resulta por lo menos abusiva, sobre todo en lo que respecta a la enseñanza. Como ha avisado Claudio Magris (en “Laicità e religione“, incluido en el volumen colectivo Le ragioni dei laici, ed. Laterza), “en nombre del deseo de los padres de hacer estudiar a sus hijos en la escuela que se reclame de sus principios – religiosos, políticos y morales – surgirán escuelas inspiradas por variadas charlatanerías ocultistas que cada vez se difunden más, por sectas caprichosas e ideologías de cualquier tipo. Habrá quizá adres racistas, nazis o estalinistas que pretenderán educar a sus hijos -a nuestras expensas- en el culto de su Moloch o que pedirán que no se sienten junto a extranjeros…“.
Debe recordarse que la enseñanza no es sólo un asunto que incumba al alumno y su familia, sino que tiene efectos públicos por muy privado que sea el centro en que se imparta. Una cosa es la instrucción religiosa o ideológica que cada cual pueda dar a sus vástagos siempre que no vaya contra leyes y principios constitucionales, otra el contenido del temario escolar que el Estado debe garantizar con su presupuesto que se enseñe a todos los niños y adolescentes. Si en otros campos, como el mencionado de las festividades, hay que manejarse flexiblemente entre lo tradicional, lo cultural y lo legalmente instituido, en el terreno escolar hay que ser preciso estableciendo las demarcaciones y distinguiendo entre los centros escolares (que pueden ser públicos, concertados o privados) y la enseñanza misma ofrecida en cualquiera de ellos, cuyo contenido de interés público debe estar siempre asegurado y garantizado para todos. En esto consiste precisamente la laicidad y no en otra cosa más oscura o temible.
Algunos partidarios a ultranza de la religión como asignatura en la escuela han iniciado una cruzada contra la enseñanza de una moral cívica o formación ciudadana. Al oírles parece que los valores de los padres, cualesquiera que sean, han de resultar sagrados mientras que los de la sociedad democrática no pueden explicarse sin incurrir en una manipulación de las mentes poco menos que totalitaria. Por supuesto, la objeción de que educar para la ciudadanía lleva a un adoctrinamiento neofranquista es tan profunda y digna de estudio como la de quienes aseguran que la educación sexual desemboca en la corrupción de menores. Como además ambas críticas suelen venir de las mismas personas, podemos comprenderlas mejor. En cualquier caso, la actitud laica rechaza cualquier planteamiento incontrovertible de valores políticos o sociales: el ilustrado Condorcet llegó a decir que ni siquiera los derechos humanos pueden enseñarse como si estuviesen escritos en unas tablas descendidas de los cielos. Pero es importante que en la escuela pública no falte la elucidación seguida de debate sobre las normas y objetivos fundamentales que persigue nuestra convivencia democrática, precisamente porque se basan en legitimaciones racionales y deben someterse a consideraciones históricas. Los valores no dejan de serlo y de exigir respeto aunque no aspiren a un carácter absoluto ni se refuercen con castigos o premios sobrenaturales… Y es indispensable hacerlo comprender.
Sin embargo, el laicismo va más allá de proponer una cierta solución a la cuestión de las relaciones entre la Iglesia (o las iglesias) y el Estado.
Es una determinada forma de entender la política democrática y también una doctrina de la libertad civil.
Consiste en afirmar la condición igual de todos los miembros de la sociedad, definidos exclusivamente por su capacidad similar de participar en la formación y expresión de la voluntad general y cuyas características no políticas (religiosas, étnicas, sexuales, genealógicas, etc.) no deben ser en principio tomadas en consideración por el Estado. De modo que, en puridad, el laicismo va unido a una visión republicana del gobierno: puede haber repúblicas teocráticas, como la iraní, pero no hay monarquías realmente laicas (aunque no todas conviertan al monarca en cabeza de la iglesia nacional, como la inglesa).
Y por supuesto la perspectiva laica choca con la concepción nacionalista, porque desde su punto de vista no hay nación de naciones ni Estado de pueblos sino nación de ciudadanos, iguales en derechos y obligaciones fundamentales más allá de cuál sea su lugar de nacimiento o residencia.
La justificada oposición a las pretensiones de los nacionalistas que aspiran a disgregar el país o, más frecuentemente, a ocupar dentro de él una posición de privilegio asimétrico se basa – desde el punto de vista laico – no en la amenaza que suponen para la unidad de España como entidad trascendental, sino en que implican la ruptura de la unidad y homogeneidad legal del Estado de Derecho. No es lo mismo ser culturalmente distintos que políticamente desiguales. Pues bien, quizá entre nosotros llevar el laicismo a sus últimas consecuencias tan siquiera teóricas sea asunto difícil: pero no deja de ser chocante que mientras los laicos “monárquicos” aceptan serlo por prudencia conservadora, los nacionalistas que se dicen laicos paradójica (y desde luego injustificadamente) creen representar un ímpetu progresista…
En todo caso, la época no parece favorable a la laicidad. Las novelas de más éxito tratan de evangelios apócrifos, profecías milenaristas, sábanas y sepulcros milagrosos, templarios -¡muchos templarios! – y batallas de ángeles contra demonios. Vaya por Dios, con perdón: qué lata.
En cuanto a la (mal) llamada alianza de civilizaciones, en cuanto se reúnen los expertos para planearla resulta que la mayoría son curas de uno u otro modelo. Francamente, si no son los clérigos lo que más me interesa de mi cultura, no alcanzo a ver por qué van a ser lo que me resulte más apasionante de las demás. A no ser, claro, que también seamos “asimétricos” en esta cuestión…
Hace un par de años, en un debate en París con el ex secretario de la ONU Butros Gali.
Sostuvo la gran importancia de la astrología en el Egipto actual, que los europeos no valoramos suficientemente. Respetuosamente, señalé que la astrología es tan pintoresca como falsa en todas partes, igual en El Cairo que en Estocolmo o Caracas. Butros Gali me informó de que precisamente esa opinión constituye un prejuicio eurocéntrico.
No pude por menos de compadecer a los africanos que dependen de la astrología mientras otros continentes apuestan por la nanotecnología o la biogenética.
Quizá el primer mandamiento de la laicidad consista en romper la idolatría culturalista y fomentar el espíritu crítico respecto a las tradiciones propias y ajenas. Podría formularse con aquellas palabras de Santayana: “No hay tiranía peor que la de una conciencia retrógrada o fanática que oprime a un mundo que no entiende en nombre de otro mundo que es inexistente“.

domingo, 19 de febrero de 2017

Apuntes sobre el Rito Escocés Antiguo y Aceptado

Apuntes sobre el Rito Escocés Antiguo y Aceptado
Según el historiador de la Francmasonería Albert Mackey, el siglo XVIII vio actuar a un tal “chevalier” (caballero en idioma “francés”) Ramsay, presbiteriano escocés educado en la Universidad de Edimburgo y apóstata protestante cuando decidió abrazar la iglesia de Roma
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La huída de Jacobo II a Francia le hizo marcharse también a él. Posteriormente se convertiría en tutor del pretendiente al trono inglés, Carlos II, introduciéndose en los círculos de conspiradores para recuperar el trono de Escocia. La nobleza francesa aceptó de buena gana el rito que, según Ramsay, había sido traído de Palestina por los príncipes, sacerdotes, caballeros y nobles a su regreso de las Cruzadas.
Es cierto que, durante los sucesos revolucionarios que tuvieron lugar en Inglaterra y Escocia a lo largo de los siglos XVII y XVIII, muchos masones escoceses huyeron a Francia. Ello pudo haber dado origen a la popular creencia de que el Rito Escocés nació en Escocia. En realidad, hasta 1846 no se estableció un Supremo Consejo en esta región del actual Reino Unido de Gran Bretaña.
El Rito Escocés creció en Francia a partir de 1754, en el interior del seminario jesuita de Clermont, formándose un capítulo (o Colegio) con siete grados. Existe un documento anterior de un Capítulo Rosacruz de Arras (Francia) instaurado en 1747 por Carlos Eduardo Estuardo. Hacia 1758 el sistema se había convertido en un Rito de 25 grados conocido -en lenguaje jesuítico- como Rito de Perfección de la denominada Orden del Secreto Real, cuyas “Grandes Constituciones” se dictaron en 1762.
En 1761, un judío llamado Stephen Morin, miembro del denominado “Consejo de Emperadores de Oriente y Occidente”, recibió el encargo de introducir el Rito en el Nuevo Mundo. Primero lo estableció en Jamaica y Santo Domingo. Posteriormente abrió cámaras en Nueva Orleans 1763, Albany (Nueva York, 1782), Filadelfia (1782) y Charleston (Carolina del Sur, 1783). Se dice que de los dieciséis “Diputados Inspectores Generales” nombrados por Morin, trece eran judíos como él.
En 1786 se ratificaron las Grandes Constituciones para poner orden en la caótica situación de los grados europeos. Éstas fueron las Constituciones que trajeron “El Rito Escocés Antiguo y Aceptado”, ampliando hasta treinta y tres el número de grados, con el 33 (cifra que se representa, como el resto de los grados, con el símbolo º junto al número) como Supremo Consejo, es decir, como órgano de gobierno. Algunos historiadores alegan que las citadas Constituciones fueron falsamente atribuidas, para conferirles mayor grandeza y legitimidad, al prusiano Federico el Grande, cuya muerte tuvo lugar ese mismo año, en 1786.
En 1801 se abrió un Supremo Consejo en Charleston (EE. UU.) bajo las citadas Constituciones, absorbiendo al anterior Rito de Perfección. Este Supremo Consejo emitió posteriormente certificados de autenticidad a otros Supremos Consejos. Todos los Supremos Consejos actuales se derivan, directa o indirectamente, del ya citado Supremo Consejo de la Jurisdicción Meridional de Estados Unidos de Norte América.
A lo largo del siglo XIX fueron creándose nuevos Supremos Consejos en Europa y Canadá. En nuestros días hay estrechas relaciones entre aproximadamente 40 Supremos Consejos distribuidos por todo el mundo, incluyendo las cuatro Grandes Logias Nacionales de los países escandinavos.
La denominación “Rito Escocés Antiguo y Aceptado” nació en 1804 a partir del convenio entre el Supremo Consejo de Francia y el Gran Oriente de Francia.
En 1859, guiado por el Gran Comandante y renombrado escritor masónico norteamericano Albert Pike, el Rito Escocés se extendió por Estados Unidos y el resto del mundo. La palabra “escocés” también ha sido relacionada con uno de los grados del antiguo Supremo Consejo.
Según la abundante literatura existente y el uso extendido, al Rito Escocés se accede tras completar los tres primeros grados simbólicos –Aprendiz, Compañero y Maestro- en la llamada logia simbólica o Logia Azul.
El Rito incluye los grados 4º al 32º, cada uno de los cuales ostenta un título* (ver denominaciones abajo). Sus miembros se reúnen en “Valles” y se organizan de cuatro formas: Logia de Perfección (grados 4º al 14º), Consejo de los Príncipes de Jerusalén (15º-16º), Capítulo Rosacruz (17º-18º) y Consistorio (19º-32º).
El grado 33º se confiere anualmente en una reunión del Supremo Consejo del Grado 33 a un número selecto de Masones del Grado 32º que han demostrado en su modo de vida el verdadero significado de la palabra fraternidad. La edad biológica de quien recibe el grado 33º debe ser igual o superior a 33 años. El grado 33º es un grado honorífico concedido en reconocimiento de los servicios prestados a la Francmasonería o a la Comunidad.
A un profano, o a un iniciado, y a muchos Maestros Masones desinformados esta presentación jerárquica les puede parecer que quienes obtienen uno de esos treinta grados adicionales poseen un rango superior. Sin embargo, el principio más firme de la Francmasonería universal es que no hay grado superior al de Maestro Masón. Los grados 4º al 32º señalan un nivel de conocimiento, una ampliación de los trabajos de la Logia Simbólica, lecciones que se enseñan por medio de alegorías dramatizadas. Estas enseñanzas se han extraído de episodios bíblicos y acontecimientos históricos más modernos. Los practicantes o miembros –todos Maestros Masones de buena reputación- utilizan ropajes en consonancia con los personajes que representan.
La mayoría de los Supremos Consejos y sus cuerpos subordinados suelen reconocer la supremacía de las Grandes Logias Simbólicas y los Grandes Maestros en sus respectivas jurisdicciones.
Grados del Rito Escocés
Logia azul
1º Aprendiz
2º Compañero
3º Maestro
Logia de Perfección
4º Maestro Secreto
5º Maestro Perfecto
6º Secretario íntimo
7º Preboste y Juez
8º Intendente de Edificios
9º Maestro Elegido de los Nueve
10º Ilustre Elegido de los Quince
11º Sublime Caballero Elegido
12º Gran Maestro Arquitecto
13º Caballero del Real Arco
14º Gran Elegido y Perfecto Masón
Consejo de los Príncipes de Jerusalén
15º Caballero de Oriente o de la Espada
16º Príncipe de Jerusalén
Capítulo Rosacruz
17º Caballero de Oriente y Occidente
18º Caballero Rosa Cruz
Consistorio
19º Gran Pontífice o Sublime escocés
20º Venerable Maestro de Todas las Logias regulares
21º Patriarca Noaquita o Caballero Prusiano
22º Caballero de la Real Hacha o Príncipe del Líbano
23º Jefe del Tabernáculo
24º Príncipe del Tabernáculo
25º Caballero de la Serpiente de Bronce
26º Príncipe de la Merced o Escocés Trinitario
27º Gran Comendador del Templo
28º Caballero del Sol o Príncipe Adepto
29º Gran Escocés de San Andrés
30º Gran Elegido Caballero Kadosch
31º Gran Inspector Inquisidor Comendador
32º Sublime y Valiente Príncipe del Real Secreto
Supremo Consejo del Grado 33
33º Soberano Gran Inspector General

sábado, 11 de febrero de 2017

LEALTAD

Al realizar un análisis de la palabra LEALTAD, se vienen a mi mente, grandes virtudes que adornan su valor; el compromiso, el respeto, la fuerza y la voluntad, las cuales serán necesarias redescubrir para poder llegar al verdadero significado de la palabra LEALTAD y cual es el llamado al que estamos avocados.

La palabra compromiso deriva del término latinocompromissum y se utiliza para describir unaobligación que se ha contraído o a una palabra ya dada. Se refiere a contraer una obligación y tener el empeño y el tesón para cumplirla.
El respeto es reconocerse, apreciarse y valorarse a si mismo y a los demás. El reconocimiento de la diferencia, de las diferentes dignidades y darle el reconocimiento que se merece, facilitando así la convivencia.
La Voluntad es la facultad de decidir y ordenar la propia conducta. Pero de nada sirve la voluntad, si no está acompañada de la fuerza; la cual consiste en tener un carácter recio que nos permite trazar las lineas de vida, y labrar esa piedra bruta interior, para lograr construir algún día un gran templo. Nada depende del azar, todo es el fruto de lo que cultivamos, es el pago de nuestros grandes esfuerzos, por ello es indispensable tener una voluntad fuerte.
En la antigüedad los grandes caballeros templarios, podían ser torturados, despojados de sus riquezas, atacados por sus enemigos en lo más profundo de su ser, pero jamás expusieron su orden y sus lideres, fueron leales a sus principios y nunca desfalleceros, incluso al ser arrebatadas sus vidas decidieron ser leales a su orden. ¿Qué se requiere para ello? ¿Acaso fueron santos?, que grado de conciencia tenían para llegar a conservar sus principios y lealtad, la cual nunca les fue arrebatada y hoy después de largos siglos retumba su arrecia voluntad, en las historias que leemos que llegan a parecer fantasiosas, míticas, y a mí juicio los consagran al grado de inmortales.
La LEALTAD es un gran valor y una gran virtud, digna de grandes seres, capaces de superar los obstáculos que se presentan día a día, con su cabeza en alto, hombres únicos, que se conocen a si mismos, conscientes del compromiso que tiene con la humanidad.
Nuestra sociedad actual nos ínsita a cambiar por unas cuantas monedas, nuestros principios, existe un enemigo a la sombra llamado corrupción; esté nos tienta de todas las formas posibles, nos invita a vendernos, a corrompernos. Cuantas veces vemos personas que no son leales con su trabajo, con su familia, incluso hasta consigo mismos.
Que fácil es hablar y alardear de lo que somos, de lo buenos y fraternos que somos, pero cuan difícil es ser leales con nosotros mismos, encontrarnos y no traicionar nuestros principios, no dejarnos llevar de los impulsos y el mundo material; Ser fuertes y leales a nuestro pregón de vida.
Nuestro llamado está en ser hombres y mujeres convencidos de nuestros principios, los cuales bordamos en nuestros corazones y no permitimos que nada nos corrompa, debemos ser leales a nue

miércoles, 8 de febrero de 2017

Cuando nos llega el momento en que un H:. Ap:. nos pregunta ¿que es desbastar la Piedra Bruta?.

Cuando nos llega el momento en que un H:. Ap:. nos pregunta ¿que es desbastar la Piedra Bruta?.

Está claro que en ese mismo instante iluminamos al nuevo H:. o Hna:. con la respuesta justa y perfecta, dado que ha modo de dogma tenemos este concepto muy bien memorizado independientemente del Rito en el que desarrollemos nuestros trabajos y claro está, del G.O. o G.L. a la que pertenezcamos, entonces es cuando respondemos de manera muy erudita que “El picar piedra es nuestra manera simbólica de perfección y crecimiento para dejar de ser piedras brutas y como piedras Cubicas encajemos y formemos parte del Templo Social”….. es que planteado así hasta suena bonito y convincente!!!! ¿Pero….. qué pasa cuando esa definición del oficio de picar piedra, y que este podría ser utilizado a modo de Sacramento, es contrario a nuestro ejemplo de vida?, ¿Quienes forman parte de ese Templo, al cual deberíamos pertenecer todos, pero a veces seleccionamos a quien hace de piedra y a quien de pedrusco? ¿Que nos hace pensar que somos solamente Arquitectos!!!? y sobre todas estas preguntas…..yo pondría una que me hago muy en lo personal día a día ¿que es lo que nos hace creer que estamos realmente trabajando nuestra Piedra Bruta?.
Sinceramente no creo que sea difícil encontrar respuestas a estas preguntas… de lo que si estoy más que convencido es que lo difícil es admitir las respuestas a dichas preguntas y por ende aceptar que deberíamos formar parte activa de estas respuestas!!!.
Cuando ubico dentro del edificio  Sacramental la concepción de lo que es trabajar la Piedra Bruta no lo hago desde un punto Sacro-explicativo, o lo que es lo mismo, no explico al sacramento desde la visión Sagrada Deísta que nos recuerda  una verdad revelada!!! pero pese a todo creo que deberé desarrollar, de forma rápida y simple, el sentido de la palabra Sacramento, para que aquellos que desde una concepción totalitaria racionalista, no encuentren nada que suene a curia o iglesia y no entiendan esta palabra como algo urticante u ofensivo.
Cuando una realidad del mundo, sin abandonar el mundo, evoca otra realidad diversa de ella, esta asume una función Sacramental, por tanto deja de ser simplemente algo para ser Señal o Símbolo, en otras palabras es una señal que contiene, que exhibe, que rememora y que visualiza otra realidad diversa de ella pero a su vez presente en ella. Nosotros, como representantes de esta época moderna, vivimos entre estos tipos de Símbolos, ciegos incapaces de visualizarlos reflejadamente, porque vemos las cosas como cosas, porque las contemplamos siempre desde fuera!!! ¿Pero qué pasa cuando las vemos desde dentro? descubrimos que esa luz, que pedimos en nuestra Iniciación,  las ilumina haciéndolas trasparentes y diáfanas. Queda claro el sentido que le he dado al elemento Sacramental, elemento que visto desde dentro, existiendo en y con El nos habla a todos en un solo sentido pero a cada cual le indica un camino diferente, dándonos las herramientas necesarias, en función de nuestra realidad, para que una vez descubierto el mensaje contenido en su Interior y que a partir de la Luz llegamos a entender, podamos materializar dicho mensaje por medio de nuestro trabajo.
Una vez explicado, de manera simple, el Elemento Sacramental podemos decir que la Figura del Aprendiz tallando la Piedra, con sus herramientas básicas necesarias para este trabajo en las manos, nos recuerda, nos rememora, nos evoca una realidad pasada en la cual se construían templos a Dios, una realidad en la cual los hombres dignos trabajaban duro para esa construcción, aprendían el Arte de construir por medio del estudio y la reflexión, pero sin perder de vista la construcción verdadera del templo! por tanto esas herramientas las denomino, y por la explicación que expuse líneas atrás creo no estar muy equivocado, “SACRAMENTOS DE TRABAJO”!!!!! sé que esto costara en ser digerido por muchos y en territorio Español por casi todos y más si este pensamiento proviene de un Masón que practica Rito Moderno…. pero es gracias, justamente a que trabajo en Rito Moderno que llego a esta conclusión y esta me transporta a  todas las respuestas de  todas la preguntas formuladas al principio de este trabajo.
Si ese Masón Aprendiz con sus herramientas me recuerdan el esfuerzo y el trabajo que todo Masón debe realizar, donde está el punto en el que fallamos?. Líneas atrás me formulaba unas preguntas …… ¿Que pasa cuando el Oficio de Aprendiz es contrario a nuestro ejemplo de vida? analizando al Aprendiz y a los símbolos que le rodean, veo que nos hemos olvidado de que somos ETERNOS APRENDICES, un frase que escuchamos y a la vez decimos muy a menudo….. la hemos convertido en una retorica maltrecha!!!!
Cuando nuestras acciones son contrarias a lo constructivo, cuando por encima de la búsqueda del progreso del templo social se imponen mis necedades, mis deseos mas vanales, mi yo por encima del todo, significa ello que lo simbólico cobra una dimensión separadora y destructiva que es muestra de lo decadente en Masonería ya que queda plasmado que la ausencia de Luz en los trabajos convierten a estos en meras ceremonias Vacías, mecánicas y en el fondo hasta ridículas…. porque lo simbólico no cobra valor, porque nosotros no le damos el valor necesario con nuestro trabajo…. por tanto, en este caso nuestro ejemplo en los trabajos hace que el Oficio de Aprendiz Masón pierda valor y se difumine en el sentido contrario a lo trascendental.

Esto me lleva a descubrir que como trabajadores de la Piedra bruta cumplimos o deberíamos cumplir tres funciones, ¿tenían que ser tres no?

Indudablemente y en estado natural somos piedra bruta por ello somos parte fundamental en la construcción del templo, ya que si no procuramos pulirnos el templo no avanza y  la pared en la que nos toca estar retrasa la Obra completa, aquí nos descubrimos como elemento y material constructivo…. sin nosotros falta material en las Obras!!!!!
También somos Obreros a los cuales nos toca trabajar en una piedra en especial….NOSOTROS MISMOS!!! no podemos pedir a nadie que trabaje en nuestra piedra, pero si consejo de cómo trabajarla lo cual nos dice que si no somos capaces de pedir ese consejo también retrasamos el avance de la Obra, cuando un material no está listo para colocarse, por culpa de mi pereza, no se puede seguir adelante y el trabajo de los demás obreros también se ve afectado, Pero además de esto somos Arquitectos ya que contamos con la providencia del conocimiento que debería llevarnos a ver los elementos simbólicos (esas herramientas de construcción, sacramentos de trabajo) desde su más profundo interior para poder escuchar y entender lo que nos dicen cuando nos hablan llegando al punto justo de poder comprender la construcción en su más perfecto conjunto!!!! y es aquí cuando los ejemplos que damos empiezan a hablar por sí mismos y nos muestran que aunque nos pensemos solamente Arquitectos, por nuestra lucidez mental o por nuestro linaje y pureza de sangre o por los años de pertenencia al Oficio, aun estamos en el más puro estado de Piedra sin pulir ¿que nos hace pensar que somos solo Arquitectos????
Tal vez sea esa postura de superioridad que tenemos a la hora de recibir material para la Obra y que con suma elocuencia explicamos el porqué esta piedra si y el porqué esta piedra no! son tantos nuestros conocimientos, reflejados en los grados que ostentamos, qué nos hemos olvidado que somos Piedra, Obrero y Arquitecto y solo jugamos a ser Arquitectos y jugamos tan enserio que hasta somos capaces de decir que HH:. y Hnas:. hacen buena o mala Masonería, o quien tiene buenos o malos valores, estamos tan convencidos de que somos “los Arquitectos” que al plano del templo lo realizamos a nuestro gusto y semejanza pero no en función del conjunto, esto demuestra que el mismo símbolo, dependiendo de nosotros, puede tomar dos dimensiones totalmente contrarias, la Simbólica en la que el símbolo une,  recuerda y materializa  ese trabajo del ayer haciéndolo presente en el hoy y ahora, en esta dimensión Simbólica entra en juego la fe de Masón.
La fe, antes que nada, es una actitud fundamental, mediante la cual el hombre se abre y acoge unos elementos trascendentes que se hacen presentes dentro del mundo en cuanto sentido ultimo del mundo, por tanto la fe no consiste en una adhesión a un credo de verdades teóricas sobre Dios, el Hombre, el Mundo y la salvación; la otra dimensión que es la Dia-bólica la tratare en otro trabajo ya que de la misma nos debemos ocupar de manera más profunda básicamente para que no se mal entienda el sentido verdadero de esta definición que de normal se suele vincular el termino al Diablo, Satanás, Lucifer etc., pero que en el sentido en el que lo expreso no tiene nada que ver ni está vinculado a estas representaciones malignas, sino que en términos teológicos representa al elemento que separa, que divide o que somete al individuo a sus propios vicios, pasiones, a todo aquello que hace que el individuo pierda conciencia del otro y del mundo sin dejar de coexistir en el mundo por esto el mundo es el terreno en el cual  el símbolo puede ser Simbólico o Diabólico dependiendo del Iniciado y de cómo este se auto-conduzca en un trípode que está formado por Descubrir-entender-proyectar; Descubrir  la vida del Símbolo, entender el mensaje del Símbolo y proyectar al mundo con actos el valor del Símbolo!!!!.
Por tanto cuando el símbolo es escuchado y comprendido desde dentro de sí mismo, cobra fuerza y vigor recordándonos unos valores que son In-Natos en el ser humano, y que por personalismos vánales no los exteriorizamos de manera natural sino teniendo una postura fingida creemos exteriorizar cuando en realidad estamos de paso por la Orden y por la Vida, pero si verdaderamente se da esta articulación Símbolo/Iniciado – Iniciado/Símbolo y la materialización de la misma es real y tangible podemos decir que estamos dando sentido a ”TALLAR LA PIEDRA”.

Es entonces cuando comprendo de que por muchos años de pertenencia que llevemos a nuestras espaldas si no se logra exteriorizar y llevar a cabo una orto-praxis de la moral, práctica de la Religión Natural, el picar piedra carece de sentido….. básicamente porque no se lo damos!!.

El sentido de la Masonería se encuentra vivo en sus miembros y cobra realmente valor cuando estos, como hombres y mujeres virtuosos,  se descubren como verdaderos Obreros dispuestos al trabajo incansable e interminable de la Construcción siendo material, albañil y arquitecto.

La masoneria vista por los otros (IV):  Siglo XX

La Guerra Civil y el largo periodo del régimen franquista supondrán para la masonería una auténtica debacle, que en Derecho Internacional puede calificarse de genocidio, igual que el de Hitler lo fue para los judíos.

 Sobre la actitud del general Franco sobre la Masonería:
Cabe destacar sus declaraciones en las que afirma que la misma en España será destruida, no ahorrando a tal fin, todos los medios represivos posibles. A este respecto, cabe destacar que el General Franco no cejó de manifestar críticas a la Masonería, siempre que tuvo ocasión durante todo el periodo de la guerra civil, acusando a esta organización de cuantos males debían combatirse en España.
Así, al margen de que desde los primeros días de la sublevación militar comenzó la persecución sistemática y exterminio de los masones y sus instituciones, valga como ejemplo primero la ocupación y fusilamiento por parte de miembros de la Falange de la Logia Tinerfe de Santa Cruz de Tenerife.Son Igualmente representativos el fusilamiento de treinta masones  en los primeros días de la rebelión de la Logia Helmatia de Salamanca, treinta de la Constancia de Zaragoza, quince de la Zurbano de Logroño, siete de la Libertador de Burgos, siete de la Joaquín Costa de Huesca, diecisiete de la Hijos de la Viuda de Ceuta, veinticuatro de la Trafalgar de Algeciras, nueve de la Resurrección de La Línea, tres de la Fiat Lux de La Línea. En Málaga lo fueron ochenta presos políticos, fusilados bajo la pena de ser masones.(véase al respecto Ramon Viñals i Soler “El holocausto masónico en la España de Franco”; (2013) l Boletin núm. 33 del Archivo Nacional de Cataluña de la Generalidad de Cataluña.)
El periódico ABC del 23 de septiembre 1936(editado en zona republicana) publica la siguiente noticia de Granada:...se apoderaron de los ficheros de las dos logias masónicas que existían en la capital e hicieron prender a todos los masones. En camiones los trasladaron al vecino pueblo de Viznar, donde fusilaron a los venerables, y después de tener encarcelados varios días a todos los demás los condujeron al campo y les obligaron a cavar sus propias sepulturas, tan pronto las terminaban eran muertos a tiros.
También se le aplicó a la Masonería los Bandos y Órdenes de los Generales y Junta de Defensa proclamados para la represión de aquellos que se opusieran a la fuerzas sublevadas (General Mola Diario de Navarra. Pamplona: 19 de julio de 1936, portada,( General Saliquet, Valladolid 19 de julio). Bando de 28 de julio de 1936, haciendo extensiva la declaración del Estado de Guerra a todo el territorio. BO de la Junta de Defensa Nacional de España de 30/07/1936, núm. 3, Sin embargo la primera normativa específicamente contra la masonería se producirá el 15 de septiembre de 1936, firmado por el propio General Franco.

Artículo 1º.- La francmasonería y otras asociaciones clandestinas son declaradas contrarias a la Ley.( se refiere a rotarios y teósofos)

Todo activista que permanezca en ellas tras la publicación del presente Edicto será considerado como crimen de rebelión.

. Artículo2º.-El cobro o pago de cotizaciones a favor de dichas asociaciones serán considerados como crimen de rebelión, sin perjuicio de la multa de 5000 pesetas que puede ser además impuesta por la Junta de Defensa Nacional.

Artículo 3º.- Toda pieza de identidad, recibos, correspondencias, emblemas, etc. deberán ser quemados por sus poseedores en los tres días siguientes a la publicación del presente Edicto; pasado este plazo, el descubrimiento de dichos objetos, sea en la persona de los interesados, sea en su casa, será considerado como crimen grave de desobediencia, sin perjuicio de la multa de 10.000 pesetas fijada por la Junta por este motivo.

Artículo 4º.- Los escritos de propaganda relativos a las asociaciones en cuestión serán considerados incursos en el Artículo 7 del Decreto del 3 de Septiembre último y deberán ser destruidos en un plazo máximo de tres días por sus poseedores.

Artículo 5º.- Los inmuebles pertenecientes a las susodichas asociaciones serán confiscados por mis representantes y aplicados al uso que ellos determinen. Las casas alquiladas serán igualmente evacuadas y puestas a disposición de sus propietarios respectivos

El 20 de abril de 1937 se creó la  Oficina de Investigación y Propaganda anticomunista,  OIPA, que tenía como fin “ recoger, tanto en la zona ocupada como en las que se vayan ocupando, la mayor cantidad de pruebas de las actividades marxistas en España, así como en particular de las SOCIEDADES MASONICAS…con el fin de obtener antecedentes sobre las actuaciones de los enemigos del Estado, así en el interior como en el exterior, y suministrar datos útiles a todos los demás organismos encargados de su defensa….. instándose encarecidamente a las autoridades militares y civiles su más decidido apoyo en el desempeño de tan importante misión.”
Por Orden del 29 de mayo de 1937, se creó la Delegación de Asuntos Especiales, que incluía una sección masónica, cuyo fin era  recoger  la documentación referente a actividades de las sectas secretas, que dependía directamente del General Franco.
El 26 de abril de 1938, mediante Decreto (BOE de 27/04/1938, número 553, p. 6986-6987)  se crea la Delegación del Estado para la Recuperación de Documentos. Sobre la actividad de este organismo es prueba el escrito que el Delegado Nacional de Servicios Especiales en Salamanca, con fecha de 25 de agosto de 1938, reportando sus actividades enviaba directamente al Jefe del Estado, comunicándole sus actividades respecto a la catalogación y clasificación de expedientes “ …14.930 expedientes individuales y 26.148 fichas de masones, 1.300 libros de actas y de administración de Logias,248 expedientes de asuntos importantes sobre actividades masónicas, 394 expedientes de Logias de España y 257 de extranjeras….y en cuanto a los servicios prestados dice….este Organismo ha expedido 235 informes al Ministerio de Defensa-Sección de Justicia, 336 informes a la Auditoria Militar de Marruecos, 364 informes a diversas Auditorias Militares, 16 informes a Juzgados Militares, 9 informes a otras Auditorias, 291 informes a diversas Comisiones Depuradoras, 244 informes a Autoridades civiles, amén de numerosos informes colectivos del personal de los Cuerpos de Ingenieros de Minas, Telégrafos, Teléfonos y Correos, Profesorado, Maestros, Cuerpo Diplomático y Consular, Marina, etc., haciéndose también diariamente una revisión en el fichero de todos cuantos nombres figuran en los nombramientos para cargos que aparecen en el BOE. El Archivo quedaría radicado en la ciudad de Salamanca, siendo conocido como “Sección Política Social”, .y gestionado por un equipo policial.
El 10 de diciembre de 1938, mediante Decreto (BOE de 20/12/1938), se acaba con el proceso de secularización de cementerios llevada a cabo por la República, proclamando en la misma que se eliminen los símbolos masónicos de los cementeriosque;….todas las inscripciones o símbolos de carácter masónico, o que pudieran considerarse ofensivos para la Iglesia católica, sean destruidos y eliminados de todos los cementerios en un plazo de dos meses…”
La represión de la Masonería se acentuaría todavía más mediante las leyes de 9 de febrero de 1939 (BOE.de 13/02/1939) “ Ley de Responsabilidades Políticas” que tenía carácter retroactivo y la de 1 de marzo de 1940 ( BOE de 2/03/1940), promulgada casi un año después de terminada la Guerra Civil, denominada “Ley de Represión de la MASONERIA y el Comunismo”; mediante la primera se consideraba como circunstancias agravantes, el haber obtenido de la MASONERIA algunos de los grados dieciocho a treinta y tres, ambos inclusive, y haber tomado parte en las Asambleas de la Asociación Masónica Internacional o similares, o en las Asambleas del Gran Oriente Español, de la Gran Logia Española o de otras cualesquiera organizaciones masónicas  residentes en España..”.En la segunda  y en su exposición de motivos se concreta una imagen de la Masonería muy próxima a la que el General Franco tenía de la institución (véase al respecto  el libro “Masonería”, publicado en Madrid en 1952 firmado por Jakim Boor, seudónimo de Franco, que no es otra que la manifestada por el sector más reaccionario y absolutista del pensamiento español desde Fernando VII. ” …entre las primeras ocupa puesto más principal la MASONERIA a la que acusa de la pérdida del imperio colonial, las guerras civiles,…las perturbaciones que aceleraron la caída de la monarquía…minaron la dictadura..manifestando .así como los crímenes de estado se descubre siempre la acción de la MASONERIA….al levantarse en armas el pueblo español no cejan la MASONERIA…proporcionan armas, simpatías y medios económicos a los opresores de la patria….son escasas y reducidas el alcance de las disposiciones legales para castigar y vencer estas maquinaciones…sin que ahora se pretenda establecer la normativa definitiva y total…se hace indispensable determinar la clasificación jurídica y sanciones que merecen los que todavía secundan la MASONERIA.
Y en el articulado se proclama:

Articulo 1º…constituye figura de delito el pertenecer a la MASONERIA…

Artículo 2º…sus bienes se declaran confiscados.

Artículo 4º….son MASONES todos los que han ingresado en la masonería y no han sido expulsados o no se han dado de baja….y no dejan de serlo aquellos a quienes la secta ha concedido…..alejamiento de la misma.

Articulo 5º ….los delitos de MASONERIA serán castigados con la pena de reclusión

menor…excepto circunstancias agravantes.

Artículo 6º..son circunstancias agravantes el haber obtenido alguno de los grados 18 al 33……el haber asistido a asambleas……..o desempeñado cargo o comisión que acredite especial confianza de la secta….

Artículo 7º…quienes hayan pertenecido a la MASONERIA vienen obligados a formular ante el Gobierno una declaración de retractación en el plazo de dos meses…

Artículo 8º….las personas comprendidas en el Artículo anterior quedarán separadas

definitivamente de cualquier cargo del Estado, Corporaciones públicas o oficiales, entidades subvencionadas, empresas concesionarias, gerencias y consejos de administración de empresas privadas, cargos de confianza, mando o dirección de las mismas decretándose además su inhabilitación perpetua para los referidos empleos y su confinamiento o expulsión….serán sometidos a procedimiento de sanción económica…

El 4 de Junio de 1940 de Junio de 1940 entra en vigor,  (Decreto de 4 de junio de 1940) el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo,(TERMC), que hasta su extinción en 1963, fecha en la que sus actividades pasaron al Tribunal de Orden público (TOP), llevó a cabo 48.000 sumarios acabados ,teniendo en cuenta que la Masonería en esta etapa histórica no llegaba a 6.000 el número de masones(véase al respecto Díez de los Ríos San Juan, María Teresa. Documento “Fondos de la masonería en la Sección ‘Guerra Civil’ del Archivo Histórico Nacional de Salamanca”. A: La Masonería en la Historia de España. Actas del I Symposium de Metodología Aplicada la Historia de la Masonería española. Zaragoza 20-22 de junio de 1983. Zaragoza: Diputación General de Aragón, Departamento de Cultura y Educación, 1985, p. 335-348).
Por último, prueba del pensamiento obsesivo del General Franco sobre la masonería es que en su último discurso público celebrado en la madrileña Plaza de Oriente el 1 de octubre de 1975, ya visiblemente enfermo manifestaría: “:…todo lo que en España se ha armado obedece a una conspiración masónica izquierdista en la clase política, en contubernio con la subversión comunista-terrorista en lo social, que si a nosotros nos honra, a ellos les envilece..” (ABC. Madrid, 2 de octubre de 1975).Sobre el contenido de este epígrafe, véase Ramón Viñals ob,ant,cit.

En este genocidio masónico tendrá un destacadísimo papel la iglesia católica española

Como ya se ha indicado en anteriores referencias, la Masonería será objeto de ataque primordial de la Iglesia Católica española, ya que culpa a la misma de ejercer una influencia decisiva en la conformación del Estado Laico, separación de la Iglesia y el Estado y leyes republicanas que la misma considera anticlericales; su actitud no variará durante la Guerra Civil, periodo en el que insistirá en denunciar a la institución masónica como lo demuestra la carta remitida por el secretario del Primado Luís Despujol al Obispo de Salamanca José María Bulart, el 14 de marzo de 1937, en la que pide junto a otros encargos “..documentos y alguna fotografía principalmente para probar la responsabilidad  de la Masonería, indicando traslade dicha petición al Gobierno militar..Esto lo mejor sería decírselo al Cap. Sr. Bolín. (Documento 4-140. Sección 1ª. Legajo G.Carpeta III. Documento 27), así como al Obispo de Burgos Juan Tusquets, que en el citado día le remite el siguiente texto: Mi querido Juan: Escriben de Roma (Revista la Festa de Roma) al Sr. Cardenal pidiendo alguna fotografía  y documentación para probar la responsabilidad y la obra nefasta de la Masonería en esta lucha. Me encarga el Sr. Cardenal te lo diga para que con la máxima urgencia veas de mandar todos los datos que tu juzgues más útiles a este fin Documento 4-140. Sección 1ª. Legajo G..Carpeta III. Documento SC. Esta actitud de la Iglesia de involucrar a la Masonería en los hechos que dieron lugar a la Guerra Civil será coincidente con la mantenida por el Régimen Político franquista  con posterioridad a la contienda bélica (véase al respecto el comunicado que, siguiendo las instrucciones del General Franco, que deseaba  la mayor difusión posible de las sentencias que hubiera sobre la Masonería al amparo de la ley de Represión de la Masonería y el Comunismo de 1 de marzo de 1940,  remite  la Vicesecretaría de Educación Popular a los a los Jefes Provinciales de Prensa, a la que adjunta  una larga lista de  condenados por su pertenencia a esa institución,  con las siguientes instrucciones:…..al publicar el extracto de las sentencias cada periódico podrá agregarles detalles en cuanto a la perniciosa actuación que mantuvieron en cada caso durante la pasada guerra en España y aun en los acontecimientos que prepararon el Movimiento Nacional. Coincidiendo con la publicación de las sentencias sería conveniente la publicación de comentarios y artículos señalando la influencia de la MASONERIA en los trabajos que precedieron a la formación del Frente Popular y aun a la proclamación de la República, así como las infiltraciones de la MASONERIA en la política general liberal-demócrata ,que antecedió a las elecciones del 13 de abril. Todos estos comentarios y artículos deberán tener una orientación de tipo histórico, representar una condenación a la vista del singular perjuicio que a España han infringido los afiliados a la SECTA…..
En este intento de involucrar a la Masonería tanto en los orígenes como en el desarrollo e la Guerra Civil, la Jerarquía Católica española, por medio de su Primado, el Cardenal Isidro Gomá,  no duda en achacar la resistencia vasca al ejército franquista a la organización masónica, o al menos, plantear una duda razonable en su opinión, incluyendo en el caso al propio Presidente Aguirre, así en el informe del 25 de abril de 1937, remitido al Cardenal Pacelli,(futuro PioXII) Secretario de Estado del Vaticano, con motivo de la caída de Bilbao y como consecuencia de haberse encontrado un mandil masónico en las dependencias del Hotel Carlton, donde estaba instalado el Gobierno de Euzkadi, manifiesta: “se encontró un magnífico mandil con un banda primorosamente bordados, utensilios masónicos. Sin duda, por la calidad de los objetos, correspondían a un alto personaje afiliado a la masonería. Se atribuye su pertenencia al Sr. Aguirre o a alguno de los dirigentes vascos…..Si se pudiese comprobar con la ficha correspondiente que algún dirigente vasco pertenecía a la masonería-no se ha dado con la ficha correspondiente a las insignias – sería ello la clave para explicar un fenómeno que es casi humanamente inexplicable, como es la monstruosa conjunción vasco-comunista, el repudio de una paz que podía hacer en condiciones inmejorables, pactándola separadamente del Gobierno de Valencia, y una resistencia loca en que forzosamente debían hundirse, por varios lustros, la economía del rico país”. En. Sección 1ª. Legajo Carpeta VIII. Documento 51.
Lo que podemos calificar de obsesión por la masonería por parte de la Iglesia Católica española, se nos revela incluso en la sospecha de que dicha organización pudiera estar infiltrada en el régimen surgido del 18 de julio, como  prueba la carta del Primado de España al Cardenal Pacelli, remitida el 11de diciembre de 1936, en cuyo anexo primero, Gomá expone respecto a la situación política de la postguerra, “De todas maneras puede asegurarse que, de no intervenir factores insospechados-uno de ellos podría ser la masonería, que forcejea por abrirse paso en la nueva organización-mejoraría muchísimo la situación política en un sentido de conservación y restauración de todos los valores de la tradición española. Digo incidentalmente, con respecto a la masonería, que registros hechos en los archivos de los dirigentes de izquierdas que han podido ser intervenidos por emisarios del Gobierno actual, han puesto en manos de éste toda la urdidumbre de la historia de la revolución española en estos últimos, y especialmente cuanto se refiere a la preparación del movimiento revolucionario que el alzamiento militar hizo abortar…” En. Sección 1ª. Legajo A. Carpeta I. Documento 11.S.N. No obstante, debe destacarse que otros sectores de la Iglesia Católica críticos con el régimen militar(en este caso franceses e influenciados por el clero catalán separatista, pertenecientes al Instituto Católico de París), sembraron la misma duda sobre la adscripción masónica de ciertos sectores del estamento militar, valga como ejemplo al respecto, el artículo “Guerre en Espagne” , publicado en la Revue de Paris el 1 de octubre de 1936.

Los ataques de la Jerarquía Católica española a la Masonería no finalizarán con la Guerra Civil, valga como ejemplo, que en octubre de 1943 el Cardenal Segura, a la sazón cabeza de la Diócesis de Sevilla, en Pastoral, ampliamente difundida por la Prensa de la época (véase ABC Sevilla, 24 de octubre de 1943) tras condenar el baile y la ola de concupiscencia que invadía la vida española acusaba a la Masonería de no cejar en sus acechanzas incitando el relajo que lleva a la más impúdica perversión de la mujer, no desdeñando modo alguno de socavar la pureza en el mundo, ¿Qué daño no habrán causado a España los que la han empalmado oficialmente con judíos y masones, verdaderos representantes de la anti-España, que nos han traído a estos momentos gravísimos”[1]
Durante todo el periodo que duró el régimen franquista la Masonería fue reprimida y perseguida, como lo demuestra el último discurso pronunciado por el dictador el 1 de Octubre de 1975 en la plaza de Oriente, por lo que quiero que esta ponencia sirva para mostrar mi respeto y admiración para aquellos hermanos masones que mantuvieron vivo el espíritu de la Masonería universal en momentos tan difícil
[1] En este sentido, el Primado no se recata en la ponderación positiva de las medidas represivas llevadas a cabo por el Gobierno Nacional sobre la institución masónica; valga como ejemplo al respecto, el informe que el 8 de abril de 1937 remite al Cardenal Pacelli (Sección 1ª. Legajo a. Carpeta II. Documento 67. Archivo Gomá), ” Se ha intensificado todo lo que sea eliminación de la Masonería en los Centros docentes y en los organismos del Estado. Para ello se ha organizado una oficina de investigación similar al 2me. Bureau e instalado en la misma Presidencia del Gobierno de Burgos, dirigida por especialistas, teniéndose que reconocer que en poco tiempo han realizado gran labor que demuestra lo extendida que la Secta estaba en todos los organismos del Estado…Por algunos Rectores de Universidad-por ejemplo Valladolid- se ha ordenado la depuración de las bibliotecas escolares para librarlas de obras irreligiosas, inmorales, socialistas y de influencia masónica. En general, se puede afirmar que es opinión unánime que gran parte, por no decir toda, la responsabilidad de la actual situación de España proviene de las actividades de la Secta, la que desde los tiempos de la Monarquía iba trabajando en silencio, principalmente desde la -Institución  libre de Enseñanza-, que poco a poco se fue apoderando de los principales centros de Enseñanza y dominaba por completo en el Ministerio de Instrucción Pública, sobre todo en estos últimos años”.